Junqueras dice desde Estrasburgo que no tiene "nada que reprocharle a Puigdemont" y niega divisiones

  • Desde el Parlamento Europeo, el líder de ERC califica de "persecución sin precedentes" la posición del Tribunal de Cuentas.
  • ​Espera recoger apoyos entre los grupos de la Eurocámara: de momento el respaldo hacia el independentismo es muy bajo.
  • ​Dice que es "un placer" reunirse con el expresidente y quita importancia a que no sea en el Parlamento.
Oriol Junqueras, a su llegada al Parlamento Europeo en Estrasburgo.
Oriol Junqueras, a su llegada al Parlamento Europeo en Estrasburgo.
Emilio Ordiz
Oriol Junqueras, a su llegada al Parlamento Europeo en Estrasburgo.

Se aceleraba la lluvia sobre Estrasburgo justo en el momento en el que Oriol Junqueras apareció por la puerta del Parlamento Europeo, escoltado por Raül Romeva y recibido por eurodiputados de ERC, PNV o Bildu. Se paró ante la prensa el exvicepresidente de la Generalitat, recién indultado, y aseguró que en el independentismo no hay divisiones. Lo dijo en el marco de su reunión este miércoles con Carles Puigdemont en Waterloo. "No tengo nada que reprocharle" dijo, antes de añadir que no hay "ninguna relación que rehacer porque, al menos por mi parte, siempre ha sido buena".

El líder de Esquerra ha viajado a Estrasburgo (y a Bruselas) para recabar apoyos europeos para la causa independentista. De momento en la Eurocámara son pocos (siempre lo han sido) y Junqueras no ha querido dar detalles de las reuniones que va a mantener. "Es un placer reunirse con quien sea, sea aquí, en Bruselas o donde sea", mantuvo, en referencia al propio Puigdemont.

El argumento de Junqueras es ya de sobra conocido, y pronunció la palabra represión en numerosas respuestas. "Venimos a denunciar la represión y una condena injusta", comentó. Junqueras, que ha pasado 44 meses en prisión, cree que tanto Romeva como él, que salieron elegidos eurodiputados en 2019, no pudieron recoger el acta "precisamente por culpa de esa represión". Incluso puso una cifra: "Todavía hay 3.000 represaliados".

Al ser preguntado sobre cuál sería la clave con la que se va a presentar a las reuniones que tiene previstas, insistió de nuevo en las "injusticias" que, cree, han sufrido los independentistas en los últimos años. De todos modos, Junqueras tiene trabajo porque la UE sigue atendiendo el procés y todo lo que le rodea como un "asunto interno" de España y en el Parlamento Europeo, salvo casos concretos, las cartas están boca arriba: no hay apoyos firmes a los postulados secesionistas.

"Una persecución económica sin precedentes"

Con todo esto, Junqueras se lanza a una misión (casi) imposible. Con la salida del Reino Unido del bloque el independentismo ha perdido a su débil pero notorio sostén, como fueron los brexiters. Más allá de estos, solo los vítores puntuales de eurodiputados sin mucho peso han llegado hasta Cataluña. Quizás por eso ERC quiera rehacer su plan, del que Junqueras no ha dado demasiados detalles y ha apelado a "la discreción".

Sí se refirió el líder de Esquerra a la situación con el Tribunal de Cuentas. En este sentido, habló de una "persecución económica sin precedentes" y de que se está ejecutando, a su parecer, un "juicio económico" contra los líderes del procés. No profundizó en cambio en el hecho de que la Generalitat se haya propuesto crear un fondo de 10 millones de euros para hacer frente a las sanciones impuestas por el Tribunal.

El tono de JxCat y de Puigdemont es algo diferente al de ERC. No renuncian a la vía unilateral, y en palabras de Elsa Artadi, "no se puede descartar ninguna posibilidad". En lo que sí coinciden es el el siguiente reclamo al Gobierno de Sánchez: la amnistía. Ese ha sido el discurso predominante desde que los condenados salieron de prisión, y esa es, además, una de las premisas que quiere llevar el independentismo a la 'mesa de diálogo' con Moncloa. Por ahora, el Gobierno central ya se abre a un referéndum "consultivo", recogido en el artículo 92 de la Constitución, quién sabe si sobre un nuevo Estatut.

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