El túnel de Glòries de Barcelona abrirá este septiembre tras seis años de obras

Terminado el mes por excelencia de las vacaciones de verano en Barcelona, la ciudad comienza el curso con una fecha señalada en septiembre en lo que a infraestructuras se refiere: la de la apertura del túnel de Glòries después de seis años de obras. El Ayuntamiento no ha revelado todavía el día exacto, pero antes de que empiece octubre entrará en funcionamiento en sentido Besòs, y entre finales de noviembre y principios de diciembre, en sentido Llobregat.

Desde la primavera, los 150 operarios que se encargan mensualmente de las actuaciones han estado trabajando en los últimos detalles para que el túnel pueda empezarse a usar. Entonces estaba ejecutado en un 85% y quedaba todavía acabar de panelar las paredes; el falso techo, de color gris, también estaba a medias; y se tenían que instalar los prismas de servicios. Además, había que pavimentar el túnel con hormigón y se debían finalizar las aceras que recorren su interior. Estaban pendientes también las salas técnicas, las cañerías de la red contra incendios y el cableado. Este verano, indican desde el Consistorio, se han realizado "trabajos de adecuación" en las bocas del Besòs y del Llobregat, consistentes, por ejemplo, en asfaltar o en instalar señalización. Ello ha obligado a cortar un carril de la Gran Via de entrada a Barcelona.

El túnel, de 957 metros de longitud –1.157 si se incluyen las rampas de acceso– y dos tubos independientes –uno para cada sentido de circulación–, se empezó a construir para eliminar el criticado 'scalextric' que se levantó en la plaza de las Glòries con motivo de los Juegos Olímpicos del 92. Es una de las obras con más complejidad técnica que se han realizado en la ciudad, pues pasa por debajo de los túneles de las líneas R1, R3/R4 y R2 de Rodalies y la L1 del metro. También se ha excavado bajo la red de alcantarillado y galerías de servicios. Todo ello ha hecho necesario ejecutar casi 60.000 metros cuadrados de muros pantalla, algunos de hasta 54 metros de profundidad. Además, durante la construcción del túnel se han bombeado diariamente 25.000 m3 de agua freática, lo que equivale a 10 piscinas olímpicas.

Las obras, que han costado unos 192 millones de euros, empezaron en abril de 2015, bajo la alcaldía de Xavier Trias, con la previsión de finalizarlas en mayo de 2017. Sin embargo, en abril de ese año, y ya con Ada Colau como alcaldesa, el Ayuntamiento rompió el contrato con las empresas constructoras por retrasos y sobrecostes. El proyecto permaneció parado hasta marzo de 2018, cuando el Consistorio volvió a adjudicar los trabajos, con una duración prevista de 32 meses, hasta principios de 2021. En 2019, las obras se complicaron a la hora de perforar bajo los túneles de la L1 del metro, que tuvo que reforzarse, lo que provocó un sobrecoste de 1,8 millones de euros. En 2020 llegó el primer estado de alarma por el coronavirus, lo que hizo que los trabajos volvieran a detenerse, esta vez, durante dos meses, desde marzo hasta mayo.

Gracias a la eliminación del 'scalextric' con estas obras, Glòries ha ganado ya 20.400 m2 de verde con la primera fase de construcción del parque de la Canòpia Urbana, que acabó en 2019. Además, el plan que permitirá abordar la segunda fase y urbanizar parte de la plaza ya se ha aprobado.

Acabadas las salidas de emergencia del AVE

Las del túnel de Glòries han sido solo unas de las 216 obras con las que los barceloneses han convivido este verano, una época en que se ha aprovechado que la ciudad está más vacía de lo habitual para iniciar 108. Entre los trabajos estivales también han sido protagonistas los de finalización de las salidas de emergencia del corredor del AVE, dos de ellas en el Clot (en Nàpols con Mallorca y en Independència con Mallorca) y una en el Eixample (en la confluencia de Urgell y Provença). Las obras, que han supuesto una inversión superior a los 28 millones de euros, empezaron en marzo de 2018 y debían acabar en julio de 2020, pero no finalizaron hasta agosto, por lo que vecinos y comerciantes han tenido que soportar cortes de tráfico y demás inconvenientes un año más de lo previsto.

"Hemos sufrido bastante pero estamos contentos de que los trabajos hayan terminado", afirma Miquel Catasús, portavoz de la Associació de Veïns del Clot, que califica de "desgracia" las actuaciones por su duración, por sus consecuencias y por la "información deficiente" que han recibido por parte del Administrador de Infraestructuras Ferroviaria (Adif).

Catasús explica que los vecinos han convivido más de tres años con ruido, polvo e "inseguridad" por los cortes de calles, y que "algunos se han quejado de la aparición de grietas" en sus viviendas. También cuenta que los comercios han facturado menos y que "dos o tres" se han visto obligados a cerrar.

Además, se queja de que Adif ha finalizado los trabajos de urbanización de las calles "de una manera" y "dentro de pocos meses" se tendrán que modificar, porque en la zona están previstos más kilómetros de carril bici, y pide que el Ayuntamiento tenga en cuenta la opinión vecinal para llevar a cabo estas actuaciones.

Otras obras de verano

Este verano también han acabado las obras de reparación de cinco juntas de dilatación de la Ronda General Mitre, entre la plaza Prat de la Riba y la calle Doctor Fleming. Además, han finalizado los trabajos de mantenimiento de la pasarela del Parc Central de Nou Barris y se ha renovado la pavimentación de la Ronda de Dalt entre las salidas 4 y 6. También se han realizado 46 actuaciones en el entorno de 66 centros escolares, vinculadas al programa Protegim les Escoles.

Siguen en marcha, por el contrario, las obras de ampliación del colector de la avenida Diagonal, previas a las de la unión de los dos tramos del tranvía, que empezarán en otoño.

Bus exprés para unir el centro con Glòries y Francesc Macià

Esta semana, el Ayuntamiento está realizando los trabajos para poner en marcha el bus exprés que unirá el centro de Barcelona con Glòries y Francesc Macià, que acabarán el viernes. 

La línea, que está previsto que empiece a funcionar este mes, circulará los días laborables de septiembre a junio, con intervalos de paso de ocho minutos. Los trayectos hasta el centro durarán entre 10 y 13 minutos, un 30% menos de lo que duran con otros buses.