Más Madrid busca socios para crecer tras su éxito el 4-M mientras Podemos fía su nueva etapa al tándem Díaz-Belarra

  • Verdes y morados coinciden en su análisis: tienen nichos de votantes muy diferentes y sus campañas funcionaron, al contrario que la del PSOE.
  • Unidas Podemos apuesta por Yolanda Díaz para recuperar parte del electorado perdido y Más País busca alianzas territoriales tras su fracaso de 2019.
Errejón confía en que todas las candidaturas de izquierda sumen y descarta facilitar que Ayuso gobierne sin Vox
Errejón confía en que todas las candidaturas de izquierda sumen y descarta facilitar que Ayuso gobierne sin Vox
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Errejón confía en que todas las candidaturas de izquierda sumen y descarta facilitar que Ayuso gobierne sin Vox

Dentro del batacazo sin paliativos que sufrió la izquierda en las elecciones del pasado 4 de mayo, también hubo ganadores y perdedores. El derrotado más claro fue el PSOE, que pasó de primera a tercera fuerza política. Y el principal triunfador de la noche, en cambio, fue Más Madrid, que consiguió un sorpasso inesperado y que ahora comienza a poner sus ojos en una posible expansión fuera de la región de la mano de socios territoriales. Unidas Podemos, por su parte, mejoró ligeramente sus resultados, aunque no logró sus objetivos. La noche acabó con la dimisión de Pablo Iglesias, lo que abre un proceso de sucesión controlada en el partido morado personificado en las figuras de Yolanda Díaz y Ione Belarra.

El ascenso de Más Madrid, desde luego, no compensó el batacazo del PSOE: de los 13 escaños perdidos por los socialistas, la candidatura de Mónica García solo logró retener cuatro y Unidas Podemos sumó otros tres. Pero su resultado supone un éxito para una formación nacida hace sólo dos años y que colocó al frente a una candidata con el hándicap de ser una de las menos conocidas al principio de la campaña. Fuentes de Más Madrid consideran que las cifras conseguidas demuestran que el partido ha conseguido asentarse y conseguir un nicho estable de votantes diferente al de otros partidos.

"Después del 2019, cuando Manuela Carmena dejó la política e Iñigo Errejón se fue de la Asamblea de Madrid, podríamos haber desaparecido, pero aguantamos un colchón" y ahora, dos años después, "hemos conseguido un espacio propio, dejar de aparecer en el imaginario colectivo como otro Podemos", analiza un dirigente de Más Madrid. Eso se traduce, a su juicio, en que el votante de la formación verde y el de la morada son cada vez más distintos.

Así lo piensan también fuentes de Unidas Podemos, lo que explica que las dos campañas para el 4-M fueran tan diferentes, aunque ambos sostienen que la pieza que falló en el bloque progresista fue, principalmente, el PSOE. "Nosotros hemos crecido más por el lado del PSOE que por el de Podemos, que tiene un votante que se ubica en una izquierda clásica, nítida, mientras que el nuestro, que es sin duda progresista, está en un eje de preocupaciones y de beligerancia distinto", considera un dirigente de Más Madrid, un análisis similar al que hacen los morados.

El discurso de Iglesias movilizó a sus votantes

Por ello, fuentes de Unidas Podemos no consideran que su campaña haya fallado y se remiten a que, de hecho, han crecido ligeramente. "La campaña ha servido para el target al que nos dirigíamos", sostienen. Y aseguran que, con un competidor netamente madrileño como el partido encabezado por Mónica García, no había opciones reales de disputar la bandera de la gestión, por lo que el espacio en el que Iglesias podía intentar competir era el de las grandes batallas ideológicas.

Según afirman estas fuentes, centrar el discurso en la disyuntiva entre "fascismo o democracia" sí ha servido para "movilizar" a los votantes más ideologizados, a los que un discurso menos netamente izquierdista como el de Más Madrid no llega. Y a eso ha ayudado que el candidato fuera Iglesias, que según el análisis de Unidas Podemos no solo ha dado a su partido el plus necesario para despegarse de la barrera del 5% de los votos sino que también movilizó a los progresistas, aunque paradójicamente contribuyera al crecimiento de García.

"La izquierda estaba muy desmovilizada antes de la candidatura de Iglesias, ni siquiera los votantes de Más Madrid estaban muy movilizados, y a partir del anuncio [del paso de Iglesias] la izquierda se movió", considera un dirigente de Unidas Podemos. Fue entonces, afirma, cuando "Más Madrid empieza a absorber voto del PSOE". Ese movimiento, para los morados, tiene dos explicaciones: que los electores dudosos de Más Madrid descartaron en ese momento a Unidas Podemos "porque a muchos votantes de Errejón se les hacía muy duro votar a Iglesias" y porque, además, García pudo impulsar su imagen "como una especie de espejo al estilo de liderazgo fuerte" de Iglesias.

