El hijo de Toñi Salazar se enfrenta a la cárcel por estafa

Ana y Juan viven una auténtica pesadilla desde que, en enero de 2020, decidieron comprarle una furgoneta a Borja Rilo, el hijo de la cantante Toñi Salazar. El joven, que decía tener los papeles en regla, realizó la compraventa de un vehículo embargado desde 2015 a un tercero y que no podía ser tramitado en ningún caso. 

Solo unos días después del pago de los 6.100 euros de la transacción, empezaron los problemas: la furgoneta -de extrema necesidad, porque el matrimonio tiene dos hijos discapacitados en grado 3 de dependencia- perdía agua, el cambio automático no funcionaba y se calaba en cualquier trayecto imposibilitando un uso adecuado.

Tras perseguir a Borja durante semanas, finalmente obtuvieron respuesta. El hijo del 50% de Azúcar Moreno les propuso recomprar la furgoneta. Aunque aceptaron recibir cerca de 1.000 menos de lo abonado, el dinero nunca llegó: "Estamos desesperados porque necesitamos un coche más grande, uno de nuestros niños necesita oxígeno y es difícil poder llevarlo en el que tenemos ahora”, dicen en conversación con 20Minutos.

Cansados de los desplantes, Ana y Juan decidieron acudir a la Guardia Civil. Fue allí cuando se enteraron de que el vehículo nunca había estado a su nombre. Informado de las pretensiones del matrimonio, Borja cambió de actitud y respondió que nunca recuperarían su dinero. 

El próximo 28 de junio, en el juzgado 2 de Móstoles, tendrán lugar las declaraciones de las partes dentro de las diligencias previas que se practican por un presunto delito de estafa, que podría acabar con el joven en prisión. Con un largo historial delictivo, este matrimonio de Toledo no es el único que ha optado por acudir a los tribunales en los últimos tiempos por prácticas similares.