Cómo elegir los cosméticos adecuados para nuestra piel para que sean eficaces

Una de las dudas que pueden surgirnos a la hora de comprar un cosmético es en qué debemos fijarnos. Generalmente tomamos la decisión basándonos en las recomendaciones de amigos y familiares, por haber visto el producto anunciado o por conocer la marca que lo produce.

Sin embargo, existen unos factores que son decisivos a la hora de seleccionar un cosmético y que todos los consumidores deberían conocer para conseguir unos resultados totalmente eficaces, como cuál es nuestro tipo de piel. "Emplear cosméticos inadecuados para nuestra piel puede provocar brotes de acné, irritación severa, quemazón y enrojecimiento", asegura Anna Alocén, responsable de I+D+i de The Essentials Cosmetics.

Alocén confiesa que el secreto de la elección de un producto cosmético no se encuentra en ningún ingrediente específico, sino en la eficacia científica de los mismos. "Es importante que la fórmula que contenga el activo se haya formulado correctamente para que, cuando el consumidor se aplique el producto, el activo siga presente y se encuentre en las condiciones óptimas para su correcta eficacia", explica. 

Por lo tanto, aunque un producto lleve un activo determinado, debe tener una formulación óptima para su aplicación, ya que por el contrario el cosmético no ofrecerá ningún resultado efectivo.

Para seleccionar los cosméticos que mejor se adaptan a nuestro cuerpo, el primer paso es saber qué tipo de piel tenemos, ya que cada una tiene sus propias características y, como consecuencia, sus propios tratamientos. "Para saber tu tipo de piel debes lavarte la cara con un limpiador suave y dejarla un poco húmeda. Después de una hora puedes observar tu rostro, evaluar bien su estado y descubrir tu tipo de cutis", explica Alocén. Existen cuatro tipos de piel:

Piel normal

Las personas con este tipo de piel tienen una textura regular, de aspecto suave y limpio. No tienen brillos, sus poros son pequeños y suelen tener un tono rosado. Este es, sin lugar a dudas, el tipo de piel más fácil de tratar.

Piel mixta

Este cutis se encuentra entre el normal y el graso. Tal y como indica su nombre, su principal característica es que mezcla zonas con más grasa (frente, nariz y barbilla), con zonas normales o secas (mejillas). Este es más difícil de tratar debido a su mezcla de características.

Piel grasa y muy grasa

Este tipo de piel destaca por tener un aspecto más brillante en toda la zona del rostro, debido a la elevada producción de sebo. Su mayor problema son los granos y los puntos negros. Por ello, el tratamiento más indicado será el uso de productos que ayuden a limpiar el rostro y controlar la producción de sebo, así como el seguimiento de una dieta libre de fritos y grasas saturadas.

Piel seca y muy seca

Su principal característica es la falta de humedad, lo que da una sensación de tirantez y rigidez. Las personas con este tipo de piel suelen presentar un tacto áspero y notan como su cutis se pela. Tienen tendencia a la irritación y a la deshidratación, y son vulnerables a agentes externos como la radiación solar, el clima y los jabones agresivos.

"Todas las pieles buscarán la hidratación"

Sin embargo, además de conocer cuál es nuestro tipo de piel, la experta de The Essentials Cosmetics recuerda la importancia de los cambios que se producen en la piel con el paso de los años. 

"La piel tiene memoria, y hay diversos factores que afectan a cómo tendrás la piel al cabo de los años: los internos (genética) y los externos (productos usados, radiación solar, contaminación…)”, explica Alocén, "pero si lo que se busca es una piel joven para toda la vida, el mejor producto antiedad es una buena crema solar que se aplique cada día".

Una vez hemos reconocido cuál es nuestro tipo de piel, llega el momento de seleccionar aquellos productos que mejor se adaptan a las características y necesidades de nuestro cutis. "Todas las pieles buscarán la hidratación, pero dependiendo del tipo de piel que se tenga existe una tendencia por la elección de un determinado tipo de cosmético”, asegura.

Las pieles normales/mixtas buscarán texturas un poco ligeras que no aporten grasa a la piel. Las pieles grasas buscarán cosméticos con la textura más ligera posible, como geles, cremas sin aceites y, sobre todo, que contengan activos que controlen la producción de grasa. Y las pieles secas siempre se fijarán en cosmética más densa, con altos contenidos en aceites.