Una entrada migratoria en Ceuta sin precedentes: el goteo sigue durante la noche y ya han cruzado más de 5.000

Cientos de jóvenes marroquíes esperan el momento de cruzar la frontera española, por tierra o agua, en Castillejos, Marruecos.
Cientos de jóvenes marroquíes esperan el momento de cruzar la frontera española, por tierra o agua, en Castillejos, Marruecos.
MOHAMED SIALI / EFE
Cientos de jóvenes marroquíes esperan el momento de cruzar la frontera española, por tierra o agua, en Castillejos, Marruecos.
Cientos de personas siguen dirigiéndose, en una ola imparable que ha durado toda la jornada del lunes y se prolonga durante esta madrugada, desde la localidad de Fnideq (Castillejos) para cruzar hacia Ceuta, en una avalancha de inmigrantes sin precedentes en España al registrarse la entrada en 24 horas de 5.000 personas (un tercio de ellas menores) en la ciudad española fronteriza con Marruecos. (Vídeo: MOHAMED SIALI / EFE)

Cientos de personas seguían dirigiéndose este lunes por la noche desde la localidad marroquí de Fnideq (Castillejos) hacia Ceuta para tratar de cruzar hacia la ciudad española, en una ola imparable que duró toda la jornada y se prolongaba durante la madrugada de este martes.

La avalancha migratoria registrada en la ciudad autónoma, que sumaba ya este lunes por la noche unas 5.000 personas (un tercio de ellas menores), según la Delegación del Gobierno en Ceuta, no tiene precedentes en España ni siquiera en los años más críticos de las crisis migratorias registrados en las Islas Canarias o en el Estrecho de Gibraltar.

El anterior récord se había alcanzado en noviembre del año pasado, cuando en un solo fin de semana arribaron a las costas de las Islas Canarias 2.188 emigrantes a bordo de 58 pateras o cayucos; de ellos, 1.461 llegaron en una sola jornada, cifra esta última que ha sido prácticamente duplicada este lunes.

Ni en 2018, año que supuso un "pico migratorio" con 57.500 entradas irregulares en todo el territorio nacional, se alcanzó esa cifra en un solo día, ni tampoco en 2006, en la conocida como "crisis de los cayucos", que llevó a Canarias a 32.000 emigrantes.

¿Cree que el Gobierno es responsable de la entrada masiva de inmigrantes a Ceuta?

Sin control en el lado marroquí

Familias enteras con niños, jóvenes, pero sobre todo muchos menores de edad no acompañados, además de un número menor de subsaharianos, todos se dirigían sin dudarlo hacia la frontera con Ceuta con el objetivo de atravesar hacia el lado español ante la aparente indiferencia y escaso control de las fuerzas de seguridad marroquíes.

Muchos vehículos aparcaron en el perímetro cercano al puesto fronterizo, mientras se iba formado una cola inacabable de personas que bordeaban la costa entre Castillejos y Ceuta y lograban superar sin mayor dificultad el espigón que separa las dos ciudades, unos a nado y otros andando.

La carretera que va hacia el puesto fronterizo de Ceuta por el lado marroquí llevaba más de un año cerrada con barreras de seguridad ante cualquier movimiento de personas o vehículos desde el cierre de la frontera terrestre en marzo de 2020 como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus.

'Efecto llamada'

Varios aspirantes a emigrar a Ceuta contaron a Efe que la avalancha de emigrantes empezó el domingo por la noche cuando corrieron los rumores entre los ciudadanos sobre la retirada del despliegue de las fuerzas del orden en el entorno del puesto fronterizo desde el lado marroquí, que se conoce en este lado como Bab Sebta (la Puerta de Ceuta).

Esto produjo un efecto llamada y desde el lunes a primera hora la gente no paraba de llegar a Castillejos, donde el movimiento no cesó ni siquiera en la noche, pese al toque de queda impuesto en el país vecino como prevención contra el coronavirus.

En Castillejos, un joven hablaba a gritos con un grupo de amigos apostados en la frontera, aparentemente cerrada en el lado marroquí: "No os vayáis, me han dicho que van a volver a abrirla a las 3 ó 4 de la mañana y podréis pasar", les aconsejaba.

Otra vecina de Castillejos cuenta : "Un familiar mío, un adolescente, en cuanto le llegaron las informaciones vino desde Fez [a cinco horas de viaje], y ahora ya ha logrado entrar en Ceuta".

Y una mujer del mismo pueblo relataba que su hijo de 15 años entró en Ceuta como quien comete una travesura, acompañado de sus amigos. "En cuanto me avisaron mis vecinas, fui corriendo hasta la playa de Ceuta para buscar a mi hijo", contaba a Efe la madre mientras señalaba a su chilaba mojada y sus pies llenas de arena. La frontera no había existido para ella.

Una "carta de presión" contra España

La mayoría de los que han podido cruzar con facilidad hacia Ceuta eran marroquíes, según pudo constatar Efe en el lugar, y en menor medida subsaharianos.

En un momento sobre las 22.30 hora local (una más en España) se realizó un despliegue moderado de policías y fuerzas del orden para intentar alejar de la carretera principal a las miles de personas que se congregaban en el lugar, aunque esto no frenó los intentos para atravesar hacia el lado español.

El presidente del Observatorio del Norte para los Derechos Humanos, Mohamed Benaissa, que dice no haber visto nada parecido "en toda su vida", cree que la actual avalancha de emigrantes es "una carta de presión que usa Marruecos contra España" por la crisis diplomática actual entre los dos países tras la hospitalización en Logroño del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.

La Delegación del Gobierno en Ceuta ha cifrado a última hora de la tarde en más de 3.000 el número de ciudadanos marroquíes que han accedido irregularmente a la ciudad autónoma durante este lunes bordeando los espigones marítimos fronterizos del Tarajal y Benzú ante la pasividad de las fuerzas de seguridad del país vecino, que según fuentes policiales no están haciendo "nada" para contener la salida de compatriotas hacia la localidad española.

Pero Benaissa también apunta que esta emigración masiva es fruto de la desesperación de los jóvenes de esta región norteña que vive una crisis tras el cierre de la frontera terrestre, el abrupto final del contrabando de mercancías (fuente principal de sustento durante décadas) y la falta de alternativas económicas, que ha causado en los últimos meses manifestaciones de protesta callejera .

El Gobierno español ha enviado a 200 agentes suplementarios a Ceuta (150 policías y 50 guardias civiles) para reforzar el control fronterizo, además de personal específico de la Policía Científica y de Extranjería y Fronteras para agilizar los trámites de devolución en aplicación del acuerdo con Marruecos de 1992, aunque ese acuerdo se ha aplicado en el pasado solo con cuentagotas.

Varias unidades del Ejército de Tierra comenzaron asimismo este lunes por la noche a colaborar en las labores de control de las calles de Ceuta, uniéndose al dispositivo especial puesto en marcha por la entrada de los inmigrantes.

El Gobierno marroquí no se pronunció en todo el día sobre lo sucedido.

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