Canarias

Cloruros, sulfatos, carbonatos y otros gases tóxicos: ¿por qué la reacción química de la lava con el mar es tan peligrosa?

Tras diez días de intensa actividad, el magma de la erupción del volcán de Cumbre Vieja de la isla de La Palma ha llegado al mar este martes en torno a las 23.00 horas. La colada de lava se ha precipitado por el acantilado de aproximadamente 100 metros de altura en la zona de Los Guirres en forma de "pirámide" de más de 50 metros de altura. Al amanecer, se ha transformado en un impresionante delta de lava que se ha adentrado en el mar. 

En este sentido, el choque de lava a temperaturas tan elevadas que incluso pueden superar los 1.000 °C con el mar, a temperaturas aproximadas de 20º C, puede acabar produciendo una serie de efectos perjudiciales para la salud humana. Una de las consecuencias principales que ya estamos viendo es la expulsión de gases tóxicos pero, ¿cómo se produce esta reacción química y por qué puede suponer un riesgo?

¿Por qué se producen estos gases tóxicos?

Tras el choque térmico, se han formado inmensas columnas de vapor de agua. Cabe recordar que el agua contiene cloruros, carbonatos, sulfatos o flúor, entre otros elementos, que pueden provocar gases tóxicos al producirse esta reacción. No obstante, los expertos consultados en la zona precisan que existe un riesgo bajo para la población de la isla. 

En todo caso, la población que se encuentra en la zona en la que ha entrado la lava en contacto con el mar se mantienen confinados en sus viviendas para evitar posibles intoxicaciones. Así lo ha confirmado el director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (PEVOLCA), Rubén Fernández, en el programa 'Las mañanas de RNE'.

"En la zona de contacto se produce una nube de vapor con gases tóxicos, pero se circunscribe a la zona lava mar", ha destacado esta tarde en la rueda de prensa del PEVOLCA la directora del Instituto Geográfico Nacional en Canarias, María José Blanco.

¿Qué efectos pueden provocar?

Como recordaban desde el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), lo que se ha formado son los conocidos como "penachos", esto es, unas columnas de vapor de agua compuestas de ácido clorhídrico debido a la cantidad de cloruro que hay en el mar. 

Estas columnas, que también contienen partículas de vidrio volcánico como consecuencia de la reacción, suponen un peligro local para todas aquellas personas que se encuentran en la zona en la que se ha producido el choque químico.

Por esta razón, los vecinos de los barrios colindantes deben permanecer en sus hogares cerrando ventanas y puertas para evitar la inhalación o el contacto con estos gases tóxicos que pueden provocar irritaciones cutáneas, en los ojos o problemas respiratorios. 

Desde el Cabildo de La Palma han destacado que la erupción no ha afectado a la calidad del aire "que es perfectamente respirable". Asimismo, los dispositivos para analizar la presencia de gases "realizan mediciones periódicas sobre este parámetro y no han registrado valores que se consideren perjudiciales", aclaran.

¿Cuáles son las recomendaciones?

Para evitar cualquier tipo de intoxicación por la exposición a cenizas o gases tóxicos, el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF), a través de su Servicio de Información Toxicológica (SIT), ha publicado una serie de recomendaciones: 

  • Evitar la exposición a las cenizas siguiendo las indicaciones de seguridad y distanciamiento. 
  • Alejarse del foco de emisión volcánica.
  • Cerrar puertas y ventanas, apagar aparatos de aire acondicionado, ventilación o calefacción para evitar la ceniza o la lluvia ácida.
  • Utilizar mascarilla protectora frente a estas partículas. La FFP2 es la más efectiva en estos casos. 
  • Utilizar prendas que cubran la cabeza, brazos y piernas.
  • Evitar el uso de lentillas de contacto por la irritación ocular.
  • Utilizar gafas protectoras.
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