La luz marca hoy un nuevo máximo y el Gobierno estudia rebajas fiscales y medidas para hogares vulnerables

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este miércoles a su llegada al Congreso.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este miércoles a su llegada al Congreso.
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este miércoles a su llegada al Congreso.

El Gobierno trabaja en medidas adicionales para amortiguar el impacto en el recibo de la luz del imparable ascenso de los precios en el marcado mayorista, que este jueves marcará un nuevo récord. El Ejecutivo estudia, según confirmaron este miércoles varios ministros, rebajas fiscales adicionales, y está ultimando el consumo mínimo vital para proteger a los hogares más vulnerables.

El precio medio de la electricidad en el 'pool' eléctrico alcanzará este jueves los 141,71/MWh euros de media, rebasando el récord de hace una semana, cuando se situó en los 140,23 euros, y triplicando el precio de hace un año, cuando la luz se pagaba a 45,10 euros. Por franjas horarias, la más cara será entre las nueve y las diez de la noche, cuando se marcará un pico de 155,62 euros.

Frente a estos altos precios, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez reivindicó este miércoles que ya se ha actuado –por ejemplo, bajando el IVA–, que hay otras iniciativas en tramitación parlamentaria y prometió que "pronto" se aprobará un paquete de "nuevas medidas" que ejerzan de "amortiguadores sociales", con especial énfasis en la protección de los "hogares más vulnerables". 

En esta línea, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, dijo en Onda Cero que "se está preparando un plan de choque" y que se está "trabajando" en la posibilidad de reducir los impuestos de la factura de la luz. "Los impuestos son uno de los temas que estamos viendo (...). Lo vamos a tratar de hacer lo antes posible", comentó.

Además, agregó que "los ciudadanos más vulnerables están muy protegidos" desde el inicio de la pandemia, cuando se prohibieron los cortes de suministros –medida vigente hasta el 31 de octubre–, y apostó por "profundizar en esa línea" con la adopción de un consumo mínimo vital, que garantizaría a los perceptores del ingreso mínimo vital un suministro mínimo de electricidad, agua y gas.

La ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, pidió por su parte que se haga permanente esa prohibición de cortar la luz, el agua o el gas a los hogares vulnerables, una medida que figura en el acuerdo de Gobierno. "Es muy buen momento para cumplir con el acuerdo de gobierno. Mucha gente respiraría hondo y estará mucho más tranquila", dijo.

Fuentes de Unidas Podemos explican que esta medida y la reforma del bono social eléctrico para que también incluya los suministros de agua y gas lleva negociándose con el PSOE desde principios de año. En la formación morada hay malestar porque, aseguran, esta negociación apenas ha avanzado y porque los socialistas llevan desde abril sin contestar al último borrador de UP.

El grupo morado aspira a prohibir los cortes de suministros en la "vivienda habitual" cuando el impago se deba a "la pobreza sobrevenida o [a] el agravamiento de la situación de vulnerabilidad social o económica". Asimismo, Unidas Podemos quiere que el coste de la medida lo asuman "las empresas que participan en algún segmento" de los mercados de la luz, el agua o el gas.

A la espera de que lleguen esas nuevas medidas, el Congreso abordará la semana que viene el debate de totalidad del proyecto de ley de creación del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico, que cargará parte de las primas a las renovables –que ahora se abonan con cargo a la factura de la luz– a las empresa gasistas y petroleras.

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