Agustín Almaraz, condenado por diferentes asesinatos cuando pertenecía a la banda terrorista ETA, salió de prisión el pasado 20 de agosto y fue recibido con un homenaje en Bilbao. Es uno de los últimos 'ongi etorri' –"bienvenido", en euskera–, como se denomina a estos recibimientos, y su celebración ha levantado una ola de indignación en el Gobierno vasco, oposición y asociaciones de víctimas. Estos últimos dos actores han señalado al Ministerio del Interior, que ultima ya la prohibición de estos actos a través de multas. Eso sí, lo supeditan al dictamen de la Comisión Europea, que se encuentra revisando la directiva relativa a la lucha contra el terrorismo que data de 2017 para concretar el delito de enaltecimiento y provocación pública.

Según avanzan fuentes del Ministerio a 20Minutos, la cartera de Fernando Grande-Marlaska ya tiene listo el texto que reformará la ley de Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del Terrorismo, aprobada en 2011 por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. En ese documento es donde prevén incluir multas administrativas con las que sancionar "la convocatoria y realización de recibimientos a quienes han sido condenados por terrorismo".

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Con todo, el Ministerio supedita sus acciones a los vientos que lleguen de Europa, que evalúa el delito de provocación pública, lo que podría afectar al nuevo articulado. Está previsto que la Comisión se pronuncie a lo largo de este mismo mes de septiembre. "El Ministerio valorará esa resolución y su incidencia en la reforma de la ley antes de que sea elevada al Consejo de Ministros para su aprobación", aseguran las mismas fuentes.

Desde Interior concretan en qué fecha se acometerá un paso que reclaman las asociaciones de víctimas y que antes fue prometido por el Partido Popular y por el propio ministro. Eso sí, dicen que lo "deseable" sería que esa aprobación en el Consejo de Ministros llegase antes de fin de año. Tras ese paso, el texto se enviaría al Congreso de los Diputados para su tramitación, que se demorará aún unos meses más.

Multas en lugar de reproche penal

La adopción de esta vía, la de las sanciones económicas, se debe a que tribunales han rechazado en diversas ocasiones penar estos recibimientos con cárcel al estar amparados en la libertad de expresión. A estas dificultades normativas hizo referencia Marlaska en junio, cuando anunció las intenciones de su Ministerio. "Si dentro de los márgenes del Estado de derecho, del derecho penal, esas conductas se entiende que no son susceptibles de constituir un delito de enaltecimiento, nosotros estamos trabajando, y ya tenemos un borrador avanzado, para que se constituya en una infracción de carácter administrativo con la sanción correspondiente", dijo.

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En la actualidad, la Audiencia Nacional tiene abiertos varios procedimientos al respecto. Desde la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) cuentan al menos dos y recuerdan que ha habido condenas al respecto. Sin embargo, sus servicios jurídicos reconocen que "siempre ha sido difícil". Aunque ven claro que el punto de inflexión llegó con el caso de Tasio Erkizia, histórico dirigente abertzale. 

El 21 de diciembre de 2008, participó en un acto de homenaje a 'Argala', celebrado en Arrigorriaga (Vizcaya). La Audiencia Nacional le condenó en 2011 a un año de prisión y siete de inhabilitación por apología del terrorismo. El Supremo y el Constitucional rechazaron sus recursos. Sin embargo, este verano el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) falló contra España y obligó a indemnizarle por haber vulnerado su libertad de expresión.

Según cuenta Carmen Ladrón de Guevara –abogada de la asociación– a 20Minutos, ya el Constitucional, pese a avalar la condena, introdujo el elemento de la libertad de expresión y su posible choque con el castigo penal al delito de enaltecimiento. En resumen: dijo el Tribunal que podía limitarse la libertad de expresión si en estos actos había riesgo de que se ejerciera la violencia, algo que no existía al estar ETA disuelta. "Esto nos dejó sin posibilidad de recurrir penalmente estos hechos", continúa Ladrón.

Es por ello que entonces se centraron en demostrar que estos actos suponían de facto la humillación a las víctimas, aunque cuenta que solo han conseguido condenas del estilo contra cantantes o tuiteros. Eso sí, la letrada detalla que ahora tienen un procedimiento abierto contra una organización a la que acusan de estar detrás de todos los 'ongi etorri'.

Más allá de la vía penal o administrativa, lo que tiene claro Ladrón es que estos actos se han de perseguir. Cita un informe realizado por la AVT por encargo de la Audiencia Nacional en el que comprobaron que estos actos generan un impacto psicológico negativo en las víctimas del terrorismo de ETA, con los sentimientos de injusticia y humillación como mayoritarios.

Otro recibimiento el sábado que viene

Mientras las multas llegan, el 'ongi etorri' de Almaraz no será el último en celebrarse, pues hay otro convocado para el próximo día 18 de septiembre, en Arrasate / Mondragón (Gizpukoa). Aunque los organizadores han señalado que el objetivo de la marcha es denunciar la ley que “posibilita cadenas perpetuas encubiertas para un número importante de presos vascos", la convocatoria se refiere al caso de Henri Parot, que lleva 31 años que lleva en prisión por 26 condenas. Contra este recibimiento han pedido medidas cautelares al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco los sindicatos Jucil y Jupol, alegando que "se pretende honrar la trayectoria de uno de los miembros de la banda ETA más conocido, inhumano, cruel y brutal de la historia de España".

Según las cifras del Observatorio de Radicalización de Covite, este año se han producido 17 homenajes a miembros de ETA y otras 10 manifestaciones a favor de la amnistía para los condenados. El pasado año hubo 18 homenajes y 65 manifestaciones y en el 2019, último año sin coronavirus, 20 recibimientos y 3 concentraciones.