Internacional

Los talibanes piden inversión y apoyo internacional para mantener el régimen tras la salida de Estados Unidos

"Nadie nos debería ver como una amenaza". Con esa frase los talibanes han inaugurado la era pos Estados Unidos en Afganistán, celebrando la "total independencia" del país y al mismo tiempo llamando a la inversión extranjera para mantener un régimen todavía endeble. Tanto la capital como la mayoría de las principales ciudades del país fueron testigos de masivos disparos al aire, que se prolongaron casi una hora, y crearon escenas de pánico entre la población. "Son disparos de celebración", aseguraron los portavoces del grupo.

La propaganda no cesa. Los talibanes se han encontrado con el rechazo total de la inmensa mayoría de la comunidad internacional. Salvo Rusia y China, todos los países les han dado la espalda y han censurado el cambio de régimen. El grupo quiere que cambien las tornas porque saben que la supervivencia de su Gobierno tiene que apoyarse en otras naciones. 

"Todos los inversores, nacionales y extranjeros: invito a todos a que vengan e inviertan en Afganistán. Habrá una atmósfera positiva, sus inversiones estarán en buenas manos", sostuvieron, en un 'blanqueo' muy claro de su extremismo. "El país es seguro", sentenciaron en su intento de atraer las miradas extranjeras, incluido Estados Unidos, con quien los talibanes aspiran a tener "una relación diplomática positiva".

"Ayudadnos, cooperad políticamente con nosotros", clamaron los talibanes, en una especie de muestra de su debilidad. En ese escenario, las negociaciones entre el Gobierno saliente y el futuro Ejecutivo se mantienen y el Gabinete integrado por los talibanes todavía no está formado. Con la salida de las fuerzas internacionales, el grupo extremista espera además que las miradas dejen de apuntar hacia Afganistán. Esa será la verdadera prueba de fuego para su ideología, que desata el terror entre mujeres, niñas y los colectivos más vulnerables.

La mano tendida que pueden encontrar ahora los talibanes es la de Catar, un país que puede actuar como bisagra. Eso sí, el ministro de Exteriores catarí, Mohamed bin Abderrahman al Zani, pidió al grupo que "muestren cooperación" en la lucha antiterrorista. "Recalcamos la importancia de la lucha antiterrorista. No hay duda de que Afganistán atraviesa una fase crítica y aseveramos la importancia de que los talibanes también muestren cooperación en este ámbito", argumentó.

"Todos los inversores, nacionales y extranjeros: invito a todos a que vengan e inviertan en Afganistán"

En medio de la consolidación de su poder, los talibanes lanzaron desde anoche varios ataques contra la región de Panjshir, al norte del país y la única de las 34 provincias afganas que no se encuentra bajo control de los islamistas, aunque sin éxito. Durante los ataques, que fueron repelidos, los talibanes sufrieron numerosas bajas, con unos 30 insurgentes muertos, 15 heridos y "varios fueron capturados con vida", aseguró en un comunicado Fahim Dashti, portavoz del conocido como Frente Nacional de Resistencia de Panjshir.

Un triunfalismo que no comparten sin embargo todos los talibanes. Algunos, consultados por Efe, aseguraron que lanzaron varios ataques contra la provincia y lograron algunos avances, aunque anotaron que a pesar de que poseen la capacidad militar de capturar por la fuerza el valle de Panjshir, todavía esperan que prosperen las negociaciones para lograr poner fin a la disputa de manera pacífica.

Panjshir: el último bastión contra los insurgentes.
Carlos Gámez

Las fuerzas en Panjshir están dirigidas por el exvicepresidente afgano, Amrullah Saleh, autoproclamado nuevo presidente de Afganistán tras la huida del país durante la toma de Kabul del exmandatario, Ashraf Ghani, y Ahmad Massoud, hijo del difunto comandante afgano Ahmad Shah Massoud, "el león del Panjshir", una leyenda por haber hecho frente a los soviéticos y a los talibanes.

Estados Unidos busca pasar página

Estados Unidos quiere cerrar ya ese capítulo. "En abril tomé la decisión de acabar esta guerra. Partimos de la base de que el ejército de Afganistán sería un fuerte adversario frente a los talibanes. Esa base, que el Gobierno afgano se mantendría, no se cumplió", explicó Joe Biden en un discurso a la nación en el que celebró "el extraordinario éxito de la misión de evacuación".

El presidente estadounidense volvió a defender la retirada. "Quedarse solos supondría más riesgo para nuestros militares", esgrimió, antes de añadir que los suyos estaban "preparados para cualquier situación" en una situación tan complicada como la que se vivió en el aeropuerto de Kabul. Y solo había dos opciones, que eran "la salida o una escalada militar" contra los talibanes. "Así es como estaba diseñada la misión, preparada para la presión y los ataques", sentenció.

Además, la Casa Blanca ha lanzado un aviso a sus ciudadanos para que no viajen a Afganistán y el Departamento de Defensa explicó que los equipos que quedaron abandonados en Kabul tras el repliegue definitivo de tropas están "inutilizados", después de que los medios locales hayan difundido imágenes de los talibán entrando en el aeropuerto e incluso a bordo de aeronaves norteamericanas.

"Pueden inspeccionar todo lo que quieran. Pueden mirarlo, pero no pueden hacer que vuele", ha explicado en declaraciones a la CNN el portavoz del Pentágono, John Kirby, a cuenta de las imágenes que llegan desde algunos de los hangares ya desiertos de militares en el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai. Así, aclaró que tanto los equipos aéreos como terrestres han quedado en desuso, a excepción de camiones y elevadores que fueron necesarios para mantener el aeropuerto operativo hasta momentos antes de la evacuación, que se hizo efectiva a última hora del lunes.

La UE no quiere una ola de refugiados

Por otro lado, los países miembros de la UE han cerrado la puerta a la llegada masiva de refugiados. El texto pactado este miércoles por los ministros del Interior de los 27 recoge dos claves: por una parte, se dará prioridad a la ayuda a países vecinos (como Pakistán) para que ellos acojan a los refugiados, potenciando por ejemplo la labor de ACNUR y de otras asociaciones. Además, añaden que la recepción por parte de los Estados miembros será "voluntaria".

"La UE comprometerá y fortalecerá su apoyo a terceros países, en particular los países vecinos y de tránsito que albergan a grandes cantidades de migrantes y refugiados para que refuercen su capacidad de dar protección, condiciones dignas y seguras y una subsistencia sostenible para los refugiados y las comunidades de acogida", expresaron en el comunicado, dando respaldo a la postura de los países más conservadores como Austria, Polonia o Dinamarca, que ya apuntaron que no quieren hablar de cuotas de acogida.

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