Valencia

Un estudio revela que el zinc podría reducir la mortalidad en pacientes de COVID-19

Un estudio revela que el zinc podría reducir la mortalidad en pacientes de COVID-19
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Esto supone que "el virus se encuentra mucho más cómodo cuando hay deficiencia de zinc", explica el doctor en Medicina Robert Güerri, coordinador de hospitalización de COVID-19 del Hospital del Mar de Barcelona y director del proyecto junto al investigador Rubén Vicente, del grupo de Biofísica del Sistema Inmunológico de la Pompeu Fabra (UPF).

Los resultados de la investigación se han presentado en un encuentro telemático organizado entre las dos cátedras de Fundación QUAES, en la Universitat Politècnica de Valencia (UPV) y en la Pompeu Fabra de Barcelona.

¿Suplementar con zinc reduce la mortalidad en el paciente Covid-19? Esta fue la premisa con la que arrancó el estudio, dado que se trata de un oligoelemento esencial y necesario para fabricar estructuras básicas del cuerpo, así como para mantener la buena salud del sistema inmunológico. De ahí la importancia de mantener una dieta variada, ya que con ella es posible evitar la carencia de zinc.

El zinc a través de alimentos como las ostras, la carne roja, la carne de ave, las legumbres, los huevos, los frutos secos, las frutas y hortalizas y los lácteos. Una correcta ingesta diaria sería de 11 miligramos para los hombres y ocho para las mujeres.

De media, se calcula que en Europa entre un 10 y un 20% de la población tiene deficiencia en zinc y que esta cifra aumenta hasta un 30% si la valoración es a escala mundial. Esto es debido a una dieta pobre, poco variada y basada en cereales.

Son datos "preocupantes" si se tiene en cuenta que entre un 4 y 5% de la mortalidad infantil se asocia a deficiencia en zinc, ocasionando principalmente enfermedades respiratorias y gastrointestinales.

En cuanto a su papel antiviral, el zinc modula la respuesta del sistema inmunitario y regula el fenómeno de activación de los linfocitos T y B, que destruyen las células infectadas que generan anticuerpos.

"Una deficiencia en zinc produce una respuesta exagerada del sistema inmune que aumenta la liberación de citoquinas y la inflamación. Y la inflamación reduce los niveles circulantes de zinc, con lo que se inicia un bucle que puede acabar dañando al individuo", explica el investigador de la UPF.

Paralelamente, la entrada de zinc en las células se postula como un agente antiviral porque puede parar la multiplicación de los virus. Ya hay literatura científica que demuestra que una entrada de zinc masiva es capaz de parar o inhibir el fenómeno de replicación de determinados virus, junto a pruebas en laboratorio que demuestran este hecho en infecciones de coronavirus, rinovirus, herpes y hepatitis.

TRUMP Y EL ZINC

Respecto a un posible tratamiento para el paciente de COVID, el estudio recuerda que la Casa Blanca dio a conocer en octubre el tratamiento que seguía el expresidente Donald Trump para combatir la enfermedad por coronavirus, un tratamiento que incluía el zinc.

"En los países anglosajones, dar tratamientos suplementados con zinc en pacientes con infecciones respiratorias virales es muy frecuente y podemos decir que se ha prescrito de forma generalizada durante la pandemia", concluye Güerri.

Aun así, para los investigadores es relevante destacar la importancia de la supervisión médica para la suplementación, ya que debe realizarse en cantidades determinadas (unos 20-50 gramos de dosis diaria) y por tiempo limitado, pues mantenida en largos periodos genera deficiencia en otro importante oligoelemento: el cobre.

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