El sector de libro acaba de perfilar estos días la decena de espacios de Barcelona en los que espera instalar las paradas de libros y de rosas por Sant Jordi. Por ahora, se han dado a conocer entornos como la plaza Reial, el Passeig de Gràcia o el Passeig Lluís Companys, a los que se añadirían los Jardinets de Gràcia, además de alguna zona de Sarrià y de Sant Andreu.
Así lo ha precisado este viernes el presidente de la Cambra del Llibre, Patrici Tixis, que anticipa un Sant Jordi "mejor" que el del julio pero "lejos de las cifras habituales". Libreros y editores también tienen en el punto de mira impulsar la Nit de les Llibreries después de la experiencia del Sant Jordi estival. La iniciativa incluirá conversaciones entre escritores y actividades en el exterior.
Tixis ha evitado, por ahora, dar datos sobre la previsión de ventas porque "no hay referencias" de una Diada similar. Supone, no obstante, que se situarán entre "el de pleno rendimiento de 2019, con cifras de 1,5 millones de libros vendidos y 20 millones de euros de facturación", y el Sant Jordi de verano. "Será mejor que el 23 de julio pasado, pero lejos de las cifras habituales", augura.
En una línea similar se ha expresado la presidenta del Gremi de Llibreters, Maria Carme Ferrer, que constata que todos los agremiados han comprado menos volúmenes que otros años, esperando ventas inferiores. "No será un Sant Jordi como el de 2019", reconoce.
Uno de los indicadores que les permiten aventurarse a sentirse "esperanzados" y "optimistas" es el habitual "movimiento previo" en las librerías las semanas anteriores a Sant Jordi, que se comienza a intuir. "Esto comienza a pasar. Estamos muy esperanzados", añade.
También recuerda que la Diada se alargará un poco más de lo habitual en las librerías, que podrán sacar la parada a la calle dos días antes del 23 de abril. La mayoría de librerías se adherirán a la iniciativa, según la presidenta del gremio, porque permitirá "esponjar" las ventas y que la gente pueda comprar "sin miedo".
El sector espera ahora la concreción de los detalles de la Diada por parte del Procicat, que prevé que lleguen una semana antes de Sant Jordi, y que fijará el aforo permitido en los espacios con libros y rosas o la hora de cierre, que el gremio querría que se situase en las 21 horas.
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