Este estilo discursivo suave es una seña de identidad de Errejón y, a juicio de los dirigentes de Más Madrid consultados, el buen resultado lo avala. "Que haya habido tanta participación y el resultado haya sido tan bueno significa que Más Madrid está tocando teclas de gente que no es muy militante", consideran fuentes del partido. Y otro dirigente considera que una clave del éxito ha sido, precisamente, no hacer de las "grandes construcciones ideológicas" el eje del discurso. "Hemos sido una fuerza de oposición vehemente que ha plantado cara a Ayuso, pero también hemos aportado soluciones y puesto el foco en cosas que le interesan a la gente", sostienen.

Podemos busca mejorar con Díaz, Más Madrid crecer

A corto y medio plazo, los objetivos de Más Madrid y Unidas Podemos son bien distintos. Los morados anunciaron este viernes la puesta en marcha de un congreso para sustituir a Iglesias al frente de Podemos que culminará el 13 de junio, y la dirección del partido ha consensuado que sea la ministra de derechos sociales, Ione Belarra, quien tome las riendas de la formación. Pero, sobre todo, Unidas Podemos tendrá que adaptarse a que sea la vicepresidenta tercera del Gobierno, Yolanda Díaz, quien asuma de manera efectiva el mando en la coalición de cara a ser candidata morada en las generales que, salvo adelanto, se celebrarán en 2023.

Con Díaz, los morados están convencidos de que pueden recuperar una parte del voto perdido en los últimos años por un Iglesias que, según reconoce la propia dirección de Podemos, tenía una imagen muy desgastada. Y, además, fuentes de Unidas Podemos creen que la futura candidata podría entrar al electorado que, el 4-M, votó a Más Madrid. Según el análisis morado, en Madrid se ha configurado un "voto dual" por el cual no se vota lo mismo en autonómicas que en generales. Y "si hacemos bien los deberes, esos votantes volverán para 2023", apuesta un dirigente.

¿Y Más Madrid? Pese a que los dirigentes de la formación han insistido en el carácter netamente autonómico de la formación, lo cierto es que el propio Errejón ha afirmado que la vía verde tiene "mucho recorrido" y ha defendido la posibilidad de estudiar pactos "sin prisa" para "contribuir a un impulso verde en España". No obstante, oficialmente Más Madrid se limita a señalar que, aunque "el resultado ha hecho a mucha gente prestar atención" a lo ocurrido en la región, el partido "no va a hacer futuribles o valoraciones en abstracto" sobre una expansión a nivel nacional ni va a "tutelar o pilotar un proceso en otros territorios".

En las segundas generales de 2019, Errejón intentó repetir el éxito de Más Madrid a escala nacional, con Más País, pero no cuajó. En apenas unas semanas intentó llegar a pactos para apoyar su candidatura en estructuras de partidos de ámbito autonómico, solo se presentó en 18 circunscripciones y apenas logró tres diputados (dos en Madrid y uno en Valencia). Ahora, el impulso de Más Madrid sí puede servir para tratar de relanzar el proyecto de Más País a escala estatal sin la urgencia de unos comicios inminentes. El modelo, explican las fuentes consultadas, es el de la relación con Compromís: ambos partidos mantienen su independencia, pero se presentaron juntos a las elecciones y colaboran estrechamente.

"Cada sitio es diferente", advierte sin embargo un dirigente de Más Madrid. Y eso significa que en comunidades donde no existe un partido progresista de corte autonómico como puede ser el valenciano, Más País sí puede tener espacio para desarrollar estructuras propias. "De momento las hay en Murcia, Andalucía o Extremadura", enumeran fuentes del partido, que explican que otras formaciones con las que podrían buscarse entendimientos son Teruel Existe o el BNG.

A corto plazo, lo que parece más cercano es un acercamiento con Andalucía No Se Rinde, el proyecto que está construyendo Teresa Rodríguez después de dejar la secretaría general de Podemos Andalucía y de mantener una durísima pugna con sus excompañeros en el Parlamento autonómico. Ante los rumores de un posible adelanto electoral en Andalucía, "los compañeros de Más País en Andalucía tendrían que tomar la decisión de si concurrimos y cómo", señaló Errejón hace unos días. Pero también apuntó que a su partido le gustaría "formar parte" del "lento pero muy prometedor resurgir del andalucismo" progresista que lidera Rodríguez, pese a que, durante el tiempo en el que ambos estuvieron en Podemos, lideraron las corrientes internas más contrapuestas.

Daniel Ríos
Redactor '20minutos'

Redactor de Nacional. Me hice mayor en Infolibre y llegué a 20minutos a finales de 2019. Sigo a Sumar y a Podemos y me paso la vida en el Congreso, donde también me encargo de la crónica parlamentaria. Cosecha de 1993.

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