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Australia, Israel o China: ligera subida de la Covid en los países desde los que se puede viajar sin PCR ni vacuna a España

Israel ha dado marcha atrás a no llevar mascarilla en interiores ante el aumento de casos.

Durante poco más de un mes, el Reino Unido figuró en la lista de países privilegiados con respecto a la Covid, tanto por su buena situación epidemiológica como por las facilidades para que sus ciudadanos viajaran a la UE. A diferencia del resto del mundo, formaba parte de una reducida lista de naciones desde la que sus habitantes no necesitaban estar vacunados ni mostrar una PCR negativa a su llegada a España. Pero el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha excluido este lunes a Reino Unido de este listado, por lo que sus ciudadanos sí necesitarán una PCR o estar vacunados cuando a partir del jueves puedan llegar a Baleares, el único territorio español incluido en su lista verde.

El resto de países que siguen gozando del privilegio de que sus ciudadanos puedan llegar como antes de la pandemia se mantienen en la 'nueva normalidad' aunque con brotes que han obligado a decretar nuevas restricciones y confinamientos como en Australia o China, o a imponer de nuevo el uso de la mascarilla en los interiores, como acaba de hacer Israel después de una semana de contagios al alza.

Estos tres países forman parte de la primera lista que elaboró la Comisión Europea de países desde lo que se podría viajar sin necesidad de acreditar estar vacunado o un diagnóstico positivo. Australia, Nueva Zelanda, Ruanda, Singapur, Corea del Sur, Tailandia y China fueron los primeros en entrar. Se les sumó después Israel y a mitad de mayo se estableció una norma general según la cual los ciudadanos de países con una incidencia acumulada de hasta 75 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días tampoco podrían entrar libremente, siempre que cumplieran también unas normas 'confiables' sobre el número de pruebas de diagnóstico.

Es aquí cuando entró en Reino Unido, a quien este lunes Sánchez ha excluido de estas condiciones al anunciar que los británicos deberán viajar vacunados a Baleares o presentar una PCR negativa. Entonces, fuentes del Gobierno destacaban que Reino Unido tenía una IA de en torno a 44  pero este lunes ronda los 150. Londres ha dejado de cumplir el requisito para estar en la lista de países privilegiados y se ha terminado imponiendo el riesgo que representa la expansión en este país de la variante delta, originada en India, que ha llevado a sus autoridades a ralentizar su propia desescalada.

Por lo que respecta al resto de países desde los que se puede entrar en España libremente, la situación en todos ellos es de normalidad y de cifras muy inferiores a las de Europa, con una IA de 0,45, aunque la vacunación allí solo llega de momento al 10% de la población. Aunque no tanto como para tomar medidas, esto no les libra de que en las últimas semanas se han detectado brotes y ligeros empeoramientos de la situación que en algunos casos han llevado a la toma de medidas que en Europa serían consideradas demasiado drásticas o prematuras.

Es lo que ha hecho Nueva Zelanda, probablemente el primer país que dio por superada la pandemia, que ha permanecido cerrado al exterior y que solo ahora empezaba a permitir la llegada de turistas australianos. El positivo de uno de ellos ha llegado a las autoridades a elevar el nivel de alerta de la capital,  Wellington, durante una semana, lo que supone volver a poner límites en las reuniones o que las mascarillas vuelvan a ser obligatorios en el transporte público.

El país de origen de este contagio, Australia, es otro de los alumnos más aventajados en la Covid, que, sin embargo, acaba de dictar un confinamiento de dos semanas en el área de Sidney tras registrar 29 contagios vinculados a la variante delta. Con todo, este país vive desde hace meses una práctica normalidad que solo se rompe con confinamientos breves y localizados para controlar los brotes.

Israel y China también han tenido que tomar medidas quirúrgicas para frenar el aumento de casos de las últimas semanas. Que también se ha registrado en otro país que ya vivía en la nueva normalidad, Singapur, aunque de nuevo las alarmas han saltado con cifras muy inferiores a las europeas.

A las autoridades chinas les ha bastado un incremento e 30 casos de coronavirus en la ciudad portuaria de Guangzhou, de 15 millones de habitantes, para decretar cierres de circulación, confinamientos en algunas zonas y pruebas PCR para poder viajar. Este es el modo en que China ha atajado los brotes desde el inicio de la pandemia, en Wuhan. Según datos recabados por la Universidad Johns Hopkins, el 27 de junio había en China 103.724 casos confirmados, entre una población de casi 1.400 millones de personas.

Israel batió todos los récords en vacunación, fue de los primeros en retirar la obligación de llevar mascarilla en exteriores y el primero en hacer lo mismo en interiores, pero esta medida solo ha durado diez días. Sus autoridades han dado marcha atrás e instan también a utilizarla en espacios exteriores concurridos tras detectarse 200 nuevos casos desde que se puso en marcha y un incremento de la positividad de los diagnósticos que, aunque queda muy lejos del 4-5% en España, ha crecido del 0,2% al 0,6% en cuestión de días. De la misma manera, su incidencia sigue siendo muy baja, en torno a nueve casos por cada 100.000 habitantes.

Japón es uno de los países que entró en la lista de países privilegiados de la UE al mismo tiempo que Reino Unido y su situación se mantiene controlada, con una IA de unos 17 casos por cada 100.000 habitantes, aunque los casos han vuelto a incrementarse, sobre todo en Tokio, donde en una semana han crecido en 100.

Otro país que salió pronto de la pandemia, Singapur, ya se plantea que habrá que convivir con el coronavirus porque no será erradicado del todo y se prepara para aplicar confinamientos y restricciones puntuales para que no se incrementen sus cifras, un registro de 20 o 30 contagios diarios -el viernes pasado, en España fueron 1.987- entre una población de 5,7 millones de personas.

Redactora '20minutos'

Actualmente cubro la información relacionada con energía, transición ecológica y transportes. Antes, también en 20 Minutos, me encargué de la cobertura sobre la crisis sanitaria por Covid y, previamente, de la información relacionada con Presidencia del Gobierno. Antes trabajé en la revista Tiempo y, en Bruselas, en las agencias Europa Press y Notimex y fui colaboradora de el periódico Levante-EMV, entre otros medios. Soy licenciada en Ciencias de la Información y postgrado en Información Internacional y Países del Sur por la Universidad Complutense. En 2021 terminé un Máster sobre Museología y Gestión de Museos de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA).

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