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Seis de cada diez mujeres rurales son trabajadoras precarias y su aislamiento agrava los casos de violencia de género

Una mujer trabaja su huerto con mascarilla en el Parque del Río Rato, en Lugo, Galicia (España), a 24 de marzo de 2021.
EP

Se enfrentan a una mayor precariedad, a ser solicitadas en situaciones de mucha demanda para ser luego las primeras en perder su empleo cuando el nivel de trabajo desciende. Son, además, mucho más susceptibles de quedarse aisladas y desprotegidas ante una situación de maltrato. Las mujeres rurales, en general, deben hacer frente diariamente a una serie de obstáculos y barreras mucho más gruesas que las que se erigen en las ciudades españolas.

Este viernes se conmemora el Día Internacional de la Mujer Rural y, tal y como vienen reivindicando en los últimos años las mujeres del sector, se ha vuelto a poner en relieve la complicada problemática que marca la vida de muchas de ellas.

Un ejemplo significativo es la situación de ellas en el sector agropecuario español. Un estudio reciente publicado por Comisiones Obreras (CC OO) revela que seis de cada diez mujeres que trabajan en el campo son precarias. Representan tan solo el 26,9% de las personas ocupadas en este sector (237.476); casi 20 puntos por debajo de la que se observa en el conjunto de la economía española, donde el 46% son trabajadoras. 

La "mujer comodín" en el campo

Pero lo realmente preocupante, según advierte el informe, no es el reducido porcentaje de ocupación de las mujeres rurales en el sector, sino la evolución de esa tasa en los últimos años, generándose "una especie de reservorio de mano de obra"

Y es que el estudio denuncia que "la mujer comodín" se está extendiendo cada vez más por el sector agrario. Usa este término para referirse al fenómeno que provoca que las mujeres son "expulsadas" cuando los hombres se incorporan al sector porque perdieron su empleo en otras actividades, y las recupera cuando se contrata a sus compañeros fuera del campo.

La "mujer comodín" en el campo.
CC OO

Este año, por ejemplo, se produjo un intenso crecimiento de la demanda de trabajo en los otros sectores, lo que provocó que la mano de obra masculina se incorporase al campo con menor intensidad, dando paso a un crecimiento "muy significativo" en el colectivo de mujeres ocupadas en el agro. Según datos del estudio, en el segundo trimestre de 2021, la ocupación creció en ambos sectores; pero mientras que entre los hombres el crecimiento fue del 3%, el de las mujeres alcanzó el 17%. 

Sin embargo, esa evolución no ha permitido recuperar los niveles anteriores a la crisis financiera en el caso de las mujeres, aunque sí en el de los hombres, que incluso superan el indicador de 2008. 

La precariedad, además, es también superior para ellas. Más de la mitad de las trabajadoras (59,3%) tiene un contrato temporal, 13 puntos menos de temporalidad que los hombres (46,8%). Además, pese a que el 32% de las mujeres que trabaja en el sector agropecuario tiene un contrato fijo, solo el 8,42% firmó un contrato fijo discontinuo cuando se incorporó a trabajar. 

Aisladas hasta 20 años en el maltrato por miedo

La precariedad laboral o la dificultad de acceso al trabajo de campo no es el único reto de las mujeres rurales. Como cualquier ciudadano rural, deben hacer frente a una brecha digital significativa, a la despoblación que amenaza a muchas localidades o a la lejanía en la que se encuentran muchos servicios básicos. Con todo, hay una cosa que afecta únicamente a las mujeres: la violencia de género. 

Las mujeres en el ámbito rural pueden llegar a permanecer hasta 20 años en relaciones de maltrato, tal y como alerta un estudio publicado por Fademur y la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género. El informe, publicado este viernes, elabora una fotografía de la lacra de la violencia en los pueblos a través de 167 encuestas a mujeres, 333 encuestas a profesionales de atención y 23 entrevistas en profundidad a víctimas.

Esa permanencia prolongada en una situación de maltrato, según concluye la investigación, se debe, entre otras cosas a una serie de razones como la dependencia económica, el miedo al qué dirán, el miedo a la reacción del maltratador, el férreo control social y familiar, el desconocimiento de los recursos de protección y atención, o la desconfianza hacia su efectividad. 

El estudio destaca ciertos "factores de riesgo y situaciones de vulnerabilidad comunes", aunque incide en que no existe un perfil concreto. "Viven en general en entornos donde son habituales los modelos patriarcales, las creencias sexistas y discriminatorias de género, tanto en las familias de las víctimas como del agresor", apunta el informe, señalando que un 47% de las mujeres consideran a las familias de sus parejas o exparejas "machistas" y más del 80% de las entrevistadas habla de la existencia de machismo generalizado en el mundo rural.

De las entrevistadas, todas han confesado haber sufrido violencia psicológica, la forma más generalizada de maltrato seguida de la física (78%) y la económica (56%). La violencia sexual se ha identificado en un 39% de las mujeres víctimas y la ambiental en un 34%.

En el estudio se proponen una serie de propuestas de mejora de los sistemas de actuación para atajar esta problemática y resolver ese aislamiento y desprotección a la que se ven sometidas las mujeres que sufren maltrato en sus hogares. Entre las acciones destacadas como más necesarias, resaltan la necesidad de aumentar el número de centros y recursos especializados, ante las deficiencias que los propios profesionales de atención denuncian (falta de personal, horarios limitados, falta de accesibilidad, etc.).

Planas promete dar apoyo en las mujeres en la nueva PAC

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, abogó este jueves por aplicar en la nueva Política Agrícola Común (PAC), que entrará en vigor en 2023, medidas de apoyo a la incorporación de mujeres jóvenes a la agricultura y a la ganadería. 

El ministro asumió los retos que afronta su departamento en la elaboración de la nueva PAC y aseguró que uno de los objetivos es incluir la igualdad de género en el ámbito rural con medidas concretas. Uno ejemplo de ello sería, según señaló, que para potenciar la incorporación de jóvenes agricultoras y ganaderas "haya un complemento adicional", así como en el "pago redistributivo" como "elementos de esa participación femenina en el conjunto del medio rural. 

Redactora '20minutos'

Como redactora de Sociedad, sigo de cerca las informaciones de Igualdad, Educación, Sanidad y Derechos Sociales en la sección de Nacional de 20minutos desde 2021. Antes, me curtí durante dos años en la sección de Última Hora y Cierre. Me crié en Barcelona, pasé por Teruel, aunque Madrid es mi casa desde 2013, donde me gradué en Periodismo en la Complutense. Algo melómana y muy feminista, también cuento las historias de quienes tienen menos voz.

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