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La promesa de Pedro Sánchez en 2014: "Lo primero que hará el PSOE será derogar la reforma laboral de Rajoy"

De izquierda a derecha: Cristina Narbona, presidenta del PSOE; Pedro Sánchez, presidente del Gobierno y secretario general; y Adriana Lastra, vicesecretaria general.
EVA ERCOLANESE

La derogación de la reforma laboral ha tensionado la coalición de Gobierno en los últimos días. Las discrepancias comenzaron cuando la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, con el respaldo del presidente Sánchez, comunicó a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que asumía la coordinación del diálogo con empresarios y sindicatos sobre la reforma, extremo que Unidas Podemos rechazó. Tras días de polémica, socialistas y morados acordaron un nuevo mecanismo de coordinación, pero según el socio minoritario persiste el debate sobre el alcance de la reforma. Y, aunque el PSOE niega esas discrepancias, lo cierto es que Sánchez evita la palabra "derogar" y que fue este jueves incapaz de precisar cuál será la posición del Gobierno en asuntos clave como la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa, y que ha convocado el martes a Calviño y Díaz para, precisamente, fijar la posición del Ejecutivo sobre el fondo del asunto.

No es la primera vez que Sánchez modula su posición sobre la reforma laboral del PP, que prometió derogar hace ya más de siete años sin que, después de tres en el Gobierno, haya cumplido esa promesa. La primera vez que Sánchez lo dijo fue nada más ser elegido líder del PSOE. El 14 de julio de 2014 se impuso en las primarias a Eduardo Madina y a José Antonio Pérez Tapias. "Lo primero que hará el PSOE será derogar la reforma laboral de Rajoy para recuperar los derechos de los trabajadores", dijo al día siguiente. Sánchez insistió en la misma idea en el discurso que dio cuando se certificó su ascenso a la Secretaría General en el Congreso Extraordinario del PSOE, celebrado ese mismo verano. "En cuanto gobernemos, derogaremos la reforma laboral, porque en el siglo XXI no se pueden plantear alternativas del siglo XIX" como es "la explotación laboral", señaló ante un auditorio repleto y bajo la mirada de Alfredo Pérez Rubalcaba y Susana Díaz.

La necesidad de acabar con ese modelo "precario, de bajos salarios" y "de despidos baratos" también lo reflejó el PSOE en los programas electorales con los que se presentaron a las elecciones de 2015 y 2016, en las que Sánchez logró 90 y 85 diputados respectivamente, aunque contuvo el 'sorpasso' de Podemos. En ambos documentos, los socialistas prometían derogar "con carácter inmediato toda la reforma laboral". También Sánchez insistió en ello tras firmar el 'pacto del abrazo' con Albert Rivera, entonces líder de Ciudadanos, con el que planteaba un gobierno de coalición. No obstante, en el documento de 200 medidas que firmaron las dos formaciones no figuraba dicho compromiso.

Tras los malos resultados electorales y la decisión de no abstenerse para facilitar que Mariano Rajoy formase Gobierno, Sánchez perdió la confianza del Comité Federal socialista y se vio forzado a abandonar la dirección del PSOE, aunque volvió a ganar las primarias -esta vez, contra el aparato-. Fue en esa ocasión en la que enarboló de nuevo la bandera de la derogación de la reforma laboral, en este caso, en el discurso que pronunció en el Congreso Federal de los socialistas el 18 de junio de 2017, aunque evitó decir expresamente que derogaría "toda" la reforma. Tampoco lo hizo en el sexto aniversario de la norma, aunque en el documento que publicó el PSOE con motivo de la efeméride, el 10 de febrero de 2018, los socialistas sí calificaban de "absolutamente indispensable" esa derogación.

Sánchez retoma la promesa en el pacto con Podemos

En junio de ese año, Sánchez se convirtió en presidente con una moción de censura contra Rajoy, en cuyo debate se olvidó de la promesa de derogar la reforma, que sí volvió a incluir en un documento oficial meses después: en el acuerdo de Presupuestos de 2019 que firmó con Unidas Podemos. Eso sí, entonces se introdujo un matiz importante. Socialistas y morados no hablaban de derogar "toda la reforma laboral", sino de "los aspectos más lesivos". Esta versión fue la que mantuvo el PSOE en sendos programas electorales para las dos citas con las urnas vividas en España en 2019. "Aprobaremos los cambios que eliminen los aspectos más lesivos de la reforma laboral de 2012", podía leerse en el programa del 28 de abril. "Derogación urgente de los aspectos más lesivos de la reforma laboral, combatiendo la precariedad y el fraude laboral", en el del 10-N.

Con las dos elecciones celebradas, llegó el pacto con Unidas Podemos para formar la coalición. En el documento que firmaron entonces Sánchez y el exlíder de los morados, Pablo Iglesias, incluyeron la "derogación de la reforma laboral" y la "recuperación de los derechos arrebatados" por esa norma. Fue Bildu quien forzó de nuevo que la derogación fuese "íntegra" en el pacto que firmó con PSOE y UP en mayo de 2020, en el que se comprometía a apoyar la ampliación del estado de alarma, un pacto que los socialistas intentaron matizar horas más tarde. En cualquier caso, esa promesa tampoco se llegó a cumplir, de modo que Sánchez la hizo nuevamente a anunciar en el discurso que pronunció en el último congreso del PSOE, celebrado en Valencia el fin de semana del 15 de octubre: "Avanzamos y avanzaremos. Con la reconstrucción de la Isla de La Palma. Poniendo punto y final a leyes como la ley mordaza y la reforma laboral del PP, impuestas y sin acuerdos, que precarizaron los contratos y devaluaron los salarios", dijo.

Sin embargo, 10 días después de ese evento, el presidente volvió a dar un giro discursivo y escondió la palabra "derogación". En un acto en el que arropó públicamente a Calviño, afirmó que en lo que está "comprometido" el Gobierno es en "modernizar la legislación laboral" para superar la "contrarreforma" del PP de 2012. Esta versión fue secundada por el PSOE, cuyo portavoz, Felipe Sicilia, tampoco mencionó la "derogación" cuando señaló que el objetivo del Gobierno era "una nueva reforma laboral" y "un nuevo marco de relaciones laborales", en otro giro de la terminología socialista. "¿Por qué Podemos habla de derogar? Habrá que preguntárselo a ellos", concluyó.