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Las muertes y los contagios por Covid se disparan en un mes en las residencias sin una decisión aún con la tercera dosis

Muertes en las residencias en la quinta ola.
CARLOS GÁMEZ

La quinta ola del coronavirus ha golpeado ya a los más vulnerables: los ancianos de las residencias de mayores. En menos de un mes, los contagios en estos centros se han multiplicado por diez y las muertes por más de veinte. Si a principios de julio apenas se registraban 139 casos, el ocho de agosto los casos han subido hasta los 1.239 en toda España. Y llevan todo el mes de agosto por encima de los 1200.

Para intentar paliar esta situación, Carolina Darias, Ministra de Sanidad, planteó en el último Consejo Interterritorial medidas como tests semanales para los trabajadores de las residencias de ancianos o evaluar cambiar de puesto a los que no quieran vacunarse, pero muchos expertos consideran estas medidas poco ambiciosas y apuestan por la vacunación obligatoria de los trabajadores y una tercera dosis para los mayores. 

Los contagios se multiplican por diez en un mes

Según las cifras más actualizadas del Instituto de Mayores y Servicios Sociales, entre el nueve y el quince de agosto, a lo largo de la semana pasada, se han contagiado 1.265 ancianos que viven en residencias. Para encontrar una cifra de contagios tan elevada previa al verano nos tenemos que remontar a febrero de este año. La diferencia es que entonces la cifra de fallecidos fue de 629 y ahora es de 151, una cifra mucho menor, aunque preocupante, que se achaca a la vacunación.

Aún así Carmen Martín, miembro Marea de Residencias, que aglutina a trabajadores, residentes y familias declara a 20minutos que los familiares de estos ancianos tienen "temor de que se repita la situación de la primera ola, de que se les discrimine por ser mayores, por tener patologías, alzheimer, falta de movilidad, de que no se atiendan a nuestros padres y nuestras madres como se merecen".

La bajada de las muertes significa, para muchos, que la campaña de inmunización en las residencias de ancianos ha funcionado. Si antes estos lugares fueron uno de los focos principales de la pandemia, ahora, con casi el 100% de los ancianos vacunados, la mayoría pasan el virus con síntomas leves o permanecen asintomáticos. "Cuando hay más casos fuera, los casos acaban entrando en las residencias porque no podemos blindarlas. Pero es verdad que hay más personas que lo pasan de forma asintomática y que las muertes han caído", asegura José María Toro, Secretario General del Círculo Empresarial de Atención a Personas (CEAPs), a 20minutos.

Contagios en residencias en el último mes.
CARLOS GÁMEZ

Sin embargo, pese a esta pauta de vacunación completa, en los últimos meses se ha visto un repunte de los contagios en las residencias y todas las comunidades autónomas han detectado nuevos brotes en estos centros. "La vacuna no tiene una eficacia del 100%, es del 95% y eso quiere decir que siempre se van a producir contagios y fallecimientos. No elimina el contagio pero sí lo reduce", recuerda Toro.

Sin embargo, Carmen Martín cree que "se han bajado las medidas de seguridad" por ejemplo con la entrada de trabajadoras sustitutas de verano muy jóvenes que por edad no podían optar a la vacuna u olvidando las PCR y los antígenos, cuando se dejó muy claro que la vacuna no te evita tener covid. Te evita la UCI o la muerte, pero no tenerlo".

Especialmente preocupante es la cifra de fallecidos. Si durante la primera semana de julio se consiguió que no hubiera ninguna muerte por coronavirus en las residencias, en última semana se ha llegado a los 151 fallecimientos cuando por estas fechas, en julio, apenas se llegaba a los 7. Cifras aún muy lejanas de las olas anteriores a la inmunización pero con una escalada vertiginosa. 

Muertes en las residencias en la quinta ola.
CARLOS GÁMEZ

La situación más grave se reparte entre Madrid y Cataluña

La situación más grave se reparte entre las comunidades de Madrid y Cataluña.  Madrid es la comunidad que más contagios registra, con 295 positivos repartidos en brotes en 56 residencias. Sin embargo, registra 10 fallecimientos, muy lejos de los 33 que hay en Cataluña, la comunidad con más ancianos fallecidos de España. 

Para frenar esta situación Cataluña realiza tres cribados a la semana a los trabajadores no vacunados y uno a los vacunados y Madrid recomiendan los cribados a los trabajadores no vacunados, y test de antígenos a los familiares.

Situación grave también en Andalucía que aunque no está entre las Comunidades que más contagios registran como pueden ser Castilla y León o Castilla-La Mancha donde el Supremo ha denegado la obligatoriedad de hacer pruebas a los empleados de las residencias, sí registra un número preocupante de fallecimientos, 24 ancianos. Allí, en Andalucía se registró la semana pasada uno de los peores brotes 8 ancianos murieron en una residencia de Écija, en Sevilla,

Situación de las residencias en España
CARLOS GÁMEZ

Además, aunque el Imserso no presenta datos más actualizados, las Comunidades han ido confirmando nuevos brotes esta semana:  En Galicia hay un brote con 49 positivos en una residencia de Lugo, y otro con 9 más en Vigo, ocho ancianos han fallecido en el brote de una residencia de Almería, otros dos lo han hecho en Álava y cuatro más en una residencia de Toledo...y los contagios y fallecidos en las comunidades siguen sumando.

