Más de la mitad cree que la ‘mesa de diálogo’ no rebajará la tensión con la Generalitat

La 'mesa de diálogo' entre el Gobierno central y el de la Generalitat no genera demasiado optimismo entre los españoles: más de la mitad creen que no ayudará a mejorar la tensión política, hay dudas sobre si servirá para adoptar decisiones reales o si se trata de una mera operación de imagen, y la mayoría de encuestados considera que los principales beneficiados de estas reuniones serán Cataluña y ERC, mientras que España será el actor más perjudicado.

PSOE y PP empatarían tras meses de ventaja de los populares

De acuerdo con el barómetro del Instituto DYM para 20minutos, apenas uno de cada cuatro (22,9%) creen que la mesa "seguro" o "probablemente" rebajará la tensión, mientras que más del doble –el 50,4%– cree que no. El restante 17,7% expresa dudas y un 9% no sabe o no responde.

No obstante, se observan importantes diferencias entre los electorados, ya que entre los votantes de Unidas Podemos la confianza en la mesa es mayoritaria –con un 57,6% de opiniones a favor y un 15,1% en contra–, y también entre los socialistas son mayoría las respuestas favorables –36,6% a 28,2%–, mientras que los partidarios de PP, Vox y Ciudadanos son más pesimistas, con tasas de aprobación que no alcanzan el 15% y un rechazo a este foro bilateral que supera el 70% en el caso de las dos principales formaciones de la oposición.

Mayor división hay cuando se pregunta si la mesa tendrá o no efectos prácticos o si en realidad se trata de una estrategia para mejorar la imagen de los actores implicados. El 44,9% de los ciudadanos cree que sí tendrá consecuencias en la toma de decisiones a "corto o medio plazo", mientras que el 38,7% considera que se trata de una mera "operación de imagen" y un 16,3% expresa dudas al respecto.

Henar de Pedro

Este reparto de percepciones se demuestra más transversal entre todos los posicionamientos políticos, pues la impresión de que "tendrá consecuencias" es mayoritaria entre todos los electorados, especialmente en los votantes de PSOE y UP, pero la idea de que es una "operación de imagen" cosecha importantes porcentajes incluso entre los votantes socialistas y morados –ronda el 30% en el caso de los partidos del Gobierno y sube por encima del 40% entre los votantes de formaciones de la oposición–.

Preguntados por quiénes serán los principales beneficiados de la mesa, los encuestados creen que serán Cataluña y ERC, pues un 45% de los encuestados cree que será positiva para ellos.

En el caso de Unidas Podemos, el 39,5% cree que se beneficiará de la mesa y un 36,9% cree que saldrá perjudicado, con lo que el saldo es positivo por 2,6 puntos; mientras que, en el caso del PSOE, el 37,5% de los encuestados creen que sacará efectos positivos de la mesa y un 42,2% –4,7 puntos más–, que tendrá consecuencias negativas.

Por último, los encuestados sitúan a Junts per Catalunya y a España entre los actores más perjudicados. En el primer caso, el 41,4% responde que la mesa será negativa para el socio menor del Govern, y en el segundo ese porcentaje sube al 49,3%.

Finalmente, preguntados por si el Gobierno debería activar 'mesas de diálogo' con otras comunidades autónomas "y no solo con Cataluña", casi tres de cada cinco encuestados (58,9%) responden afirmativamente, siendo el sí mayoritario entre todos los electorados. El 24,2%, en cambio, responde que no, y el 16,9% no sabe o no contesta. Los más partidarios de constituir mesas con todas las comunidades son los votantes de Unidas Podemos (73,4%), y los menos proclives son los del PP (responden afirmativamente el 59,8% de populares).

El electorado de la coalición confía en la mesa

Los votantes de los partidos del Gobierno central son más optimistas que el resto cuando se les pregunta por los efectos de la ‘mesa de diálogo’ sobre sus propios partidos. Entre los socialistas, el 55,2% cree que la negociación con la Generalitat tendrá efectos positivos para el PSOE. Entre los votantes de la coalición morada, casi tres de cada cuatro (73,2%) creen que la mesa será beneficiosa para UP.

El Ejecutivo central sigue suspendiendo, aunque saca su mejor nota

La valoración del Gobierno sube de forma notable tras el parón de verano, la renovación del Ejecutivo y coincidiendo con el avance de la vacunación y la mejora de los datos macroeconómicos: mientras que los españoles suspendían al Ejecutivo con un 3,4 sobre 10 en julio, ahora le otorgan un 4,1, la mejor nota en la serie histórica.

La subida se sustenta, fundamentalmente, en el incremento de la valoración de los votantes socialistas, aunque la mejora se produce entre los electorados de todos los partidos, también entre los votantes de fuerzas de la oposición. Con este dato se revierte una senda de desgaste que comenzó en junio de 2020, poco después de concluir el confinamiento domiciliario y la fase más aguda de la pandemia, y cuando el Gobierno tenía un 4 sobre 10. A partir de entonces, comenzó una fase descendente que duró hasta noviembre, cuando marcó un 3,4. En los sucesivos barómetros se movió entre el 3,4 y el 3,6, y en julio, justo antes del verano, volvió a situarse en su mínimo (3,4).

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Ahora, en cambio, el avance de la vacunación y de la recuperación económica parece dar alas al Ejecutivo, que mejora de forma significativa y marca una media de 4,1 puntos sobre 10 cuando se pregunta a los encuestados qué nota le dan en una escala de 0 a 10.

La valoración es la mejor de la serie histórica, y también lo es el saldo evaluativo, es decir, el margen entre quienes aprueban la labor del Ejecutivo (el 48,3%) y quienes la suspenden (el 49,8%). Aunque este es negativo, es de apenas 1,5 puntos, el más estrecho desde las pasadas elecciones generales.

Por partidos, los votantes del PSOE son los que le dan una nota más positiva al gabinete de Sánchez, con un 6,4 de media. La valoración ha crecido un punto con respecto a julio, cuando marcó su mínimo.

En el caso de los votantes de Unidas Podemos, la media es de 6,3 puntos. La mejora, en este caso, es más modesta –apenas tres décimas–, pero también es suficiente para que el Gobierno coseche su mejor nota histórica entre los votantes morados, que hace un año le daban un 5,6 y que en noviembre de 2020, por ejemplo, le suspendieron, con un 4,4.

Los partidarios de la oposición siguen suspendiendo con rotundidad la actuación del Gobierno, pero también han mejorado la valoración que le otorgan. Los votantes del PP, por ejemplo, le dan un 2,5, siete décimas más que en julio. En el caso de los votantes de Vox le dan un 1,0 –cuatro décimas más que en el anterior barómetro– y, entre los votantes de Cs, el Ejecutivo logra una nota de 2,8 puntos, dos décimas más que antes de verano y la mejor desde junio de 2020.