La isla italiana de Lampedusa ha vivido este fin de semana uno de los mayores desembarcos de migrantes de los últimos tiempos. Se trata de la llegada de 539 migrantes, entre ellos un menor y tres mujeres, que viajaban hacinados a bordo de un pesquero localizado por la Guardia de Finanza italiana.

La impactante imagen de la barcaza atestada de personas fue captada por la fotógrafa Concetta Rizzo, de la agencia EPA, y ha vuelto a traer a un primer plano el drama de la migración en el Mediterráneo.

Las personas que viajaban en esta embarcación partieron de Libia con destino a algún territorio europeo desde el que poder pedir asilo, informa la BBC.

Tras ser localizados a la deriva frente a las costas de Lampedusa, los guardacostas italianos pudieron comprobar el hacinamiento y las lamentables condiciones en las que viajaban. La situación era tan preocupante que, ante el temor de que volcase, los agentes de la Guardia de Finanza tuvieron que trasladarlos en varios botes para conducirlos al muelle Favarolo de la isla, donde se produjo el desembarco.

Según ha explicado la doctora Alida Serrachieri, de Médicos Sin Fronteras (MSF), algunos de los rescatados tenían signos de violencia en el cuerpo, como si hubiesen sido agredidos físicamente en Libia, antes de partir.

Para el alcalde de Lampedusa, Totó Martello, la isla se prepara, una vez más, "para soportar sola la carga de la acogida humanitaria. Soy el primero en decir que hay que apoyar, a todos los niveles, el compromiso de la comunidad internacional ante el drama que se vive en Afganistán, pero es justo recordar que hay otros territorios y países en los que se niegan a diario los derechos humanos y derechos fundamentales como la salud, la educación y la alimentación", ha enfatizado Martello este sábado.

En su opinión, "es necesario volver la mirada hacia los 'otros afganos' y garantizar corredores humanitarios (...). Espero que Europa y sus Estados miembros se replanteen los criterios que les llevaron a redactar el nuevo Pacto sobre migración y asilo, actualmente más centrado en la repatriación que en la integración y la acogida, retomando también los contenidos del Pacto Mundial para la Migración", ha añadido.

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en la llamada 'ruta del Mediterráneo central', la que lleva de Libia a Italia, 392 personas se han ahogado desde principios de año y 632 están desaparecidas, lo que hace un total de 1.024, según el boletín actualizado a 21 de agosto.

El informe añade que la Guardia Costera de Libia interceptó en lo que va de año a 22.419 migrantes, incluidas 1.530 mujeres y 803 menores, en comparación con 11.891 personas en todo 2020.