Conmoción en Reino Unido por las agresiones sexuales cometidas por policías: "Se necesita un cambio"

Policía Metropolitana de Londres.
Policía Metropolitana de Londres.
DPA vía EUROPA PRESS
Policía Metropolitana de Londres.

El Reino Unido sigue presa de la conmoción ante las noticias sobre delitos sexuales cometidos por agentes londinenses que no han dejado de aflorar en los últimos días, después de que el pasado jueves un tribunal condenase a cadena perpetua al asesino y violador de Sarah Everard, Wayne Couzens. Ante estas informaciones, que han desatado el estupor de los británicos, el primer ministro, Boris Johnson, ha abogado por un cambio en la "cultura policial".

No es la primera vez que el premier británico alza la voz contra las disfunciones en el seno de la Policía que hacen que las mujeres en el Reino Unido se sientan inseguras ante la violencia y las agresiones sexuales y ha señalado que es necesario "hacer un gran trabajo" para proporcionarles la confianza que necesitan.

"Es vital que el público confíe en la Policía", ha asegurado este lunes Johnson, que ya el sábado consideró "exasperante" la incapacidad de los agentes británicos para actuar seriamente contra la violencia machista y dijo que los ciudadanos tienen razón al pensar que las fuerzas de seguridad están fracasando en esa lucha.

Estas declaraciones se producen porque el delito de Couzens no es un caso aislado. Este lunes, los juzgados londinenses han acogido como imputado por violación a otro agente de la Policía Metropolitana de Londres. Se trata de David Carrick, de 46 años, que trabajaba  en el Cuerpo de Protección Diplomática y Parlamentaria, el mismo de Couzens, y ha sido cesado.

Además, una investigación condenatoria de la Policía Metropolitana reveló el pasado fin de semana que 26 colegas de profesión de Couzens han cometido delitos sexuales desde 2016, cinco de ellos en acto de servicio, según recogió The Sunday Mirror. Estos crímenes incluyen la violación y la posesión de imágenes de pornografía infantil. De hecho, dos agentes fueron encarcelados en abril, un mes después de que el recién condenado a cadena perpetua violara y matara a Sarah Everard.

Las alarmantes cifras llegan mientras crece la presión sobre la comisaria de la Metropolitana, Cressida Dick, para que renuncie a su cargo y para que el Cuerpo se someta a una revisión radical para acabar con la cultura sexista.

Cadena perpetua para el asesino y violador de Sarah Everard

Un tribunal londinense condenó el pasado jueves a cadena perpetua a Wayne Couzens, que el pasado marzo raptó, violó y asesinó a Sarah Everard, una joven de 33 años que iba andando de camino a casa en el sur de Londres. 

Los hechos ocurrieron la tarde del pasado 3 de marzo. Tras completar un turno de 12 horas, el oficial de Protección Diplomática deambuló en un coche por el centro de Londres con el objetivo de "cazar a una mujer solitaria para secuestrarla y violarla", en palabras del juez Adrian Fulford. Así fue como se topó en el barrio de Clapham con Sarah Everard, que volvía andando a casa tras quedar con una amistad a unos 4 kilómetros, un trayecto que nunca llegó a completar.

Según la investigación policial, Couzens pudo haber usado sus credenciales y autoridad como agente para arrestar a la joven por supuestamente quebrantar las restricciones por el coronavirus, en un momento en que el país estaba bajo confinamiento. Se la llevó esposada en su coche, ante la mirada de algunos transeúntes que creyeron ver una detención en lugar de un secuestro, y la condujo hasta los alrededores de Kent, donde la violó en una zona boscosa de Ashford y la asesinó estrangulándola con un cinturón reglamentario de policía.

Después, quemó el cuerpo de la joven y se deshizo de los restos en un estanque cercano, tal como descubrieron los agentes una semana después, con la ayuda de perros rastreadores.

De 48 años y padre de dos hijos, el tribunal le impuso a la condena más severa que existe en el sistema judicial británico, reservada para los criminales más peligrosos, y pasará el resto de su vida entre rejas. El juez describió las circunstancias del caso como "grotescas" y dictaminó que la gravedad era tan "excepcionalmente alta" que justificaba la pena.

El asesinato desató la furia de las mujeres en el Reino Unido, con numerosas protestas en defensa de calles seguras y libres de machismo, y prendió la mecha del escepticismo contra la Policía, envuelta en polémica por cómo trató de disipar las manifestaciones en pleno confinamiento.

20minutos.es líder en los diarios más leídos en internet. Consulta las últimas noticias en el diario gratuito de referencia en España.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento