Pelirrojas, cuando el rojo es mucho más que un color

El pelirrojo ha sido una tonalidad muy estigmatizada.
El pelirrojo ha sido una tonalidad muy estigmatizada.
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El pelirrojo ha sido una tonalidad muy estigmatizada.

Los tonos cobrizos están de moda y son tan sugerentes que no dejan nunca de atraernos. Quizá sea por su singularidad o por lo que simboliza el color rojo, también por el papel que ha jugado el arte y el cine a la hora de crear un imaginario colectivo, aunque, también hay que decirlo, no siempre ha sido fácil ser pelirroja.

Se estima que solo entre el 1 y el 2% de la población es pelirroja, quizá por ese motivo el pelo rojizo nos resulta tan exótico y atractivo, aunque no siempre los prejuicios se lo han puesto fácil. 

El pelo rojo se relacionaba en algunas culturas antiguas como la egipcia con características mágicas. Tanto es así que se dice que Cleopatra, también precursora del bob, se teñía el pelo con henna para reforzar aún más su poder. Lo mismo sucedía con los romanos, admiradores siempre de lo insólito en cuanto a la belleza que llegaba de otras latitudes, no solo teñían el pelo de rubio, también de rojo”, explica M.ª José Llata, de Peluquería Llata Carrera.

Sin embargo, de la fascinación se pasó a la condenación con el paso de los siglos y durante parte de la Edad Media y Moderna, las pelirrojas eran tildadas y perseguidas por brujas. 

El rojo siempre nos ha sugerido sensualidad, fuego y un fuerte carácter y en un momento de fanatismo, las mujeres que no seguían la norma se las tachaba de brujería, así que ser pelirroja más que un bello atributo fue durante siglos una maldición. El pelo pelirrojo de las mujeres se ha reproducido en el arte como símbolo mágico, no siempre negativo, solo hay que recordar la melena rojiza que luce Venus en el famoso cuadro de Botticelli o en las obras de Tiziano, que animaron a las italianas de su época a teñirse el pelo para imitar a las mujeres de elegancia sosegada de sus cuadros”, aclara Charo García, de Ilitia Beauty & Science.

En épocas más recientes ha sido el cine el responsable de formar un nuevo simbolismo cargado de erotismo y sensualidad. “El gran culmen sobre el pelo pelirrojo se produce con la película Gilda en la que Rita Hayworth explota al máximo esta significación de voluptuosidad reforzada por el vestido y el baile. El cine nos tiene acostumbrados a estereotipar según el color del pelo. Así, la inteligencia y la maldad son morenas, la estupidez y la bondad, rubias y la concupiscencia es pelirroja”, asegura Felicitas Ordás, de Felicitas Hair.

No obstante, más allá de los prejuicios que genera el desconocimiento, hoy sabemos que el pelo pelirrojo no le debe el color a una personalidad determinada, sino a la presencia de un cromosoma poco habitual. 

“El pelo rojo tiene unas características propias, además de la fuerte presencia de la melanina de tipo feomelanina y un bajo nivel de la oscura, eumelanina, tiende a ser más grueso que el resto de tonalidades, aunque menos abundante. La media de cabellos de las pelirrojas es de 90.000, las rubias de 110.000 y las morenas de aproximadamente 140.000”, matiza Rafael Bueno, de Rafael Bueno Peluqueros.

Otra de sus particularidades es la estabilidad de su color que permanece inalterable por más tiempo. “El pigmento que le da su tonalidad característica se pierde después que en las melenas con otros tonos. Es decir, las canas aparecen más tarde y cuando lo hacen son rubias y no blancas. Para aquellas a las que el color les fascina y se han decido por teñirse una melena cobriza, les recomiendo que utilicen en casa mascarillas específicas para mantener el brillo y la fuerte vibración de un tono que siempre es apasionante”, aconseja Raquel Saiz, de Salón Blue by Raquel Saiz..

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