Julia Janeiro y su novio futbolista, Brayan Mejía, rompen su relación
No ha sido una ruptura de las sonadas, de las que explotan en los medios. Ha sido más bien de cocción lenta, detalle a detalle, pero, una vez se unen todas las piezas del puzle no queda más remedio que aceptar que se les acabó el amor de tanto usarlo. Julia Janeiro y su novio, el futbolista murciano Brayan Mejía, han roto su relación.
Tal y como explica la revista Semana, la pareja parecía casi perfecta en redes sociales, uno de esos noviazgos con todo el impulso de la juventud. Sin embargo, desde hace un mes comenzaron los problemas, justo cuando la hija de Jesulín de Ubrique decidió que no quedara rastro alguno y borró todas las publicaciones que tenía con él en su Instagram, donde va camino de los 200.000 seguidores.
Pero eso solo fue una de las evidencias que se han ido repitiendo a lo largo de las semanas. Tras una historia de amor intensa, han tomado caminos por separado y no han podido superar esta crisis veraniega, si bien queda la duda de si la ruptura ha sido amistosa o todo lo contrario. Y lo cierto es que tiene toda la pinta de que ha sido la segunda opción.
Para empezar, porque el lateral izquierdo ha subido recientemente una story en la que aparece junto a una misteriosa chica en un coche, así como añade a la ya de por sí elocuente fotografía un emoticono de un osito. Es decir, que se puede pensar en que se ha vuelto a enamorar con bastante celeridad.
Y además hay que añadir que, hoy por hoy, se han dejado de seguir en redes sociales, por lo que debe haber quedado alguna enemistad entre ellos, a quienes era habitual ver por las calles de Madrid y con quien Julia Janeiro solía hacer excepciones en sus redes sociales, donde no le gusta salir acompañada ni de familiares ni de amistades, a pesar de que en ocasiones suele hacer alguna excepción.
Todo el tema de haber cortado definitivamente con el futbolista, además, es muy probable que sea una decisión bastante meditada, a pesar de que ella misma se ha llegado a definir como una persona muy impulsiva y que debía "pensar las cosas antes de hacerlas". Además, en el terreno amoroso, explicó qué le gustaba de ella misma: "Que soy muy cariñosa y, cuando quiero a alguien, me desvivo por esa persona. Ya no soy tan orgullosa ni rencorosa como antes".