EE UU reconoce que sus problemas de suministro durarán hasta el próximo año

  • Tras el relajo de las restricciones por la Covid, la demanda de bienes y servicios se ha disparado y hay un cuello de botella.
El presidente Joe Biden anuncia que exigirá que todos los empleados federales se vacunen contra COVID-19 y que las empresas con más de 100 empleados vacunen o hagan pruebas a sus trabajadores semanalmente. 

Las nuevas medidas son parte de un intento más amplio y agresivo de vacunar a los estadounidenses en medio de un aumento en los casos de la variante Delta. Los nuevos requisitos de vacunación cubren alrededor de 100 millones de trabajadores, lo que viene a ser alrededor de dos tercios de todos los trabajadores en los Estados Unidos. 

La recuperación total de la economía estadounidense depende de frenar la propagación del virus, que es un objetivo clave de salud y política del presidente. Los trabajadores federales tendrán un período de 75 días para vacunarse. Los que no están exentos de la vacunación y se niegan a recibirla pueden ser despedidos.
El presidente de Estadios Unidos, Joe Biden.
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El presidente Joe Biden anuncia que exigirá que todos los empleados federales se vacunen contra COVID-19 y que las empresas con más de 100 empleados vacunen o hagan pruebas a sus trabajadores semanalmente. 

Las nuevas medidas son parte de un intento más amplio y agresivo de vacunar a los estadounidenses en medio de un aumento en los casos de la variante Delta. Los nuevos requisitos de vacunación cubren alrededor de 100 millones de trabajadores, lo que viene a ser alrededor de dos tercios de todos los trabajadores en los Estados Unidos. 

La recuperación total de la economía estadounidense depende de frenar la propagación del virus, que es un objetivo clave de salud y política del presidente. Los trabajadores federales tendrán un período de 75 días para vacunarse. Los que no están exentos de la vacunación y se niegan a recibirla pueden ser despedidos.

El secretario de Transporte de Estados Unidos, Pete Buttigieg, reconoció este domingo que los problemas en la cadena de suministros del país durarán hasta el año que viene, e instó a aprobar el proyecto de ley de infraestructuras para minimizar el impacto de esas perturbaciones.

"Ciertamente, muchos de los desafíos que hemos venido experimentando este año continuarán durante el próximo. Pero hay pasos tanto a corto como a largo plazo que podemos tomar para hacer algo al respecto", dijo Buttigieg durante una entrevista con la cadena CNN.

Cuello de botella

Desde que se empezaron a relajar las restricciones a la movilidad y a la actividad económica por la pandemia de Covid-19 en gran parte del mundo, la demanda de bienes y servicios ha experimentado un crecimiento repentino al que los fabricantes y transportistas no han sido capaces de dar respuesta, lo que ha generado un cuello de botella.

Uno de los mejores ejemplos de esta situación son los puertos de Los Ángeles y Long Beach en EE UU, los dos mayores del país y que viven una situación de colapso, con largas colas de enormes cargueros fondeando frente a los muelles a la espera de poder atracar y descargar sus mercancías, una tarea que puede demorarse hasta doce días.

Buttigieg recalcó que parte de lo que está ocurriendo no tiene que ver solo con los suministros, sino con la demanda, que está "por las nubes".

"Este es un ejemplo más de por qué tenemos que aprobar la ley de infraestructuras. Ese plan del presidente tiene 17.000 millones de dólares solo para los puertos, y tenemos que lidiar con los temas de largo plazo que han hecho que seamos vulnerables a este tipo de atascos cuando fluctúa la demanda", agregó Buttigieg.

El plan de infraestructuras está valorado en 1,2 billones de dólares y fue aprobado en el Senado hace semanas con apoyo de los dos partidos, pero todavía está pendiente de aprobación en la Cámara Baja, que quiere votar sobre el tema el 31 de octubre.

La agenda económica de Biden

Ese proyecto para reconstruir carreteras y puentes y mejorar otras infraestructuras del país es una de las dos patas de la agenda económica del presidente Joe Biden; la otra, pendiente de aprobación en el Senado, busca expandir los programas sociales, combatir la crisis climática y subir los impuestos a grandes empresas y ricos.

Esta semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó las previsiones de crecimiento global de este año al 5,9%, una décima menos que hace tres meses, debido en parte a los problemas en las cadenas de distribución mundiales.

El Fondo rebajó, además, en un punto porcentual el crecimiento estimado para este año en Estados Unidos, que será del 6%, como consecuencia de "una moderación del consumo en el tercer trimestre del año y a las alteraciones en la cadena de suministros".

El pasado miércoles, Biden aseguró este miércoles que espera arreglar la congestión actual en la cadena de suministro nacional manteniendo abiertos los puertos más importantes del país a todas horas, de lunes a domingo.

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