Adiós al algodón, el futuro de la cosmética llega con las mascarillas faciales hechas de colágeno

Las mascarillas de biocelulosa con cosa del pasado.
Las mascarillas de biocelulosa con cosa del pasado.
PEXELS
Las mascarillas de biocelulosa con cosa del pasado.

Las mascarillas coreanas supusieron una auténtica revolución en la cosmética occidental gracias a su comodidad y la gran cantidad de ingredientes que depositan en nuestra piel que la dejan con una gran suavidad y luminosidad, además de actuar para los problemas que indican en su envoltorio.

Durante años hemos disfrutado de sus beneficios y gracias a la investigación, han llegado al siguiente nivel, despidiéndonos para siempre de la biocelulosa para adentrarnos en las mascarillas cuya matriz (el material de la máscara) está compuesta por fibras de colágeno.

El colágeno es la proteína más abundante del organismo y está formado por largas cadenas de aminoácidos. En el colágeno, estas cadenas se enrollan y enlazan entre sí originando cordones llamados fibras colágenas que forman parte de muchos tejidos en nuestro cuerpo.

Su función se focaliza en unir los tejidos conectivos (músculos, tendones, ligamentos, piel, huesos, cartílagos, tejido hematológico y adiposo y órganos), por lo que actúa como un elemento de sostén, aportándoles resistencia y flexibilidad. De esta forma es el responsable del grado de firmeza y elasticidad de estas estructuras y tiene un papel esencial en su hidratación.

Una de las marcas pioneras en este tipo de mascarillas es Olyan farma, con Native Collagen Mask Pure, una mascarilla de colágeno puro compuesta por fibras de colágeno nativo insolubles, moléculas de colágeno nativo con estructura de triple hélice y péptidos de colágeno nativo que promueven y activan la síntesis de nuestro propio colágeno.

Gracias a esta composición es perfecta para rehidratar, reparar calmar y regenerar las imperfecciones de la piel. Además, es el tratamiento idóneo para pieles deshidratadas o irritadas, con tono de piel desigual y con líneas de expresión y arrugas.

Esta mascarilla está realizada por un biomaterial a base de colágeno bovino, similar en un 97% con la piel humana que interacciona con ella como una segunda piel, a diferencia de la biocelulosa.

Cabe destacar los péptidos de colágeno entre sus ingredientes, ya que estos son los responsables de dar la señal al fibroblasto para potenciar la síntesis de colágeno endógeno (propio) a largo plazo, pues siguen activos hasta 45 días.

A diferencia de otras máscaras faciales, esta se compone de unas moléculas de colágeno estructurado de triple hélice, lo que le permite llegar a capas más profundas que el colágeno hidrolizado cuya única función se centra en hidratar. Además, estimula la síntesis de colágeno endógeno, gracias a los péptidos de colágeno nativo.

Como es comprensible, este colágeno estructurado tiene un tamaño mucho mayor que el colágeno hidrolizado, entonces, ¿cómo puede absorberse en capas más profundas? La respuesta son los péptidos, que ayudan a las células epiteliales a asimilarlo, ya que son los responsables de dar la señal al fibroblasto para potenciar la síntesis de colágeno.

El resultado es un cutis calmado de las irritaciones al instante, con el tono unificado, arrugas y líneas de expresión suavizadas, hidratación intensa y una piel regenerada, recuperada y sana.

Al ser un producto delicado y difícil de utilizar para que no se estropee cuando nos lo pongamos, de momento solo puede ser aplicado por un profesional en centros médico-cosméticos o clínicas dermatológicas como DERMATOCLINIC, en Madrid.

Sin embargo, podemos disfrutar de esta mascarilla a pequeña escala y en la comodidad de nuestra casa con los parches para ojos Colygen Eye Mask Pure Twin Pack, que nos promete exactamente los mismos resultados. Actualmente se venden en clínicas estéticas en una caja de 5 unidades con su ampolla de activación de ácido hialurónico a un precio de 85€.

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