La reina Sofía, la princesa Grace de Mónaco, Jacqueline Kennedy, Suri (la hija de Katie Holmes y Tom Cruise), la Duquesa de Alba, la baronesa Thyssen, Rocío Jurado, Isabel Pantoja, Lola Flores, Carmen Sevilla, Pepa Flores, Agatha Ruiz de la Prada, Pasión Vega, Paloma Cuevas, Joaquín Cortés... La lista de nombres es interminable porque ella, Lina, no tenía fronteras. Nacida como Marcelina Fernández, la afamada diseñadora de moda flamenca ha fallecido este martes en su domicilio de Sevilla a los 88 años de edad. Pero sus creaciones, sus numerosas innovaciones y su arte permanecerán para siempre.
La maestra, como era conocida dentro del sector, fundó junto a su marido, Francisco Montero, la firma Lina 1960 en un pequeño taller de la calle Salado, en Triana, muy cerca de un tablao flamenco. Ella, siempre aguja en mano, era el alma creativa del taller; y él, un avanzado de su tiempo, el motor empresarial de aquel sueño que marcaría un antes y un después en la moda flamenca.
Porque Lina fue la primera diseñadora que decidió cerrar la sisa de los trajes; la primera en incorporar el mantoncillo y bajar el largo de los vestidos a ras de suelo; la que puso de moda los escotes altos; la que estilizó el vestido bajando el talle a la cadera; y la que introdujo los bordados exclusivos diseñados y realizados por su propia firma. En definitiva, una creadora de tendencias en la que se han inspirado, incluso, diseñadores de la talla de John Galliano.
Trabajadora incansable, la salud obligó a Lina a ceder el testigo a sus hijas en el año 2005. Desde entonces, Mila y Rocío Montero, directoras creativa y ejecutiva, respectivamente, han hecho gala del inestimable legado de sus padres, manteniendo cada día intacta la curiosidad y las ganas de "hacerlo cada día un poco mejor".
Homenaje a los 60 años de su firma
Justo antes de que irrumpiera la pandemia del coronavirus, en enero de 2020, la firma celebró un desfile muy especial, Gratitud: 60 años vistiendo el flamenco, en el que se conmemoró el 60 aniversario de la firma, que ha conseguido, gracias a su fundadora, elevar la moda flamenca al estatus de alta costura. "Durante sesenta años de trabajo, supo llevar la moda flamenca a lo más alto, siendo ejemplo de talento y creatividad", ha asegurado el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, una de las muchas personalidades políticas de la ciudad y del sector que han querido despedirse de la diseñadora, que será enterrada este miércoles en la capital hispalense.
Y ha querido el destino que Lina se fuera justo el día en el que la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta ha dado luz verde al anteproyecto de la Ley Andaluza del Flamenco, herramienta para la protección, conservación y difusión de este arte como máxima seña de identidad de la cultura andaluza.
A buen seguro, y si la crisis sanitaria lo permite, miles de volantes salidos del taller de Lina se moverán en la próxima Feria de Abril como homenaje a la maestra entre los maestros.
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