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El limitado catálogo de vacunas y dosis que no llegan dificultan que el Gobierno cumpla con inmunizar al 70% en verano

Una mujer es vacunada contra el coronavirus.

Tres meses después de que empezara la vacunación contra la Covid, las dificultades que ha registrado la producción a escala industrial de las vacunas, el por ahora catálogo limitado de marcas disponibles y los problemas e incumplimientos de contratos de suministro de las dosis prometidas ponen en dificultades el objetivo del Gobierno de que en verano el 70% de la población mayor de edad esté inmunizada. El presidente, Pedro Sánchez; la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y cuantos miembros del Ejecutivo se pronuncian sobre la cuestión insisten en que es posible. Sin embargo, ellos mismos lo ponen en duda al admitir que todo dependerá de que las farmacéuticas entreguen las dosis prometidas -algo que de momento no ha sido así siempre- y al insistir en "la necesidad de acelerar la producción, distribución y administración de vacunas para superar la crisis".

Este es el llamamiento que Sánchez hizo a la UE el Consejo Europeo de esta semana, un día después de que Darias insistiera en que, a pesar de todo, se mantiene el objetivo de alcanzar el 70% de vacunados en verano. Sin embargo, tampoco está clara la fecha, algo que en el caso español tiene enormes consecuencias económicas. El objetivo empezó siendo que la anhelada inmunidad de rebaño se alcanzaría "en verano" para terminar siendo "a lo largo del verano", según apuntó la ministra este jueves. La diferencia entre que sea en junio o se retrase a septiembre supone que haya campaña estival o dar una puntilla casi definitiva al sector turístico.

"Sé que es un reto, en el que está volcado el Gobierno y todas las comunidades autónomas", dijo Darias el jueves en el Congreso, ante las dudas que mostraron desde el PP al PDeCT y desde ERC a Ciudadanos sobre la posibilidad de que se cumpla un objetivo del Gobierno que la ministra cifró en que la vacuna llegue a 23 millones de personas.

Mayores de 80, objetivo incumplido

De momento, los datos indican que hay 2,3 millones de personas con la pauta completa, con las dos dosis de vacuna puestas. La ministra avanzó esta semana que ya está prácticamente finalizada la inmunización de los dos primeros grupos  prioritarios -mayores que viven en residencias y sus trabajadores y personal sanitario de primera línea-, pero ya parece claro que no se cumplirá el objetivo marcado de terminar marzo con el 80% de las personas mayores de 80 años vacunados. La Rioja, Comunidad de Madrid y Castilla y León son las mejor situadas en esta clasificación, con 61% y 60% de vacunados a partir de esta edad. Galicia, Cataluña y el País Vasco se sitúan en cola, con el 31, 30 y 29% respectivamente.

Además de estos tres grupos -sanitarios, mayores en residencias y mayores de 80 años- ya hay identificados otros seis para que se les administre progresivamente las vacunas de Pfizer y Moderna y la de AstraZeneca, de los que todavía queda fuera la población menor de 45 años. Algunos de ellos -entre 79 y 70 años y enfermos graves a partir de 60- aún no se ha empezado a inmunizar y de momento no hay tampoco una decisión tomada sobre si a las personas de entre 65 y 70 años debe administrársele la vacuna de ARN mensajero (Pfizer o Moderna) o la de AstraZeneca. 

"Lo que necesite" España

En este contexto, los gobiernos autonómicos y los partidos políticos empiezan a impacientarse y no ven claro poder cumplir el objetivo que se ha marcado el Gobierno. El viernes, el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, aseguró que la Comisión Europea entregará a España "lo que necesite" para lograr la inmunización de cerca del 70 % de la población en verano, pero sin precisar cómo lo hará, más allá de asegurar que Bruselas está "trabajando duro" para que las farmacéuticas cumplan los plazos previstos de entrega.

Mientras tanto, al Gobierno se le acumulan las dificultades para recibir las cantidades de dosis necesarias y su confianza en que la vacunación llegue al 70% en verano se basa en la previsión de que, tras una primera fase con un suministro limitado, a partir de abril llegarán "millones" de dosis y que lo harán de manera exponencial.

