Canarias

¿Qué son las bolas de ceniza que 'llueven' en La Palma? El volcán expulsa lapilli, abrasivo al contacto con la piel

El volcán de Cumbre Vieja, en La Palma, expulsa este viernes bolitas abrasivas al contacto con la piel. Esto es lo que se conoce como lapilli, un fragmento de piroclastos de muy pequeño tamaño (de dos a 64 milímetros) que emergen directamente de la boca eruptiva.

Tal como ha descrito esta mañana la reportera de TVE Francisca González, este viernes en la 'isla bonita' ha caído una "potente lluvia de bolitas de ceniza, como si fuera granizo". Material que incluso ha llegado a perforar el paraguas con el que se protege el equipo, ubicado en el mirador de Tajuya.

Este fenómeno, según explica Lorenzo Pasqualini, geólogo de Meteored (tiempo.com), es lo que se conoce como lapilli, que son un tipo de piroclastos que expulsa el volcán. Por la boca eruptiva puede salir desde ceniza hasta grandes rocas que los vulcanólogos llaman "bombas".

"Los fragmentos expulsados por un volcán en erupción se llaman en general piroclastos. Estos pueden ser de distinto tamaño: el más pequeño es la ceniza; el 'lapilli' son como pequeñas piedras de entre dos y 64 milímetros; de mayor tamaño ya se habla de 'bloques' y las piedras más grandes se llaman 'bombas', que son enormes rocas", explica el experto.

Pasqualini, experto en volcanes como Etna o Estromboli, advierte de que los lapilli, también llamado picón en Canarias, "son peligrosos porque pueden ser abrasivos" y además alerta de que, en caso de una erupción masiva, "al acumularse en los tejados, pueden suponer un problema porque pesan y pueden conllevar a un derrumbe, pero solo si hubiera una cantidad muy grande porque son fragmentos muy ligeros".

Añade el experto que el lapilli es un material ligero y firme que se empleó junto al hormigón para construir muchos edificios en la antigua Roma. "De hecho -pone de ejemplo-, la cúpula del Panteón, que sigue en pie casi dos mil años después de construirse en el centro de Roma, se realizó con hormigón mezclado con lapilli, porque era un material ligero que permitía que la cúpula no se derrumbase", cuenta este científico de origen italiano.

El lapilli también ofrece información a los científicos sobre la evolución de la erupción volcánica, pues "está ligado a la composición del magma", si bien hay muchos parámetros que entran en juego. "Durante la erupción suele haber de todo", resume Pasqualini.

El lapilli o picón está "ligado a la composición del magma"

Para protegerse de la ceniza, el lapilli y los gases, los expertos recomiendan salir a la calle únicamente para lo imprescindible y siempre protegidos con mascarillas FFP2 y con ropa que cubra todo el cuerpo. En cuanto al lapilli, Pasqualini es claro: "mejor que no te coja, es como una pequeña piedra que te alcanza", por lo que puede causar daños de abrasión, físicos y materiales.  El geólogo aclara que a mayor tamaño de los piroclastos, más difícil es que se alejen de la boca del volcán. 

Preguntado por qué pasaría si ahora se produjeran precipitaciones en La Palma, el experto explica que "las lluvias pueden tener efectos distintos según el tipo de volcán. Si hay mucha acumulación de ceniza, la lluvia puede crear coladas de barro, pero no es el caso de La Palma".

Pasqualini prefiere no pronunciarse sobre la posible lluvia ácida, un tema sobre el que cree que "a veces se ha hablado de forma exagerada", e insta a confiar en la gestión realizada por las autoridades locales que están monitorizando in situ en todo momento la erupción volcánica y alertan de cualquier problema que pueda surgir derivado de la actividad en Cumbre Vieja.

Nueva boca y balance

La lava emitida desde el inicio de su erupción el 19 de septiembre cubre 709 hectáreas, incluido el terreno que ha ganado al mar desde la noche del día 28, y ha afectado a 1.005 edificaciones, de las cuales 870 han quedado destruidas. Así figura en la última actualización del sistema de satélites europeo de monitorización terrestre Copernicus, con datos recabados en la madrugada de este viernes. La superficie ocupada por la ceniza caída se extiende por 3.172,9 hectáreas

Por otro lado, los científicos desplegados en la 'isla bonita' están vigilando este viernes la aparición de una nueva colada que se originó la pasada noche en la zona del cono secundario (ahora hay tres bocas y tres coladas). La nueva colada discurre en estos momentos hacia el mar, de forma paralela a la principal. 

Además, algunas estaciones de control de la calidad del aire próximas al volcán de La Palma han detectado un aumento en la concentración de dióxido de azufre (SO2) en las emisiones que por el momento no representan un riesgo para la salud, según el Departamento de Seguridad Nacional (DSN). Las autoridades no descartaron este jueves tener que extender el confinamiento preventivo a los de los núcleos poblacionales de Tazacorte (San Borondón, Marina Alta, Marina Baja y La Condesa, que ya están confinados) a otros de Los Llanos y El Paso. 

Redactora '20minutos'

Periodista y portadista en 20minutos desde 2012. Empecé en la sección de Multimedia y de ahí he pasado por Redes, Cultura, Cierre y Mi Bolsillo. Desde hace cuatro años formo parte del equipo de Última Hora lidiando sobre todo con el coronavirus. Me gusta escribir de salud, ciencia, medio ambiente, educación y temas sociales.

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