Era medianoche en el Estrecho de Gibraltar cuando una embarcación de vela procedente de Italia fue atacada por cuatro orcas: "Son orcas, tío. No las veo en la Antártida y las veo aquí", dijo uno de los tripulantes.
El encuentro de estos cetáceos con marineros y embarcaciones provoca mucho miedo a bordo: "Agárrense porque nos puede dar un buen golpe. Pueden estar ahí horas".
Durante casi una hora los animales, de hasta diez metros de longitud, embistieron la embarcación y la fueron destrozando poco a poco hasta dejarla a la deriva sin timón: "El timón, el timón se lo han llevado. Chicos ya no podemos manejar", señaló uno de los marineros.
Finalmente, con una bengala consiguieron que los animales se alejaran. Este es el segundo ataque de orcas en el Estrecho. Para ellas es un juego, pero para los marineros es algo muy peligroso.
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