El Gobierno ha vuelto a sufrir este lunes una amenaza, días después de que les enviasen balas al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; al exvicepresidente Pablo Iglesias; y a la directora de la Guardia Civil, María Gámez, a los que se ha tenido que reforzar la seguridad. Esta vez ha sido la ministra de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto, quien ha recibido un sobre con una navaja con marcas rojas, que puede tratarse de sangre o de pintura. La Policía Nacional ha identificado por la tarde al autor, un vecino del municipio de El Escorial, en Madrid, que sufre esquizofrenia. El cuerpo policial le ha localizado con facilidad, pues el remite que había puesto en el sobre se correspondía con su dirección y su nombre de verdad.

Sus problemas de salud mental han sido los que han provocado que la Policía no le haya detenido, aunque el caso ya ha sido judicializado. Ha sido la secretaria de Reyes Maroto quien ha abierto la carta y ha alertado a la ministra. Según han confirmado fuentes del Ministerio de Industria, donde se ha recibido la amenaza, en el sobre se incluían también dos CDs para conseguir que la navaja evitase el escáner de control. Además, el arma iba acompañado de "un montón de folios grapados con copias ampliadas de mensajes de Whatsapp y Twitter". También un folio manuscrito con palabras sueltas que el Ministerio no ha detallado aún.

Tras el aviso, la propia ministra se ha acercado a la comisaría situada en el Congreso de los Diputados para denunciar los hechos. En una comparecencia frente a la Cámara Baja, Maroto ha reconocido que ha sentido "miedo" cuando recibió la navaja. "No os podéis imaginar lo duro que es", ha llegado a declarar antes de contar que lo primero que ha hecho tras abrir el sobre ha sido llamar a su hijo para decirle que estaba bien. Además, ha asegurado que "nadie se está inventando nada", por las insinuaciones surgidas desde Vox, y que la carta "es para preocuparse".

Esa versión la mantuvo horas después, una vez identificado el autor. En un acto de campaña con Ángel Gabilondo, de quien será vicepresidenta económica si el PSOE logra alcanzar la Comunidad de Madrid tras las elecciones del 4-M, ha asegurado que la amenaza viene provocada "por el odio de la ultraderecha y el fascismo". "Es una carta que demuestra cómo el odio de ese fascismo puede llegar a una persona vulnerable que termina deseando mi muerte", ha declarado.

A lo largo del día, las condenas al envío de la navaja llegaron de todas las formaciones políticas, incluido Vox, que pidió personarse en la causa e insistió en que los partidos condenasen "toda la violencia". "No vamos a dejar que el odio se apodere de la convivencia en España", expuso, por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Diferencias con las amenazas a Marlaska e Iglesias

El envío de la navaja llega días después de las amenazas recibidas la pasada semana por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; el exvicepresidente y candidato de Podemos a las elecciones de Madrid del 4-M, Pablo Iglesias; y la directora de la Guardia Civil, María Gámez; quienes recibieron varias balas. A los tres les enviaron sendos sobres amenazantes con distintas cantidades de balas. Se trataba de cartuchos sin percutir del calibre 7,62 x 51 de los usados para el fusil Cetme.

Sin embargo, hay diferencias entre sí. En el caso de la amenaza recibida por la responsable de Industria, el autor identificado acudió a la oficina de Correos de su localidad y realizó el envío a las 13:24 horas el pasado 21 de abril, un día antes de que se hicieran públicas las amenazas a Marlaska, Iglesias y Gámez, que fueron enviadas desde un buzón todavía sin localizar. A preguntas de este diario, el Ministerio del Interior no ha aclarado si reforzará a partir de ahora la seguridad de Maroto, como sí ha hecho con los otros tres. En una entrevista publicada este lunes en 20Minutos, el propio Iglesias describía que las amenazas que recibieron él, Marlaska y Gámez no eran "como otras" por detalles como el tipo de letra y las balas que contenían los sobres.