Ni debate sobre el estado de la nación ni Conferencia de Presidentes: así esquiva Sánchez a oposición y autonomías

Ni cara a cara con la oposición en el Congreso ni debate con las autonomías. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no parecer tener intención de convocar un debate sobre el estado de la nación ni tampoco una Conferencia de Presidentes a corto plazo, a pesar de que nada lo impide en el primer caso y de que prometió hacerlo en el segundo. Pero los cálculos políticos de Moncloa y una agenda plagada de temas espinosos en las próximas semanas parecen haber llevado al Gobierno a evitar por ahora esos dos actos de rendición de cuentas.

Una tradición rota por Sánchez

En el caso del debate sobre el estado de la nación, Sánchez rompería una norma no escrita. Aunque no figura en la Constitución ni en el Reglamento de la Cámara, el debate es una cita que sólo se suprime por causas excepcionales. Cierto es que la excepcionalidad ha sido norma en los últimos años –no hubo debate en 2016 por las elecciones, en 2017 porque el Gobierno acababa de arrancar, en 2018 por coincidir con la moción de censura, en 2019 por la repetición electoral y en 2020 por la pandemia–, pero también lo es que, salvo en ocho ocasiones, González, Aznar, Zapatero y Rajoy respetaron la tradición.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de esta semana, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, replicó que "se podrá criticar a este Gobierno de muchas cosas, pero no de no comparecer permanentemente ante el Congreso", y se escudó en las intervenciones periódicas de Sánchez por el estado de alarma para defender que, de facto, ya ha habido "varios debates de la nación" en los últimos meses, evitando fijar una fecha. 

Sánchez compareció cada quince días en el primer estado de alarma, pero sólo lo hizo en tres ocasiones durante los seis meses que duró el último. Además, apenas uno de esos debates fue monográfico, mientras que en las restantes dos ocasiones aprovechó para dar cuenta, también, de consejos europeos y del plan de reformas pactado con la UE a cambio de los fondos de recuperación. Fuentes del Gobierno no prevén que se convoque el debate, al menos, hasta que se supere el 70% de vacunados.

Sin fecha para la Conferencia

En el caso de la Conferencia de Presidentes autonómicos, el argumento del Gobierno es que todas las semanas se reúne el Consejo Interterritorial de Salud y que también hay conferencias sectoriales donde se abordan las cuestiones de actualidad, según expresó Montero a finales de mayo. La portavoz también incidió en que bajo el mandato de Sánchez ha habido "infinitamente más" conferencias que con el PP, lo que es verdad, porque hubo 17 extraordinarias por la pandemia, frente a las dos que convocó Rajoy entre 2011 y 2018, al igual que es verdad que Sánchez nunca la convocó hasta la irrupción del coronavirus.

"Siempre que ha considerado importante mantener un diálogo más formal, el presidente ha convocado la Conferencia", agregó Montero, que se limitó a decir que ese foro se reunirá "cuando lo considere" Sánchez y reiteró que "hoy por hoy" el "día a día" se cubre a través de otros órganos. Más explícita fue la vicepresidenta Carmen Calvo a principios de mayo, cuando prometió que la Conferencia se convocará "dos veces al año" y que "antes de que termine la mitad de este año" habrá una primera reunión con los líderes autonómicos.

A día de hoy, ese plazo tiene todos los visos de incumplirse. Salvo que por motivos de urgencia se celebrara una reunión extraordinaria, el reglamento de la Conferencia establece que debe convocarse con 20 días de antelación, como mínimo, y para que pudiera celebrarse antes de que concluya la primera mitad del año, el Gobierno necesitaría activar la convocatoria antes del próximo viernes, algo que no parece estar en los planes del Ejecutivo, al menos por ahora.

La réplica del Gobierno y las quejas del PP

En el Gobierno también replican que las Conferencias de Presidentes recibieron muchas críticas de las autonomías del PP, que ahora reclama su convocatoria. En los compases más graves de la pandemia, varias comunidades gobernadas por los populares –pero también Euskadi y Cataluña– se quejaron, entre otros motivos, porque se enteraban de las decisiones del Ejecutivo al mismo tiempo que la ciudadanía y porque argumentaban que no había debate real.

En mayo, los populares registraron una iniciativa en el Congreso para solicitar la convocatoria urgente de una Conferencia de Presidentes, pero sólo concitó el apoyo de PP, Ciudadanos y CC, mientras que PSOE, UP, Vox y los socios del Gobierno votaron en contra. El líder de la oposición, Pablo Casado, también ha reclamado con insistencia –desde febrero– que se convoque el debate sobre el estado de la nación, por ahora, sin éxito.