Internacional

Solo el 6% de los ingresados por covid tras haber recibido la segunda dosis no tenía ningún factor de riesgo asociado

Punto de vacunación contra la covid en Madrid.
Jorge París

La vacuna contra la covid-19 elaborada con ARN mensajero por Pfizer y BioNTech mostró una eficacia en torno al 95% en la fase III de los ensayos clínicos. Ahora, una vez se ha extendido su inoculación en la población, Israel, uno de los países en los que más ha avanzado la campaña de inmunización, arroja datos sobre su efectividad en la vida real.

Un reciente estudio publicado en la revista científica Clinical Microbiology and Infection revela que una "minoría" de las personas completamente vacunadas con comorbilidades previas "podría desarrollar" covid severa o incluso morir y que el 40% de las que requieren ingreso hospitalario tras contagiarse después de haber recibido las dos dosis son personas con inmunodeficiencias.

Además, investigadores israelíes han revelado que un 22% de los pacientes hospitalizados por covid después incluso de haber recibido las dos dosis de la vacuna no logró superar la enfermedad y falleció. Y un 25% de los pacientes ingresados por infección del SARS-CoV-2 (el virus causante de la covid-19) después de haber recibido la pauta completa de la vacunación desarrolló un cuadro clínico grave por esta enfermedad y requirió ventilación mecánica.

Estas cifras se desprenden del estudio llevado a cabo con una muestra de 152 pacientes de 17 hospitales de Israel que ingresaron tras dar positivo en un test de covid al menos siete días después de haber recibido la pauta completa de vacunación.

Estos pacientes "tenían una tasa más alta de comorbilidades e inmunosupresión en comparación con los pacientes hospitalizados con covid no vacunados"

Los investigadores israelíes observaron que 38 de los 152 pacientes estudiados (el 25%) requirieron ventilación mecánica tras infectarse de covid a pesar de estar completamente vacunados y que 34 de los 152 (el 22%) murieron.

Esta cohorte, sin embargo, tenía una característica común que los investigadores han recalcado: presentaba un "alto número de comorbilidades" que suponen una predisposición a sufrir un covid severo. 

En concreto, 108 de los 152 pacientes estudiados (el 71%), sufría hipertensión; 73 (el 48%) padecía previamente diabetes; 41 (el 27%) lidiaba ya con insuficiencia cardíaca; 37 (el 24%) presentaba enfermedades crónicas de riñones o pulmones; a 36 (el 24%) se le había diagnosticado previamente cáncer y 29 (el 19%) sufría demencia. Por el contrario, el 6% de los pacientes estudiados no presentaba patologías previas.

Asimismo, el estudio detectó que el 40% de los pacientes (60 de 152) eran personas con inmunodeficiencias, que son los pacientes a los que los expertos citan en primer lugar a la hora de plantear la posible necesidad de una tercera dosis de la vacuna. Una opción que mantiene dividida a la comunidad científica, que defiende que de momento no hay evidencia científica para establecer la necesidad de una tercera dosis para la población general, más aún cuando los viales apenas llegan a los países menos desarrollados. Sin embargo, varios países de rentas altas ya están estudiando la reinmunización e incluso algunos como Israel han empezado a administrar una dosis de refuerzo a la población más vulnerable a la covid. 

La duración de la inmunidad conferida por la vacuna (o por la infección) es una de las grandes incógnitas que todavía no ha podido resolverse por falta de tiempo. Sin embargo, ya hay estudios que apuntan a que esta podría durar de "durante años". Este será otro factor que determinará la necesidad de una tercera dosis de la vacuna.

Indicador para evaluar la necesidad de refuerzos

Al margen de esto quedarían las personas más vulnerables frente a la covid, bien por sufrir patologías previas de riesgo, o por presentar sistemas inmunitarios debilitados. Son ellas a las que hay que observar con atención. Así lo ha pedido, por ejemplo, la científica del CSIC, Matilde Cañelles, que defiende "no bajar la guardia con estos sectores de la población".

En esta línea precisamente concluyen los investigadores israelíes, que señalan en el artículo -todavía pendiente de revisar por pares- que, tras descubrir que la infección grave por covid-19, asociada con una alta tasa de mortalidad, podría desarrollarse en una minoría de individuos completamente vacunados con múltiples comorbilidades, estos pacientes "tenían una tasa más alta de comorbilidades e inmunosupresión en comparación con los pacientes hospitalizados con covid-19 no vacunados previamente". 

Esto se interpreta, según Cañelles, como un indicador más de lo mucho que protegen las vacunas, incluso a las personas más vulnerables a la covid, a pesar de que estas personas son en las que la efectividad puede ser menor debido a las debilidades de su sistema inmunitario. "Por eso aumenta el porcentaje de gente que tiene comorbilidades entre los infectados que acaban en el hospital a y que están vacunados completamente. Hay que tener en cuenta que las comorbilidades, sobre todo aquellas que afectan al sistema inmune -bien por la enfermedad o por la medicación que se toman-, pueden hacer que la persona esté menos protegida y ahí es donde debemos tener cuidado", asevera la científica.

En este sentido, el equipo encabezado por el especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Universitario Samson Assuta de Ashdod (Israel), Tal Brosh-Nissimov, sostiene que "una mayor caracterización de esta población vulnerable puede ayudar a desarrollar una guía para aumentar su protección, ya sea mediante un distanciamiento social continuo o mediante vacunaciones activas o pasivas adicionales", reza el artículo.

Redactora '20minutos'

Periodista y portadista en 20minutos desde 2012. Empecé en la sección de Multimedia y de ahí he pasado por Redes, Cultura, Cierre y Mi Bolsillo. Desde hace cuatro años formo parte del equipo de Última Hora lidiando sobre todo con el coronavirus. Me gusta escribir de salud, ciencia, medio ambiente, educación y temas sociales.

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