El Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) considera que la propuesta del Ministerio de Transportes de José Luis Ábalos de establecer exenciones fiscales a los propietarios que rebajen sus alquileres no servirá para bajar los precios en las zonas donde se ha incrementado drásticamente en los últimos años. Así lo plantea la organización en un informe al que ha tenido acceso 20minutos, que sostiene con cifras que a los propietarios no les interesaría bajar los precios porque perderían dinero con ello incluso aunque se les bajen los impuestos.

En el estudio, Gestha es clara al asegurar que "la medida propuesta, tal como está conocida, no logrará los objetivos previstos en las zonas tensionadas". Para estas zonas, Transportes propone establecer reducciones fiscales sobre el rendimiento que proporciona el alquiler al propietario del 70%, en el caso de que se alquile la vivienda a jóvenes, a personas de ingresos reducidos o en régimen de alquiler social, y de hasta el 90% si se rebaja el precio del alquiler como mínimo un 10% con respecto al contrato anterior.

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En su análisis, los técnicos de Hacienda asumen que "es de suponer que los propietarios rebajarán, al menos, un 10% la renta del alquiler en las zonas tensionadas si les compensa el efecto real de la reducción del 90%" del impuesto que tienen que pagar por los beneficios que le saquen. Rebajar el precio, no obstante, supone que el 90% de reducción fiscal se aplica sobre unos ingresos menores. Y, con los cálculos de Gestha, lo que ahorra el propietario pagando menos impuestos no le compensa lo que pierde por bajar el precio.

El informe recoge varios cálculos que apoyan esa idea. Uno de los ejemplos se basa en un propietario que ingrese anualmente entre 30.000 y 60.000 euros y que saque un rendimiento anual de 4.267 euros a su vivienda en alquiler (una vez excluidos los gastos deducibles). Si decidiera rebajar un 10% el precio del inmueble perdería 474 euros anuales, según Gestha. Podría, según la propuesta de Ábalos, deducirse el 90% de los impuestos a pagar por los beneficios que obtenga con el nuevo precio, pero pasaría a ahorrarse solo 1.123 euros de impuestos en lugar de los 789 que ahorraría si no lo hiciera.

Conclusión: bajando el precio para tener derecho a la deducción del 90%, este propietario terminaría ganando 140 euros menos que si hubiera dejado el precio como estaba y se hubiera acogido a la deducción simple del 50%, que sustituiría a la actual del 60% para los caseros. "Esto no significa que, individualmente, a algún propietario concreto le pueda interesar, pero en términos medios la propuesta no beneficia a los propietarios medios", zanja el informe.

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La segunda conclusión que obtiene Gestha de su análisis de la propuesta es que "las reducciones fiscales en la base aumentan la regresividad, pues proporcionalmente benefician más a quien más gana". ¿Por qué? Porque, sostiene el informe, "una reducción en base disminuye la progresividad del resto de los ingresos obtenidos (salarios, actividad económica y demás rentas que no tributan como rentas del ahorro), con independencia del importe de las mayores o menores rentas del arrendamiento declaradas".

Es decir: que las deducciones fiscales a propietarios que bajen al menos un 10% el precio de su vivienda en zonas tensionadas suponen mayores ahorros precisamente a aquellos que tienen rentas más altas, ya que son los que normalmente tienen más ingresos procedentes del alquiler. De media, según Gestha, los caseros con una renta de más de 600.000 euros anuales con ingresos procedentes del alquiler podrían dejar de pagar al fisco 4.152 euros anuales, por solo 831 euros -por ejemplo- que ahorrarían en impuestos quienes tengan rentas de entre 21.000 y 30.000 euros.