El plan de la Colònia Castells de Barcelona tiene aún pendientes de desahucio a 50 familias 22 años después de su inicio

El pasaje Piera de la Colònia Castells.
El pasaje Piera de la Colònia Castells.
Carla Mercader
El pasaje Piera de la Colònia Castells.

En lo poco que queda en pie de la Colònia Castells de Barcelona aún hay gatos, porque todavía existe alguien que los alimenta. Son las últimas cinco familias que habitan en el único pasaje que se mantiene sin derribar de lo que hasta hace poco fue una zona de Les Corts de casitas bajas, construidas en los años 20 para los obreros de la antigua fábrica de hules, barnices y charoles Agustí Castells. Este puñado de vecinos que quedan llevan años pendientes de desahucio por el plan urbanístico que se puso en marcha en 1999 –y que aún sigue en ejecución– para acabar con la colonia y construir en su lugar vivienda pública, equipamientos y una zona verde. Pero no son los únicos que viven desde hace tiempo con su futuro en el aire. A estas cinco familias se suman otras que no habitan propiamente en la colonia, sino en las calles que la limitan –Entença, Montnegre y Gelabert–, y a las que el proyecto también prevé desalojar. Según Adela Agelet, secretaria de la Associació de Veïns de Les Corts, el total de hogares a la espera de desahucio es todavía de "alrededor de 50", aunque "unos 80" ya han pasado por ese trance.

"Es romper los proyectos de la gente. No pueden programar nada", denuncia Agelet, que considera una "falta de responsabilidad" que un plan urbanístico que comporta expulsar a familias de sus casas se dilate así en el tiempo por "una mala gestión". También explica que hay vecinos afectados de Entença, Gelabert y Montnegre especialmente "descontentos", porque sus viviendas están "en muy buen estado".

No ocurre lo mismo con algunas de las casitas del pasaje Piera, el único que aún existe de la Colònia Castells, aunque las cinco familias que todavía viven allí conservan bien las suyas. Los años que llevan luchando por su causa no ha evitado que se avance en el derribo de las antiguas viviendas de los obreros de la fábrica de barnices, y están ya tan cansadas de esfuerzos en vano que prefieren no hablar más con la prensa. Lo cuenta una mujer que reside allí, la única que da una mínima explicación después de que este diario llame al timbre de las casitas habitadas. Dentro de ellas sigue habiendo vida, pero su entorno está lejos de ser lo que era antes de que comenzaran los derribos, una suerte de pequeño pueblo dentro de la ciudad. Ahora, las demás casas del pasaje están tapiadas para evitar ocupaciones y en la calle reina el silencio.

Una de las casas habitadas de la Colònia Castells.
Una de las casas habitadas de la Colònia Castells.
Carla Mercader

Desde el Ajuntament cuentan que mientras que casi la totalidad de personas que vivían en la Colònia Castells están realojadas en pisos públicos en la zona, las cinco familias que quedan allí "han sido expropiadas" pero no tienen derecho a un realojo. El motivo es que "no reúnen los requisitos legales para ser consideradas como afectadas urbanísticas". Ahora, explican, el Institut Municipal de l’Habitatge i Rehabilitació de Barcelona (IMHAB) les está buscando una vivienda alternativa, ya que "se trata de familias que pueden presentar valoraciones de vulnerabilidad social y económica".

En cuanto a los vecinos de las calles limítrofes de la colonia también afectados, las mismas fuentes municipales señalan que en marzo se aprobó una dotación presupuestaria de 22,5 millones de euros para las indemnizaciones y expropiaciones de los que habitan entre los números 250 y 280 de Entença y en diversas fincas de Montnegre. Son 31 familias. La previsión es que reciban las compensaciones económicas a finales de año y que los realojos se produzcan "en los meses siguientes". La mayoría de estos serán en 20 pisos públicos todavía vacíos del edificio B-1 de Entença-Morales, donde ya habitan vecinos de la colonia. De estas 31 familias, algunas tienen derecho a realojo y otras a indemnización, y las hay que a ambas cosas.

No hay fecha todavía, sin embargo, para abordar los edificios de Entença entre los números 239 y 245 ni de Gelabert 2, 4 y 6, que forman parte de la última etapa de transformación de la Colònia Castells.

En el espacio libre que han dejado las casas ya derruidas, el Ayuntamiento ha habilitado un parque provisional que dará paso a otro definitivo de 9.500 metros cuadrados, donde se conservarán 11 de las viviendas del pasaje Piera, que se destinarán a equipamientos. La previsión es que las obras, con un presupuesto de tres millones de euros, comiencen el próximo marzo.

El parque provisional de la Colònia Castells.
El parque provisional de la Colònia Castells.
Carla Mercader

El proyecto se aprobó definitivamente el pasado 16 de septiembre tal y como estaba planteado en un principio, a pesar de que los vecinos presentaron alegaciones. Agelet se queja de que "un 75%" del parque tendrá suelo de cemento y de que en la parte central se construirá "una plaza dura" en vez de un pequeño bosque. Afirma que "da mucha rabia" que no se hayan recogido muchas de las aportaciones que hicieron los vecinos en el proceso participativo para elaborar el proyecto.

Por su parte, fuentes municipales aseguran que sí que se han tenido en cuenta y que "la mayor parte del parque será verde".

Carla Mercader
Jefa de sección Barcelona '20minutos'

Licenciada en Periodismo por la Facultad de Ciències de la Comunicació Blanquerna-Universitat Ramon Llull y máster en Periodismo por la Universitat de Barcelona con la Columbia University de Nueva York. Me dedico al periodismo desde 2003 y formo parte desde 2014 del equipo de 20minutos, en el que primero fui redactora, sobre todo de información municipal, y ahora soy jefa de la sección del diario en Barcelona. Anteriormente, trabajé en medios como el diario Qué!, el diario La Nación de Costa Rica, Europa Press o ETV-Llobregat TV, entre otros.

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