PSOE, Podemos y ERC defienden la mesa de diálogo de la presión generada por la detención de Puigdemont

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, en una imagen de archivo.
El president de la Generalitat, Pere Aragonès, en una imagen de archivo.
EFE
El president de la Generalitat, Pere Aragonès, en una imagen de archivo.

Socialistas, Podemos y ERC se afanan en preservar la mesa de diálogo de la presión generada por la detención del Carles Puigdemont el pasado jueves en Cerdeña (Italia). A la espera de que se resuelva definitivamente la situación judicial del expresident, que declarará el próximo 4 de octubre y sobre suya posible entrega a España tendrán que decidir las autoridades italianas, los partidos del Gobierno central mantienen que la mesa –la gran apuesta del Ejecutivo para encauzar el conflicto catalán esta legislatura– sigue en pie y ERC aguanta la presión de sus socios de Junts.

Desde que se produjo el arresto, Junts está presionando a ERC en un intento de que se aleje de la negociación con el Gobierno. Este lunes, la portavoz de JxCat, Elsa Artadi, insistió en que la detención de Puigdemont –que calificó como "el mayor error del Estado" desde el 1-O– demuestra que la mesa no sirve para "encarrilar el conflicto político" y que es, en realidad, un foro "entre socios parlamentarios en Madrid", en referencia a PSOE y ERC. 

Además, Artadi propuso a ERC y la CUP que hagan un frente común en el Congreso de cara a la negociación de los Presupuestos, pues se trata de "la herramienta más importante que tiene el independentismo para condicionar al Gobierno de Pedro Sánchez". "Perderíamos una gran oportunidad entre todos si no somos conscientes y no la aprovechamos bien", insistió Artadi. Hasta la fecha, ERC ha rechazado esa posibilidad. El año pasado, los republicanos apoyaron las cuentas del Gobierno de coalición, mientras que Junts las rechazó.

La portavoz de ERC, Marta Vilalta, por su parte, advirtió de que el Gobierno está "alejándose cada vez más" de conseguir su voto a las cuentas, pero reiteró su disposición a negociarlas e insistió en que "no hay alternativa posible" al diálogo. "Tenemos una vía que queremos explorar", agregó la portavoz republicana, quien retó a Junts a decir "qué alternativa propone" si "no le gusta" la mesa de diálogo y le recordó que forma parte de un "gobierno de coalición". "Si alguien tiene otra propuesta, que la diga", zanjó.

Junqueras y Aragonès también defienden la mesa

El apoyo a la mesa también llegó por boca del exvicepresidente de la Generlitat, Oriol Junqueras, que afirmó que este espacio de negociación es la "mejor alternativa" y que él ayudará a que "no descarrile" una "negociación fructífera". Junqueras evitó comentar la ausencia de Junts en la primera reunión de la mesa en esta legislatura catalana e insistió en que "siempre" será bienvenidos "todos los que se quieran sentar a negociar". "La invitación sigue activa, presente y bien intencionada (...). Cuando quieran incorporarse será un placer" remarcó Junqueras, quien no obstante advirtió de que la mesa tendrá que dar frutos.

En esa misma línea, el president Pere Aragonès defendió la necesidad de "mantener el rumbo" de la mesa de diálogo: "Mi compromiso con una salida negociada al conflicto está. Lo mantengo y creo honestamente que es la mejor manera de acabar con el conflicto", dijo. Además, evitó comentar si cree que el Gobierno central estaba al tanto de la detención de Puigdemont.

PSOE y Podemos piden seguir adelante

Por parte del Gobierno central, los partidos que lo sustentan también hacen todo lo posible por mantener viva la mesa de diálogo. La vicesecretaria general socialista, Adriana Lastra, dijo que es una "ventana de oportunidad" que "merece la pena", aunque "no sea fácil" llegar a acuerdos. "La mesa sigue en marcha", recalcó durante una rueda de prensa en Ferraz a preguntas de los periodistas. "El diálogo está vigente, es más necesario que nunca y es la única vía para resolver cualquier conflicto", agregó la portavoz del PSC en el Parlament de Catalunya, Alicia Romero, quien sostuvo que los indultos a los líderes independentistas condenados demuestran que "la voluntad" del Gobierno de Sánchez con el diálogo es "firme".

"Nosotros tenemos claro que lo importante es la resolución política de un conflicto que es político y con nuestras propuestas, que hemos llevado a la mesa", apuntó la coportavoz estatal de Podemos, Isa Serra, quien vinculó la detención de Puigdemont a una "operación de algunos jueces que todo el mundo conoce" y acusó a la derecha de desear que la mesa "se frenase, se bloquease y no avanzase". Joan Mena, portavoz de los comunes en el Parlament, también recalcó que "el diálogo ha venido para quedarse" y que "todo el mundo", incluso los partidos que "quieren dinamitarlo, como Junts", saldrá "beneficiado".

La mesa, el instrumento pactado por PSOE y ERC en las negociaciones para investir a Sánchez a finales de 2019 para encauzar la cuestión catalana, se ha reunido una sola vez desde que Aragonès llegó a la Generalitat. En el encuentro, que se produjo hace dos semanas y donde por la parte catalana sólo se sentó ERC, las delegaciones de ambos gobiernos constataron que sus posiciones son muy distantes –el Ejecutivo ofrece más inversiones, y la Generalitat reclama la amnistía y la autodeterminación–, pero reiteraron su compromiso de seguir negociando. Por ahora se desconoce la posible fecha de una futura reunión.

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