La denuncia contra ocho encapuchados que asaltaron a un joven en Malasaña, le grabaron con una navaja la palabra "maricón" en el glúteo y le agredieron es falsa. Así lo ha reconocido el propio implicado ante la Policía, explicando que se lo había inventado todo y las prácticas fueron "consentidas". Se trata por tanto de una denuncia falsa y el implicado estaría cometiendo un delito y podría enfrentarse a diferentes respuestas.

Según el artículo 456.1 del Código Penal, el castigo establecido para el delito en cuestión es de pena de prisión de seis meses a dos años y multa de doce a veinticuatro meses en el caso de que se considere un delito grave. Si en cambio se tratase de un delito menos grave, se enfrentaría a una multa de entre doce meses y dos años mientras que si el delito es considerado leve la multa va de tres a seis meses.

Por definición, el delito de denuncia falsa consiste en "imputar falsamente y a conciencia una serie de hechos a una persona que, de ser ciertos, constituirían una infracción penal". Para que se considere delito se tienen en cuenta no solo la falsedad de los hechos, sino también la mala fe del denunciante y que, evidentemente, se trate de una denuncia de una acción considerada como ilícita.

El delito de denuncia falsa en ocasiones tiende confundirse con otros que aunque tengan similitudes a nivel penal, no cuentan con las mismas características. Son el delito por presentar testigos falsos, el delito de falso testimonio o el mero hecho de simular un delito.

En este caso concreto, el joven ha decidido rectificar su declaración inicial, admitiendo que las lesiones denunciadas el mismo domingo -día en el que él ubicó la agresión- en comisaría le fueron infligidas de forma consentida mientras mantenía relaciones sexuales con otra persona. Según fuentes de Interior, esta nueva declaración se produce "sin perjuicio del desarrollo de las investigaciones y del procedimiento judicial".