La tercera dosis de Pfizer en mayores de 60 años tiene un 86% de efectividad, según un ensayo israelí
Un ensayo realizado en Israel demuestra que la efectividad de la tercera dosis de la vacuna Pfizer contra la covid-19 es del 86 % en mayores de 60 años, grupo de edad que empezó a recibir en el país esa inyección de refuerzo a finales de julio.
El ensayo, llevado a cabo por la empresa Maccabi -uno de los cuatro proveedores de salud en Israel que suministran vacunas-, señala que solo 37 personas de las 149.144 de esa edad que habían recibido la tercera dosis contrajeron el coronavirus, frente a los 1.064 positivos entre los que solo contaban con dos dosis.
La eficacia de Pfizer disminuye con el tiempo
Pfizer ha dicho que la eficacia de su vacuna disminuye con el tiempo, más rápido que la de AstraZeneca, y que una tercera dosis ofrece anticuerpos neutralizantes significativamente más altos contra la covid-19, incluidas las variantes beta y delta altamente infecciosas.
Israel comenzó a administrar la tercera dosis de Pfizer el mes pasado a personas inmunodeprimidas y ya la aplica a todos los mayores de 50 años y al personal sanitario, mientras el gabinete de coronavirus discutirá esta tarde ampliar el grupo de edad a los mayores de 40.
De momento han recibido la tercera dosis 1,1 millones de israelíes como parte de la estrategia para frenar la expansión de la variante delta, aunque la misma cantidad, un 11 % de la población, sigue sin vacunarse y representa el principal obstáculo en la contención de la pandemia.
Israel ha sido uno de los primeros países del mundo en aplicar la tercera dosis y el primero que lo hizo con Pfizer. Pero se espera que Estados Unidos y varios países europeos comiencen en septiembre a ofrecer refuerzos de la vacuna a la población senior y personas inmunodeprimidas.
La tercera dosis a debate
Sin embargo, administrar una tercera dosis de forma general es uno de los debates abiertos en torno al coronavirus en estos momentos. La Organización Mundial de la Salud ha pedido que se prorrogue esta tercera dosis para poder comenzar a vacunar en países del tercer mundo. Sino se comienza a vacunar a los países más desfavorecidos las variantes seguirán llegando a Occidente más fuertes, más virulentas e, incluso, resistentes a las vacunas.
Mientras, las peores paradas en esta quinta ola en España, las residencias, están pidiendo ya una tercera dosis para los ancianos. Con cada vez más brotes en las residencias que están provocando un repunte en los contagios y los fallecimientos, las residencias piden test serológicos para sus ancianos, vacunados hace ya más de diez meses, para comprobar su nivel de anticuerpos. Y, si es bajo, piden la tercera dosis de forma inmediata.