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Mejillones con chimichurri, una sencilla receta de temporada con toque argentino

Los mejillones, que están de temporada en diciembre, son una gran fuente de hierro.
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Las recetas de Andrea Carucci
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Si hay una salsa que es mágica, es el chimichurri. ¡Sí, esa salsa que magnifica cualquier carne, pescado, marisco o verdura!. Una mezcla de especias maravillosa que, no solo nos ayuda a mejorar nuestra digestión, sino que también nos aportan propiedades antioxidantes y antimicrobianas. Si quieres quedar como todo un genio en la cocina tienes que tener siempre en tu nevera un bote de esta salsa de origen argentino. Sé que hay otros países limítrofes que dicen ser los autores, pero... ¡Qué va a defender una argentina!. 

Pensar en hacer chimichurri es ganar salud y pleitesía al paladar. En su país de origen esta salsa se usa para muchísimas recetas, pero principalmente para el asado; ésta es una tradición no solo gastronómica, sino social, al ser obligado juntarse con los amigos y compartir alrededor de la parrilla chistes y muy buena materia prima. Terminas con olor a humo, pero te acompaña la felicidad en el corazón y en el estómago.

¿Y cómo llegó el chimichurri a los mejillones? La verdad que me sorprendió a mi también la primera vez que lo leí en una carta de un restaurante. ¡Y nada menos que en el sur de Francia!. No sé a quién se le habrá ocurrido, pero desde luego adopté esta receta rápidamente para mi repertorio gastronómico.

Mejillones en su hábitat.
donieve / Pixabay

Hablemos de mejillones, que ahora están de temporada. Son moluscos de la familia de los bivalvos que tienen gran interés, no solo por sus aportes nutricionales, sino también por su gran interés económico. Estos animalejos tienen la propiedad de filtrar el agua y viven fijados al sustrato de su hábitat, que es mayormente marino, aunque hay alguna variante que habita en zonas intermareales.

Se han encontrado vestigios de consumo humano de mejillones en yacimientos del Paleolítico, así como del desarrollo de herramientas para su recolección. Desde entonces hasta la fecha hemos aprovechado todos sus aportes nutricionales, que nos han acompañado en nuestra evolución. En la antigüedad se los recogía cuando la baja mar dejaba al descubierto estos manjares, pero estaba circunscrita al ámbito costero.

De los mejillones se ha sabido aprovechar todas sus partes. De la concha se han hecho utensilios y de los filamentos con los que el mejillón se sujeta a la roca se han elaborado tejidos llamados seda del mar o 'biso”. Este tipo de tejido es similar a un lino amarillento muy fino, que era tratado con zumo de limón lo que le daba este color característico. Se tenía la creencia de que estos filamentos tenían propiedades cicatrizantes y eran usados por los pescadores para curar las heridas que sufrían. Aunque puede ser que se usaran con una variedad de mejillones de tamaño mucho más grande que el que vemos actualmente.

Los mejillones son ricos en proteínas.
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Propiedades de los mejillones

Los mejillones son una gran fuente de proteínas, su aporte por cada 100 gramos es de 12%. Los aminoácidos que nos aporta, parte de estas proteínas, son ricos en fenilalanina. Este aminoácido, junto con su gran aporte de selenio, es protirosina; la tirosina es un gran precursor de la producción de hormona de la tiroides -tiroxina- y de hormonas catecolaminas -dopamina, adrenalina y noradrenalina- y también de la melanina, que es tan importante en la coloración del cabello y la piel. Tanto las catecolaminas y la tiroxina tienen un papel fundamental en el metabolismo, se utilizan para degradar energía, regular el dolor y el peso corporal. De hecho, existe un mejillón de labio verde que tiene mayores propiedades al respecto y es originario del norte de Europa. Su aporte de todos estos aminoácidos puede estar además relacionado con la mejora del estrés emocional y físico.

Gracias a su gran contenido en serina nos ayuda a metabolizar mejor la síntesis de la glucosa y la estabilidad de ésta en sangre. También protege la función cognitiva, mejora el metabolismo del colesterol, ayuda al metabolismo de las proteínas y mejora la memoria, entre otras funciones. A la vez es precursora de cisteína y glicina que son fundamentales para la producción de glutatión, un antioxidante que produce nuestro organismo.

Con respecto a las vitaminas, nos aporta un gran contenido en vitamina B12. Esta vitamina está implicada en el metabolismo de cada célula del organismo: la vitamina B12 se combina con el ácido fólico en la formación del ADN. Es necesaria para la síntesis y regulación de los ácidos grasos tan fundamentales en la fertilidad y para la producción de energía. Ayuda en el mantenimiento del sistema nervioso, imprescindible para mantenernos bien.

Su gran contenido en selenio, gran antioxidante, aparte de intervenir en la mejora de la función glándula tiroidea, ayuda a mejorar la fase lútea y equilibra los niveles de progesterona. Su carencia se ha relacionado con la depresión. Puede causar también estados vegetativos, fatiga o ansiedad.

Con respecto a la importante cantidad de manganeso que nos aporta, ayuda a mejorar la coagulación de la sangre, tan importante en la fertilidad femenina y en la salud en general. Y su aporte en omega 3 mejora la inflamación y es vital para muchísimas funciones en nuestro organismo.

Es importante limpiar bien los mejillones.
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Receta de mejillones con chimichurri

INGREDIENTES PARA CUATRO PERSONAS

Para cocinar los mejillones:

  • Dos kilos de mejillones aproximadamente. Puedes encontrarlos bio en grandes supermercados y pescaderías.
  • Unas hojas de laurel, que puedes reemplazar por hojas de limonero.
  • Un diente de ajo y/o dos ramitas de perejil.

Para el chimichurri:

  • Tres dientes de ajo picados muy finamente.
  • Medio vaso de vinagre, preferentemente de manzana. El mejor es el que tiene borra en el fondo de la botella y tiene muchas propiedades beneficiosas.
  • Un vaso AOVE, aceite de oliva virgen extra.
  • Cinco cucharadas de perejil picado.
  • Tres cucharadas de orégano seco, puedes usarlo fresco y bien picado si tienes.
  • Ají argentino en escamas. Puedes reemplazarlo por pimentón dulce y picante o pimentón dulce y una guindilla, chile rojo picante fresco o pimienta.
  • Una cucharadita de sal, integral preferentemente. 

Haz un poco más de chimichurri para poder guardarlo en la nevera y usarlo con cualquier carne o con verduras. Se conserva maravillosamente durante mucho tiempo.

INSTRUCCIONES

  • Para preparar los mejillones, antes de hervirlos hay que quitarles las barbas que tienen en los lados y repasarlos con una esponja de metal o cepillo para eliminar otras adherencias. Para asegurarte de que están bien limpios, déjalos cinco minutos en remojo en agua dulce, preferentemente filtrada, y luego escúrrelos muy bien.
  • Mientras tanto puedes preparar el chimichurri: coloca todos las especias incluido el ajo. Luego incorpora el vinagre, la sal y por último el aceite. Déjalo macerar.
  • En un olla con tapa sin nada de agua saltea un diente de ajo picado junto al perejil y el laurel hasta que este un poco dorado, pero sin tostarse demasiado.
  • Introduce los mejillones y tápalos para cocinarlos a fuego medio.
  • Cuando estén abiertos y cocinados con su propio vapor, los retiras. Suelen tardar de  tres a cinco minutos. A continuación, añade el aliño de chimichurri por encima. ¡A disfrutar!
Los mejillones apenas tardan entre dos y cinco minutos en estar cocinados.
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Referencias

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