El Gobierno se enreda en el debate sobre la subida de impuestos: tres versiones en tres días

  • Montero sostiene que la reforma fiscal sea "prioridad" y que las grandes rentas deben aportar más.
  • ​Calviño, en cambio, cree que los impuestos no pueden subirse "a corto plazo".
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una imagen de archivo.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una imagen de archivo.
EUROPA PRESS
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una imagen de archivo.

El Gobierno ha abierto el debate sobre los impuestos, pero la confusión ha salido a relucir con hasta tres versiones diferentes en las últimas 72 horas. La última en sumarse al coro de voces fue la vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, quien este jueves apuntó que "no es el momento" de subir impuestos. Sin embargo, el presidente Sánchez apuntó el martes que es "un debate necesario" y la ministra Montero avanzó el lunes que su plan pasa por aplicar incrementos ya el año que viene. De hecho, el plan de reformas que el Ejecutivo remitirá a Bruseñas habla abiertamente de una subida de la presión fiscal.

Montero fue la primera en pronunciarse durante la presentación del comité de expertos que abordará esta materia, y aseguró que ya en 2022 podrían aplicarse subidas, con "especial interés" en los grandes patrimonios. "Tenemos que ver cómo se tiene expresar esa contribución adicional que tienen que hacer los grandes patrimonios al conjunto de las arcas públicas", señaló.

La ministra agregó que la reforma del Impuesto de Sociedades es "prioritaria" y, en clara referencia a la Comunidad de Madrid, donde el Impuesto de Patrimonio es prácticamente nulo, sostuvo que es necesario evitar que "a nivel autonómico" se dejen "vacías de contenido" algunas figuras fiscales "como ha sucedido en algunas comunidades". 

Apenas un día después, el presidente Sánchez dijo que el debate sobre los impuestos es "necesario" y argumentó que la Comisión Europea pide a España "desde hace mucho tiempo" que aborde esta reforma. El líder del Ejecutivo tiró de ironía para justificar sus planes y agregó que incluso "el peligroso comunista" Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, ha apuntado la necesidad de "elevar" el Impuesto de Sociedades, estableciendo un tipo mínimo efectivo. En este sentido, el programa del Gobierno de coalición abogaba por llevar ese porcentaje al 15%.

Calviño, en cambio, dijo este jueves que el Gobierno no habla, en ningún caso, de "subir impuestos" porque "no es el momento", e insistió en que la hoja de ruta únicamente pasa por "un marco que evite la evasión fiscal". La número tres del Ejecutivo reiteró que no debería haber subida impositiva "a corto plazo", pero sí abrió la puerta a "modernizar nuestro sistema fiscal", haciéndolo "más sólido y progresivo" y explorando las "oportunidades que da la fiscalidad verde".

Más presión fiscal

Lo cierto es que el plan de reformas e inversiones que el Gobierno remitirá a Bruselas a cambio de la llegada de los fondos europeos habla abiertamente de "acercar los niveles de tributación de España a la media de los países de nuestro entorno" si se quiere garantizar "la sostenibilidad a medio plazo del Estado del bienestar".

El documento incluye tasas al diésel, al plástico, a los residuos y los impuestos a servicios digitales (tasa Google) y a las transacciones financieras (tasa Tobin). Y, sobre todo, establece que se analizarán una a una las bonificaciones y deducciones fiscales existentes y se eliminarán algunas de ellas. El documento argumenta que la vía para "mejorar la recaudación" es "ensanchar las bases fiscales", es decir, eliminar ventajas tributarias.

Con todo ello, el Ejecutivo espera acortar la brecha de "siete u ocho puntos" que España mantiene con respecto a la medida europea en materia de presión fiscal, aunque los datos a cierre de 2019 establecen que ese diferencial era algo inferior y estaba por debajo de los seis puntos: 35,4% en España frente al 41,1% en la UE.

En los últimos días, también se ha posicionado en este debate la OCDE, que es contraria a las intenciones del Gobierno. El organismo ha recomendado que en España no se suban los impuestos "hasta que la recuperación no sea firme", aunque respalda que a medio plazo se puedan imponer nuevas tasas, por ejemplo, a las bebidas azucaradas o a determinados combustibles.

Casado habla de "hachazo fiscal"

Las intenciones de Moncloa en materia fiscal ya han recibido también duras críticas por parte de la oposición. "A ver si entiende que no puede subir los impuestos cuando las empresas quiebran. No puede subírselos a una tienda que no vende", esgrimió este miércoles el presidente del PP, Pablo Casado, que acusó al Gobierno de planear un "un hachazo fiscal" a los españoles. "Ya cuentan con 9.000 millones de euros más en impuestos en el presupuesto y ahora los quieren subir más", lamentó el líder de los populares en el Congreso.

El candidato de Ciudadanos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Edmundo Bal, aseguró por su parte este jueves que "no hay seguridad" en torno a la política fiscal del PSOE tras las distintas declaraciones de los últimos días. "No se ponen de acuerdo, me quedo asombrado cómo en el PSOE dicen una cosa y la contraria en el mismo día", subrayó.

De hecho, los pronunciamientos de miembros del Gobierno central en materia fiscal han chocado con la promesa del candidato socialista a la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, que se ha comprometido en varias ocasiones a no subir los impuestos. Sánchez sostuvo que Gabilondo tiene "su propia postura como candidato" en Madrid, y que al Gobierno central le corresponde "amoldar" las preferencias de las distintas autonomías en materia impositiva. Calviño, por su parte, cree que todas las posiciones son "compatibles".

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