Una semana después de la toma de poder talibán en Afganistán y el estallido de una crisis geopolítica a nivel mundial, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reaparecido este sábado tras sus vacaciones y lo ha hecho en la base aérea de Torrejón de Ardoz, acompañado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell. 

Tras visitar el dispositivo de atención y acogida de ciudadanos europeos y colaboradores afganos instalado en esa base aérea, Sánchez ha explicado en una comparecencia conjunta que el campamento dispone de una capacidad de 800 personas, y que funciona como puerto de llegada para los afganos evacuados desde Kabul. Sobre la situación en el aeropuerto de la capital afgana, Sánchez la ha calificado como "altamente compleja y muy preocupante", mientras que Von der Leyen ha apuntado que "cambia minuto a minuto".

Asimismo, Sánchez ha defendido que el Gobierno de España ha estado "desde el primer segundo" que estalló la crisis afgana "pendiente y encima", tras las críticas recibidas por parte de la oposición.

En este sentido, Sánchez ha reivindicado que la presencia española "los últimos 20 años en Afganistán no han sido en balde" pese a que los talibanes hayan tomado el poder, porque se ha "sembrado una semilla" y espera que en el futuro germine. "Estamos en las duras y en las maduras", ha calificado Sánchez sobre la ayuda española, que supone reivindicar "lo mejor de la UE", los valores de "unidad y solidaridad".

Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha sido muy clara al manifstar que "no se puede destinar ni un euro de ayuda humanitaria a un régimen que niegue a sus mujeres sus derechos y libertades y el acceso al trabajo y los estudios". 

La mandataria ha señalado además que "no hay conversaciones políticas con los talibanes, no hay reconocimiento de los talibanes", si bien ha reconocido "contactos operativos" con los talibán para facilitar las evacuaciones de Kabul, ahora mismo bajo control insurgente.

"Escuchamos las palabras de los talibán, pero les medimos por sus actos", ha zanjado Von der Leyen.