Siete días desde la desaparición de Anna y Olivia en Tenerife: "Ahora buscamos siguiendo las corrientes hacia el sur"

La búsqueda del padre y sus dos hijas de 1 y 6 años desaparecidos hace una semana se está desarrollando este martes en un radio de acción que abarca a toda la costa sur, de este a oeste, de Tenerife, y también se ha extendido a la costa sureste de la isla de La Gomera.
La búsqueda del padre y sus dos hijas de 1 y 6 años desaparecidos hace una semana se está desarrollando este martes en un radio de acción que abarca a toda la costa sur, de este a oeste, de Tenerife, y también se ha extendido a la costa sureste de la isla de La Gomera.
La búsqueda del padre y sus dos hijas de 1 y 6 años desaparecidos hace una semana se está desarrollando este martes en un radio de acción que abarca a toda la costa sur, de este a oeste, de Tenerife, y también se ha extendido a la costa sureste de la isla de La Gomera.
La Policía Científica analiza una embarcación en la base de la Guardia Civil de la dársena pesquera de Santa Cruz de Tenerife,este jueves.
EFE

Este martes se cumplirán siete días de la desaparición de Anna y Oliva, de uno y seis años, junto a su padre, Tomás Gimeno, en Tenerife después de que el mismo debía haber entregado a las menores a su madre, de la que está separado, el pasado martes, 27 de abril, si bien nunca llegó a hacerlo. La investigación se ha ampliado ahora siguiendo las corrientes hacia el sur de donde fue hallada la embarcación-

Fue entonces cuando una llamada de Gimeno a la madre de las pequeñas la alertó, ya que le avisó de que no volvería a ver a sus hijas ni a él, lo que la llevó a denunciar el caso ante la Guardia Civil, que desde ese momento trabaja por encontrar pistas que le lleven al paradero de las menores, así como del padre, teniendo abiertas varias hipótesis en una investigación declarada secreta.

Así, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3 de Güímar (Tenerife) ha incoado diligencias previas sobre el padre de las menores por la presunta comisión de un delito de secuestro, así como durante el pasado fin de semana dictó una orden internacional de búsqueda.

Desde que la madre denunciara los hechos, la Guardia Civil ha liderado un dispositivo que rastrea por tierra, mar y aire no sólo la zona que abarca desde la Punta de Anaga hasta el Puertito de Güimar, sino también la zona sureste y oeste de la isla después de encontrar en las primeras horas de la desaparición el barco de Tomás, a la deriva y vacío, frente a la costa de Güimar.

El dispositivo está formado por el servicio aéreo y marítimo de la Guardia Civil, el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) y la Unidad Orgánica de Policía Judicial, que está al frente de la investigación, además de agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de Madrid. Asimismo tienen el apoyo de Salvamento Marítimo y del helicóptero del 112 de Canarias.

Corrientes hacia el sur

El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, ha informado este mismo martes de que se ha ampliado la búsqueda por mar siguiendo las corrientes hacia el sur de donde se encontró la embarcación.

Anselmo Pestana, que ha comparecido ante los medios de comunicación junto al general jefe de la Guardia Civil en las islas, Juan Miguel Arribas, ha subrayado que están abiertas todas las hipótesis en cuanto a la desaparición de este padre y sus dos hijas.

El delegado del Gobierno en Canarias ha insistido asimismo que continúa el operativo de búsqueda por tierra, mar y aire y apeló a "respetar" el secreto del sumario decretado por la jueza que dirige las investigaciones.

"Están abiertas todas las hipótesis, se sigue buscando en el mar siguiendo la corrientes hacia el sur de las islas", señaló. 

Mensaje de la madre

El pasado sábado, Beatriz, madre de las menores, quiso lanzar un mensaje de esperanza en el que deseaba que todo el mundo tuviera "una emoción fuerte de que aparezcan y que den las gracias por adelantado, sintiendo de corazón que ya están con su madre".

"Mi mensaje es que manden mucha luz y amor a las niñas, que estoy segura que están bien. Que no miren las noticias alimentando la mala energía, que todo el mundo piense que las niñas son una bonita luz que están protegidas y que en cuanto menos lo esperemos estarán jugando y corriendo felices", dictaba el mensaje publicado por COPE Canarias, recogido por Europa Press.

La misteriosa transferencia

En las últimas horas la investigación ha demostrado que los restos de sangre hallados el pasado viernes en el barco del padre no pertenecen a las niñas, según información adelantada por Televisión Canaria.

Los investigadores también han encontrado que Tomás Gimeno realizó una transferencia de unos 55.000 euros un día antes de llevarse a sus hijas del colegio. El padre habría enviado esa cantidad de una de sus cuentas corrientes a otra. 

Esta transferencia podría reforzar la hipótesis de una fuga por vía marítima, previo transbordo desde su embarcación a otro barco, previsiblemente un velero.

De alto riesgo

Desde el principio, el caso fue calificado de alto riesgo por la concurrencia de diversos factores, el más inquietante, las conversaciones telefónicas del padre con su expareja y madre de las niñas, a la que le dijo que jamás volvería a verlas y tampoco a él.

Las hipótesis más recurrentes son el secuestro parental, que es de hecho el delito en el que el juzgado que instruye el caso lo circunscribe, o el homicidio o asesinato de las niñas y el posterior suicidio del padre.

Fue en el mar donde se le perdió la vista al padre, que aquella noche, entre el martes y el miércoles de la semana pasada, después de no devolver a las niñas a su madre a la hora acordada, zarpó en su lancha desde la Marina deportiva del puerto de Santa Cruz de Tenerife.

Embarcó solo, como recogieron las cámaras de seguridad del puerto donde tiene el amarre y como corroboró un vigilante, que también lo vio cargando en su embarcación maletas y bolsas.

Manchas de sangre

La lancha, en la que la Guardia Civil halló una mancha de sangre, que resultó ser de Tomás Antonio, fue localizada horas después a la deriva y sin nadie a bordo frente al Puertito de Güímar.

En las proximidades hallaron flotando en el agua una sillita de retención infantil de una de las niñas.

Al remolcarla de nuevo al puerto, los investigadores repararon en que la lancha, de seis metros de eslora y con un pequeño camarote, no tenía el ancla. Tampoco tenía activado ningún sistema de geolocalización.

Ayuda de terceros

Fuentes cercanas al caso consultadas por Efe indican que una de las líneas de investigación trata de determinar si Tomás contó con la ayuda de tercera o terceras personas para la ejecución de un plan preconcebido.

La juez ha decretado una orden de búsqueda internacional a la par que las fuerzas de seguridad reforzaron la vigilancia en puertos y aeropuertos.

Antecedentes de amenazas

La madre de las niñas ya se había quejado el pasado mes de diciembre ante la Guardia Civil de que su expareja la había amenazado verbalmente, pero no quiso presentar denuncia.

No obstante, los agentes realizaron un seguimiento de oficio y, en marzo, volvieron a preguntarle. La mujer dijo entonces que el episodio de las amenazas de diciembre no se había repetido.

Según confirmaron a Efe fuentes de la investigación, a Tomás Antonio le constan antecedentes penales por amenazas y peleas.

Su vivienda, una casa terrera en Igueste de Candelaria, donde las niñas estuvieron la tarde previa a su desaparición, ha sido objeto de varios registros, el último este lunes, en busca de cualquier indicio que arroje luz al caso.

Indicios que también se buscan en los testimonios recabados de familiares y allegados y en el análisis de un duplicado de la tarjeta del móvil del padre, para monitorizar sus movimientos y sus comunicaciones.

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