Madrid

La estación de Metro de Gran Vía reabre este viernes: "La primera 4.0 de España"

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha inaugurado este jueves la nueva estación de Metro de Gran Vía con las líneas 1 y 5, "la primera 4.0 de España" y plenamente accesible de toda la red del suburbano madrileño, y que reabrirá sus puertas a los ciudadanos este viernes, 16 de julio.

La estación comenzará a funcionar a partir de las 6.00 horas, tras más de dos años cerrada por las obras de remodelación y ampliación de la misma que han supuesto una inversión de casi 11 millones de euros, y donde se espera que transiten por ella diariamente cerca de 66.000 viajeros.

Las obras, que tenían una duración prevista inferior a un año, han tenido una importante complicación técnica al actuar sobre infraestructuras antiguas y un entorno complejo con protección del patrimonio cultural. Metro de Madrid, la Dirección General de Infraestructuras y Adif han colaborado de manera conjunta para poner en marcha uno de los proyectos más ambiciosos de los últimos años, que conecta el eje Puerta del Sol (con Metro y Cercanías-Renfe) y Gran Vía, dos espacios emblemáticos de la capital madrileña.

Gran Vía se trata de una parada del suburbano que se encontraba entre las 25 más usadas de la región y que, como ha explicado Ayuso, "acogía a más de 16 millones de viajeros cada año". "Esta es la población de Andalucía y Cataluña conjuntamente, y supera a la de países como son Bélgica, Portugal o Grecia, por citar solo algunos de la Unión Europea", ha añadido.

En concreto, transitan 44.000 usuarios al día y con la nueva conexión que va a tener con la estación de Cercanías Renfe y Metro en Sol se espera que aumenten en 22.000 diarios.

Cambio radical en la arquitectura

Tras una inversión de 10,7 millones de euros, se ha realizado un cambio radical en la arquitectura de la estación, ya que contará con un eje vertical con conexión de los distintos niveles. Tendrá un primero donde se generará un nuevo vestíbulo que conectará y ampliará el actual, pasando de 900 a 2.000 metros cuadrados.

Dispondrá de un segundo nivel intermedio de paso, "donde se creará un pequeño museo con los restos arqueológicos que han aparecido en las excavaciones", ha indicado Ayuso.

Por último, en el tercer nivel está la conexión con la línea 5 y una galería para unir la parada de Metro de Gran Vía con la de Renfe Cercanías Sol. "De este modo, se mejorará la seguridad de la estación, ya que dispondrá de dos entradas y salidas, y permitirá unir las dos estaciones de forma subterránea", ha añadido.

Nuevas instalaciones

En cuanto a las nuevas instalaciones, la líder regional ha señalado que "habrá 14 nuevas máquinas de venta de títulos de transporte, de nueva creación y de diseño mucho más moderno". "Estos dispositivos cuentan con grandes pantallas de visualización, la posibilidad de realizar el pago de la operación sin contacto, así como el acceso al servicio de atención al cliente a través de videollamada", ha declarado.

Además, los viajeros con movilidad reducida encontrarán dispositivos como sistemas de apertura fácil en puertas, tiras antideslizantes en escaleras fijas, etiquetas braille en los pasamanos, señalización de elementos de accesibilidad, pasamanos a doble altura, interfonos de comunicación adaptados, o pavimentos de tacto visual cerámico para facilitar sus desplazamientos.

Gran Vía ya es plenamente accesible, con cuatro nuevos ascensores y 13 escaleras mecánicas conectadas y monitorizadas con el puesto de control de Metro.

Réplica del templete

Gran Vía es una de las ocho primeras estaciones con las que contó Metro de Madrid en su inauguración en octubre de 1919, a cargo del Rey Alfonso XIII. El elemento más característico que tuvo fue el templete del arquitecto Antonio Palacios, que sirvió de hito de acceso a la antigua estación de Metro y que ahora, en la remodelación de la estación, se ha incorporado en la confluencia de las calles de Montera y Gran Vía como réplica.

Inauguración de la estación de metro de Gran Vía.
Comunidad de Madrid

También se ha recuperado un mural cerámico de Miguel Durán-Lóriga que lleva medio siglo oculto, en este caso en el subsuelo. Además, se ha instalado una zona en la que los madrileños podrán ver algunos de los elementos arqueológicos y patrimoniales que han aparecido durante los casi tres años de trabajo.

Con este proyecto, el Gobierno madrileño quiere recuperar el gran valor simbólico que tuvo durante los años en los que estuvo en funcionamiento. La reproducción incluye las proporciones del proyecto inicial. La gran marquesina se ha construido con vidrio y acero y es completamente translúcida permitiendo la entrada de iluminación a través del hueco del ascensor. Un arco de medio punto remata la construcción con un escudo de la ciudad de Madrid, labrado artesanalmente en piedra.

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