Sánchez anuncia que indultará hoy a los presos del procés para "buscar la concordia" y "empezar de nuevo"

Sánchez, en el Liceu
Sánchez, en el Liceu
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Sánchez, en el Liceu
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, confirmó este lunes a Barcelona lo que ya era un secreto a voces: que el Gobierno va a indultar mañana martes a los líderes independentistas condenados por el procés a hasta 13 años de cárcel por delitos de sedición, malversación o desobediencia.
Europa Press

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, confirmó este lunes que mañana martes concederá el indulto a los líderes independentistas condenados por el procés catalán. Sánchez hizo el anuncio durante una conferencia bajo el título ‘Reencuentro: un proyecto de futuro para toda España’ y pronunciada en el Gran Teatro del Liceu, ante unos 300 representantes de la sociedad civil. El presidente defendió la medida de gracia por la necesidad de "buscar la concordia" y "empezar de nuevo" tras años de conflicto.

En su intervención, Sánchez sostuvo que es el momento propicio para conceder la medida de gracia porque ya ha concluido la vía judicial y hay "una sentencia firme" –requisito indispensable para poder conceder el indulto–, porque el Gobierno "está obligado a tramitar" las peticiones teniendo en mente "las consecuencias" de responder en un sentido u otro y, en tercer lugar, porque "el paisaje que nos ha dejado la pandemia nos ha transformado": "Lo importante es la vida, vivir en común, nos necesitamos unos a otros", dijo el presidente.

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Por todo ello, prosiguió, el Gobierno "ha decidido afrontar el problema, buscar la concordia" y, por eso, "mañana, pensando en el espíritu constitucional de concordia", el Consejo de Ministros abordará la concesión del indulto a los nueve condenados del procés que aún están en prisión. "Por la concordia, con corazón", dijo Sánchez, para "abrir paso a la reconciliación, el reencuentro", y con la esperanza de que la medida de gracia permita "comenzar de nuevo y hacerlo mejor esta vez", pues "el futuro debe importar más que el pasado".

Gritos de 'independencia'

Inmediatamente después del anuncio del presidente, varios de los asistentes a la conferencia interrumpieron sus palabras con proclamas en favor de la "independencia" y la "amnistía". "Visca la terra" ("viva la tierra"), se pudo escuchar brevemente, antes de que el resto de asistentes cortaran la protesta con aplausos en favor del presidente del Gobierno, quien reconoció que no todos están de acuerdo con los indultos, pero reiteró su determinación de "dar el paso ahora" para "recomenzar". Porque "alguien debe dar el primer paso".

Mientras tanto, a las puertas de Liceu, cientos de personas convocadas por la ANC, Poble Lliure y Arran se concentraron para rechazar la presencia del presidente Sánchez, que accedió al recinto entre botes de humo y abucheos de los presentes y protegido por un amplio despliegue policial, entre silbidos y pitidos. Los manifestantes reclamaron la amnistía para los "represaliados" del procés y la independencia de Cataluña. "Fuera las fuerzas de la ocupación", "Amnistía y libertad", "traidores", se escuchó a las puertas del teatro.

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, señaló que los indultos son "un paso insuficiente e incompleto" y que "no aportan ninguna solución" total al "conflicto", sino sólo una salida "parcial". El president insistió en que para resolver "el conflicto político" es necesario un referéndum de autodeterminación pactado con el Estado, opción que la Moncloa descarta.

Duras críticas de la oposición

Las de algunos sectores del independentismo no son las únicas críticas a las que Sánchez tendrá que hacer frente por la concesión de los indultos. La oposición en bloque –PP, Vox y Cs– rechaza la medida de gracia y lanza duras críticas al presidente, al que acusan de conceder el perdón a los líderes independentistas para garantizarse el apoyo de los diputados de ERC en el Congreso y estirar así la legislatura, una posible derivada parlamentaria a la que el líder del Ejecutivo no se refirió en su intervención de este martes.

En todo caso, el presidente sí replicó a quienes creen que "es más útil para la convivencia" que los condenados permanezcan "más años en la cárcel". "No estoy de acuerdo", dijo Sánchez, quien calificó de "prohibitivo" el "coste social" de mantener la actual situación. "España no puede permitírselo, por más que a algunos la perspectiva les resulte atractiva", recalcó en su intervención, en la que cargó contra quienes mantienen posiciones "inmovilistas" incluso después de "años de parálisis" y "errores".

Sánchez también rebatió a quienes se oponen a la medida porque los independentistas no han desistido de su proyecto político. "Dicen que no van a abandonar sus ideales. Y es verdad. ¿Acaso cambiarían ellos los suyos si los encarcelaran?", lanzó. Eso sí: advirtió de que espera "que se entienda que no hay caminos fuera de la ley" y que se "asuma que ningún propósito es legítimo si atropella a parte de la sociedad". "Exigimos que nos atengamos al pacto constitucional. Fuera de la lealtad no hay espacio para la política", remachó.

En ese mismo sentido, quiso dejar claro que su Gobierno y el PSOE creen "genuinamente en la unidad de España, en la unidad de todos los pueblos de España", al tiempo que mostró su "orgullo" por "la diversidad territorial" y opinó que la democracia no es sólo "ley y justicia", sino también "razones, valores, emociones, diálogo...", pues "convencer es la forma más duradera de vencer". "La unión que necesitamos es aún más fuerte cuando se sostiene en un proyecto común. Esa es mi idea y mi proyecto para España", apuntó.

Una medida legal y constitucional

La oposición también ha cuestionado la concesión de los indultos por la falta de arrepentimiento de los condenados y por la oposición del tribunal sentenciador y la Fiscalía, pero el presidente insistió en que es una medida "recogida expresamente en el artículo 62 de la Constitución" y que "ni cuestiona ni revoca la sentencia", sino que se mueve "en otro plano" y que es "necesaria en determinados momentos" para "solucionar conflictos, abrir caminos de entendimiento" y que "sea posible una vida en común".

"No podemos quedarnos rezagados, estamos obligados a desbrozar el camino", insistió Sánchez, quien consideró que esa "mano tendida" la comparten "cada vez más" sectores de la sociedad catalana y del resto de España, y que los indultos contienen un mensaje "no sólo" dirigido a las nueve personas que "asumieron las consecuencias legales de sus actos desde el primer día", sino a "millones de personas" a las que el Gobierno quiere "sumar simbólicamente para la convivencia". 

Un futuro mejor

La intervención el presidente giró en torno a dos ejes: la reconciliación y la idea de que los indultos pueden abrir el camino hacia un futuro compartido y esperanzador. Con ellos, sostuvo, la democracia española "va a dar un gran para para el reencuentro" y arrancará "el camino para la normalidad". Se pondrá fin a una etapa de "agravios y reproches" y, "en lugar de buscar más culpables", se superará el "conflicto" y se apostará por la "concordia". O eso es, al menos, lo que sostiene Sánchez, que adopta la decisión más arriesgada de su mandato.

A partir de ahora, en palabras del presidente, se abre un escenario que permite "construir junto un nuevo país" y "resolver problema estructurales", con la ayuda también de los fondos europeos de reconstrucción. Una tarea que pretende abordar con "diálogo y concordia", el "espíritu de la Constitución" que fue "capaz de reconciliar" a personas enfrentadas durante la Guerra Civil. "No concibo una nueva España sin una nueva Cataluña (...). No podemos empezar de cero, pero podemos empezar de nuevo. Mañana podemos cambiar la vida de nueve personas y espero que empecemos a cambiar la Historia", concluyo´.

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