Stella McCartney crea su "nueva normalidad" dejando salir su faceta más fiestera y excéntrica

Muchos han calificado a la nueva colección de Stella McCartney como "extravagante", pero este adjetivo se queda corto al ver el desfile de la británica en la Tate Modern de Londres.

El coronavirus ha afectado al mundo de la moda, y en un contexto en el que la mayoría de los diseñadores están haciendo una introspección en su arte hacia sus cimientos y sus elementos más básicos, McCartney se ha ido al extremo contrario, dando rienda suelta a su creatividad y, sobre todo, a sus ganas de salir de fiesta.

La excentricidad, la opulencia y el glamour son el pilar central de la colección de Stella McCartney para la temporada otoño-invierno 21, donde no pueden faltar colores muy vibrantes, lentejuelas, brillos y estampados psicodélicos. 

La fantasía y la realidad se confunden en este marco postpandémico, donde el pensamiento principal es "vestirse para salir de fiesta". Para escenificarlo, la diseñadora se ha decantado por colores muy llamativos, combinados con su complementario para así crear más impacto visual.

Uno de los elementos que más destacan son las botas/pantalón de tacón cubano de color aguamarina, naranja, azul y violeta intenso, repletos de arriba a abajo de brillo y purpurina, dando un aire muy setentero que, al parecer, continuará como tendencia en el 2022.

Estos diseños invernales crean una amalgama de texturas y luces perfectamente combinadas con grandes volúmenes (sobre todo en los pantalones), siluetas muy interesantes y materiales sostenibles que hacen de esta nueva colección una auténtica delicia.

Rindiendo homenaje a sus raíces inglesas, no han podido faltar las cazadoras bomber y las chaquetas de borrego, pero rediseñadas a la manera que solo podría hacer Stella McCartney: desestructurada y combinando distintos patrones y texturas que mezcla con pantalones deportivos y faldas de colores llamativos.

Buscando un sentimiento atrevido para el invierno, la diseñadora ha decidido hacer de sus prendas de punto, como los jerseys de pelo, las sudaderas y faldas acampanadas algo muy ligero, aportando mucho movimiento y dinamismo.

McCartney quiere que veamos la moda como una forma para sentirnos mejor y divertirnos con ella, dando paso a una vida repleta de fiestas y de color que ahora mismo es imposible de tener, pero que poco a poco vamos llegando a ella con esperanza.

Aunque los estampados psicodélicos, los volúmenes y los brillantes colores puedan parecer los protagonistas, lo cierto es que este título recae en los bolsos icónicos de la casa como el Hobo y el Falabella, que han sido rediseñados en nuevas medidas, formas y combinaciones de colores, obviamente fabricados con materiales veganos.

Si hablamos de Stella McCartney, hablamos de moda verde. La británica está muy comprometida con el medioambiente, por lo que el 77% de los materiales utilizados en la colección son sostenibles, como las lentejuelas sin PVC, viscosa respetuosa con los bosques, ante vegano y lana trazable que proviene de granjas regenerativas entre otros.