Casado elogia "la Hispanidad" y rechaza "pedir perdón" por los "pecados de la Conquista"

Pablo Casado rechazó este viernes "pedir perdón" por los “pecados cometidos durante la Conquista”, en relación con la polémica generada por la carta del Papa Francisco enviada al país centroamericano por su bicentenario de independencia, como ya hicieran el expresidente Aznar o la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. 

En el marco de la convención nacional de los populares, Casado contó en esta jornada con la presencia del expresidente de México, Felipe Calderón, para reivindicar los lazos históricos de ambos países y se mostraron orgullosos del fenómeno que ha construido durante cinco siglos, la “Hispanidad”.

Ademas, el líder de la oposición exigió a Sánchez que traiga a España a Carles Puigdemont y que se haga respetar la justicia española en el extranjero.

Casado rechaza "pedir perdón por la Conquista"

En medio de la polémica por la carta del Papa Francisco enviada a México por su bicentenario por la independencia, y tras las respuestas a la misma por parte de José María Aznar e Isabel Díaz Ayuso, el presidente del PP se unió al rechazo a pedir disculpas por los “pecados cometidos” durante “la Conquista” en el continente americano. Por su parte, Felipe Calderón se declaró "profundamente orgulloso de sus raíces indisolubles indígenas y españolas, como todo los mexicanos. Así me declaro, así soy, así he vivido y así espero morir".

Calderón hizo un llamamiento a “no caer en la polarización y la división" porque consideró que se están intentado cubrir los "problemas" de México con estas "cortinas de humo". Asimismo, el expresidente censuró la "vil estrategia política de dividir y manipular las emociones de la gente".

El líder del PP coincidió con el dirigente mexicano: "Desde España no tenemos que pedir perdón pero tenemos que dar las gracias a una historia común que ha sido en mi opinión el mayor hito de la humanidad después de Roma, la Hispanidad", dijo.

Casado exige a Sánchez traer a Puigdemont

El presidente del PP exigió al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, "ir detrás" del juez Pablo Llarena y del Tribunal Supremo para traer al expresidente catalán Carles Puigdemont y que sea juzgado en España. Según remarcó, el Gobierno debe hacer "todo lo posible para que la Justicia española sea respetada".

Casado se pronunció un día después de que el juez Llarena haya remitido un escrito al Tribunal de Apelación de Sassari (Italia) en el que señaló que la euroorden contra Puigdemont está vigente e instó a que se entregue al expresidente catalán a las autoridades judiciales españolas.

Además, y aprovechando la parada de la convención popular en Murcia, Casado inició la jornada rodeado de tres miembros de su partido, como el propio secretario general de la formación, Teodoro García Egea; el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras; y la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, y mostró su "preocupación” por dos cuestiones de la zona. La primera de ellas, “el campo” y la situación del trasvase Tajo-Segura. El segundo, la actual coyuntura que atraviesa el Mar Menor por la cantidad de peces muertos que han aparecido a causa de la eutrofización, es decir, la contaminación de las aguas por nitratos y fosfatos provenientes de la fertilización de los cultivos de alrededor.

Modelo de seguridad para garantizar las libertades

Finalmente, Casado elogió a Calderón por "enfrentarse a la delincuencia" en su etapa como presidente, cuando se convirtió en la “alternativa” del país centroamericano tras más de seis décadas de mandato del Partido Revolucionario Institucional PRI). “Hasta que México no pudiera garantizar la seguridad, no habría libertad, y sin eso sería muy difícil que un país tan rico, influyente e históricamente relevante pudiera aportar crecimiento económico y creación de empleo para construir un Estado de bienestar”, explicó el líder del PP. Además, Casado reivindicó “el lazo histórico entre México y España” y su “intensa historia común” que “ayudó a construir la hispanidad”.

Felipe Calderón tomó la palabra para explicar el modelo que le llevó a ser presidente de México y acabar con la “inseguridad” para poder dar a la sociedad “oportunidades e igualdad”. “Cuando llegamos al Gobierno parece que cayó la tormenta perfecta”, manifestó el que fuese dirigente del Partido Acción Nacional (PAN).

“Teníamos una violencia brutal debido a la política de dejar a hacer lo que quisieran a los criminales. La policía estaba carcomida por la corrupción, dominada por los carteles”, pero había algo “más grave”, según Calderón, “la captura del Estado” por parte del narcotráfico. “Nuestra política fue combatir a los criminales, pero México está cayendo de nuevo en las garras de la delincuencia que tanto nos costó liberar”, añadió.