Las recomendaciones del Ministerio de Sanidad

Este repunte de los contagios y los fallecimiento en las residencias de ancianos es uno de los temas más preocupantes para el Ministerio de Sanidad. Por eso, Carolina Darias ha planteado un documento con recomendaciones a las Comunidades Autónomas en el último Consejo Interterritorial. En él se recomienda, ya que en ningún caso es vinculante, hacer pruebas semanales a los trabajadores no vacunados e incluso cambiarlos de puesto para evitar que contagien a los ancianos

Se recomienda también que las residencias promuevan la vacunación en sus trabajadores, los test semanales o las medidas de protección como EPIS. Pero, no se dice quién debe correr con los gastos de estas medidas. Por ejemplo, en Aragón los empleados no vacunados deben pasar un test cada 72 horas y deben ser ellos mismos los que lo costeen.

Sin embargo, Toro cree que el ministerio "no escucha al sector" y que estas medidas demuestran un "desconocimiento" que les preocupa "viniendo de quién legisla" y piden medidas más valientes.

Vacunación obligatoria para los trabajadores

El ministerio no está a favor, de momento de hacer obligatoria la vacunación para los trabajadores de residencias no vacunados, pero ya hay cinco comunidades autónomas que se han mostrado favorables y lo han pedido las cuatro grandes patronales del sector y asociaciones profesionales. "Por encima del 90% del sector se ha vacunado pero la vacunación tiene que ser obligatoria, para evitar conflictos. Por responsabilidad y por salud pública, el personal de estos centros debería estar vacunado", afirma Toro.

Tampoco comprenden, desde la patronal, que Sanidad pida cambiar de puesto a los trabajadores no vacunados. "Es muy difícil que un auxiliar de enfermería que trabaja aseando y atendiendo ancianos, ocupe el puesto de una asistente social o de una psicóloga porque no tiene la preparación". Con este ejemplo, Toro recalca lo difícil que es esa movilidad de trabajadores, una postura que comparten el resto de patronales.

Sin embargo, desde Marea de Residencias no están de acuerdo con la obligatoriedad: "Se debe hacer una labor educativa y decirles que aunque tengan miedo piensen en sus residentes, que tienen que hacerlo por el bien de la sociedad", cuenta Martín

Tercera dosis para los ancianos

Aunque según el Centro Nacional de biotecnologá aún no hay evidencias de la necesidad de una tercera dosis de refuerzo para la población general, sí que podría ser necesaria par aquellas personas que hubieran desarrollado pocos o ningún anticuerpo después de la vacuna. Y ya hay estudios que demuestran que las personas más vulnerables, las mayores, desarrollan menos anticuerpos o los pierden más rápido.  Y, en Israel, también ha salido el primer estudio que asegura que una tercera dosis de Pfizer en mayores de 60 años tiene un 86% de efectividad.

Con esta idea, desde las patronales de las residencias han empezado a pedir una tercera dosis para los ancianos de sus centros: "Si se demuestra que la inmunidad ha bajado hay que poner una tercera dosis inmediatamente a las personas más vulnerables", asegura Toro.

Test de antígenos para comprobar la inmunidad

Pero, para saber si es necesaria o no se deberían hacer test serológicos que comprobaran cuantos anticuerpos tienen las personas mayores después de diez meses vacunados. Por eso, las patronales del sector piden estos test en las residencias: "Aunque el documento del ministerio no recomienda hacer pruebas serológicas de carácter general en las residencias, hay tres factores que lo justifican: Las residencias fueron el primer sitio en el que se vacunó por lo que se daría una visión de la inmunidad casi siete meses después, los ancianos son personas vulnerables por lo que se vería ve que evolución tienen la inmunidad en este colectivo, y están institucionalizados por lo que es muy fácil hacer el seguimiento", explica Toro.

Carmen Martín, por su parte, lo tiene claro: "Si no me lo recomiendan personas cualificadas, médicos, virólogos, epidemiólogos...yo a mi madre no le voy a poner una dosis más y creo que muchas compañeras como yo". Martín cree que es importante seguir la recomendación del a OMS y, antes de poner terceras dosis, empezar a vacunar en el resto del mundo porque sino nuevas cepas se van irán formando y transmitiendo constantemente hasta que se hagan resistentes a las vacunas.  Por eso, coincide con las patronales en que es fundamental hacer estos test serológicos para saber si es necesaria poner la tercera dosis a las personas más vulnerables, como son estos ancianos.

¿Cerrar las residencias?

Lo que quieren evitar desde todas las patronales y las plataformas, como explica Toro, es un nuevo cierre de las residencias: "Cerrar las residencias, después de la experiencia que tuvimos en marzo, con el resultado en salud física y mental que tuvo, hay que evitarlo a toda costa. Hay que tomar medidas preventivas, como PCR a vacunados y no vacunados, a los que vuelven de vacaciones, cuando llega algún residente del hospital, e incluso algunas comunidades plantean pruebas de antígeno a las visitas". Por eso, las residencias aumentan los cribados y las precauciones, pero mantienen las actividades y las visitas.

Marín cree que "en cuanto se separa a los positivos y sus contactos, se deben abrir las residencias" porque no puede pasar como en la primera ola cuando "se abrieron las residencias y los ancianos estaban "deteriorados al máximo, sin poder andar, con 20 kilos menos, deshidratados, con úlceras, no pudiendo casi ni hablar y con unos problemas psicológicos importantísimos que no se han recuperado porque no ha habido personas. A las residencias les es más fácil pegar el 'cerrojazo'. Pero nosotros trabajamos porque no se cierre".

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