Las previsiones de la ministra de Sanidad es que cada semana de abril llegarán 1,2 millones de dosis de Pfizer y que entre la segunda mitad de ese mes y junio se suministrarán a España 5,5 millones de dosis de la cuarta vacuna en ser autorizada, la de Janssen. También continuará el suministro de Moderna y este viernes, Sanidad informó de que esta semana llegaron 218.000 dosis de AstraZeneca para retomar las inyecciones tras la suspensión de hace dos semanas.

"Mantenemos el compromiso, que va a depender de la llegada de vacunas", precisó la ministra. Sin embargo, la experiencia muestra que las previsiones no siempre se convierten en realidad. Pfizer y Moderna han retomado el ritmo tras los retrasos de principio de año pero los problemas los sigue dando AstraZeneca, en permanente conflicto con la UE porque no está entregando todo lo que comprometió.

Esto se traduce en que a España llegan menos dosis porque el Gobierno hace sus previsiones en función de la producción que la farmacéutica británica dice que va a tener, pero no de compromisos firmados de entrega. En este escenario, el Gobierno se aferra a las promesas de las farmacéuticas. "Quiero entender que este Gobierno ha firmado contratos con las compañías, que han sido aprobados por el Consejo de Ministros y son las farmacéuticas las que tienen que cumplir sus contratos", dijo Darias hace unos días.

De hecho, España y el resto de países de la UE tienen suscritos siete contratos de compra con otras tantas farmacéuticas, una por vacuna. De momento, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) solo ha autorizado cuatro, de los cuales la última, la de Janssen, no empezará a llegar hasta mitad de abril. Tampoco de momento el Ministerio de Sanidad ha tomado una decisión sobre a qué parte de la población se les inyectará un producto que solo requiere una dosis y no dos, con lo que se confía en dar celeridad al proceso.

Miradas a Rusia

Ante este limitado catálogo de vacunas, algunos países de la UE empiezan a mirar hacia Rusia y la posibilidad de comprar su vacuna, Sputnik V. Hungría y Eslovaquia son los únicos que de momento la están comprando por su cuenta y el primer ministro italiano, Mario Draghi, advirtió la semana pasada de que haría lo mismo si no se acelera el suministro de otras vacunas. 

En España, crece la presión de comunidades, partidos políticos e industria -la patronal catalana Pimec quiere producirla en Cataluña- mientras el Gobierno se mantiene en que no hará compras al margen de la UE ni de vacunas que antes no tengan el visto bueno de la EMA. 

La Comunidad Valenciana ha sido la primera en pedir abiertamente al Ministerio que explore la compra de la vacuna rusa y de momento el Gobierno hace oídos sordos mientras fuentes autonómicas lamentan que se debe a motivos geoestratéticos y obvia la urgencia de tener a la población vacunada.

Hace unas semanas que el PP pregunta en el Congreso al Gobierno por esta posibilidad y el jueves insistieron en ello ERC y JxCAT y también uno de los socios de la coalición. "Deberíamos optar por la Sputnik o deberíamos haber optado ya", preguntó a Darias la diputada de Unidas Podemos Rosa María Medel.

Sin embargo, el Gobierno insiste en "ir de la mano de la UE" y para reforzar su postura, Darias advirtió de que el proceso de autorización, sobre el que ya han empezado los trabajos en la EMA, será más lento que con las cuatro que ya se inyectan, porque la UE tendrá que hacer inspecciones en fábricas que no están en su territorio.

"España exige ir de la mano de la UE", insistió Darias, que añadió la coletilla que no para de repetir el Gobierno y que es un fuente de toda incertidumbre para llegar al objetivo del 70% de la población vacunada en algún momento del verano. "Que las farmacéuticas cumplan".

Redactora '20minutos'

Actualmente cubro la información relacionada con energía, transición ecológica y transportes. Antes, también en 20 Minutos, me encargué de la cobertura sobre la crisis sanitaria por Covid y, previamente, de la información relacionada con Presidencia del Gobierno. Antes trabajé en la revista Tiempo y, en Bruselas, en las agencias Europa Press y Notimex y fui colaboradora de el periódico Levante-EMV, entre otros medios. Soy licenciada en Ciencias de la Información y postgrado en Información Internacional y Países del Sur por la Universidad Complutense. En 2021 terminé un Máster sobre Museología y Gestión de Museos de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA).

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