Internacional

Alberto Fujimori, de la cárcel a la UCI tras someterse a un cateterismo cardíaco

El expresidente peruano Alberto Fujimori, de 83 años, fue sometido a un cateterismo en el corazón para aliviar una obstrucción en una de sus arterias, informó su hija Keiko Fujimori.

"En estos momentos se encuentra en UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) y será evaluado en las próximas horas y, conforme él se vaya restableciendo, los médicos decidirán su retorno a la clínica Centenario", declaró la excandidata presidencial a los periodistas.

Fujimori explicó que los médicos encontraron que "una de las arterias tenía una obstrucción en un 70 %", razón por la cual se le hizo un cateterismo en la clínica El Golf, del distrito de San Isidro. "Esperamos que este gobierno garantice la vida y salud de mi padre, como a cualquier otro interno", afirmó Fujimori.

"Esperamos que este gobierno garantice la vida y salud de mi padre, como a cualquier otro interno"

La lideresa del partido opositor Fuerza Popular indicó que evaluar un cambio de penal para su padre, como se ha producido en las últimas semanas con otros internos, "sería un atentado contra su vida".

Horas antes del procedimiento, el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) informó que el exmandatario sería sometido a un "procedimiento invasivo cardíaco" que le obligará a permanecer en cuidados intensivos.

Así lo determinaron los médicos que evalúan a Fujimori desde que hace dos días sufriese una descompensación que motivó su traslado a una clínica de Lima desde la prisión donde cumple una condena de 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad.

Constantes traslados a la clínica

Desde que está en prisión, Fujimori es periódicamente trasladado a clínicas por diferentes males crónicos propios de su avanzada edad, como hipertensión arterial, una hernia lumbar, gastritis, fibrilación auricular paroxística y unas lesiones en la lengua, conocidas como leucoplasia, de las que fue operado hasta seis veces.

Este nuevo ingreso clínico coincide con la luz verde dada por el Gobierno del presidente Pedro Castillo para solicitar la ampliación de los cargos por los que Fujimori fue extraditado en 2005 desde Chile.

La petición tiene como fin lograr juzgar en Perú al expresidente por la presunta ejecución extrajudicial durante el rescate, en 1997, de los rehenes que tomó el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) en la residencia del embajador japonés.

También por el secuestro y desaparición de un prófugo de la justicia, así como por delitos de corrupción como asociación ilícita para delinquir y peculado doloso en agravio del Estado peruano.

Traslado de prisión en estudio

Asimismo, el Ejecutivo ha manifestado la intención de trasladar a Fujimori a una cárcel común de máxima seguridad y clausurar la prisión de Barbadillo, donde el expresidente es el único reo de este recinto construido expresamente para albergarlo y donde goza de comodidades exclusivas como una celda de tres ambientes.

Allí cumple desde 2007 una condena de 25 años de cárcel por los asesinatos de 25 personas en las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), perpetradas por el grupo militar encubierto Colina, así como por los secuestros de un empresario y un periodista, este último durante el "autogolpe" de Estado de 1992.

Por esa sentencia a Fujimori le faltan por cumplir unos doce años de condena, por lo que no saldría en libertad hasta 2033, cuando tenga 95 años.

De manera paralela, la Justicia peruana tiene pendiente de determinar en las próximas semanas si sienta en el banquillo de los acusados a Fujimori por los casos de las esterilizaciones forzadas y por la matanza de Pativilca (1992), también a cargo del grupo Colina, donde fueron asesinadas seis personas.

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