Barcelona

Más de 37.000 universitarios en Barcelona, atrapados entre dos virus: el SARS-CoV-2 y el PYSA

Imagen de archivo del campus de la UAB.
Europa Press

Los más de 37.000 estudiantes y 4.000 profesores de la Universidad Autónoma de Barcelona poco podían imaginarse que, una vez superada la quinta ola de la epidemia de SARS-CoV-2, se verían afectados por otro virus, el Protect Your System Amigo (PYSA), que algún hacker inyectó en los sistemas de la universidad hace 20 días y cuyos servidores aún siguen inutilizados.

"Los primeros días del ciberataque los viví con mucha incertidumbre porque no teníamos demasiada información de lo que estaba pasando o lo que comportaba un ataque informático de estas características y tenía miedo que se infectarán mis dispositivos o datos", ha declarado Jordi Muñoz, estudiante de cuarto curso de Periodismo de la UAB.

Muchos alumnos están desde el 11 de octubre sin su correo electrónico de la universidad, otros no pueden consultar algunos documentos que tenían en los servidores, no pueden gestionar certificados, ni avanzar en sus trabajos de final de grado.

El ataque informático, de origen desconocido, encriptó toda la información de los servidores, en cuyo restablecimiento se afanan en trabajar los técnicos de la universidad, de la Agencia Catalana de Ciberseguridad y de una empresa especializada.

Si durante tres semestres la UAB se tuvo que adaptar al virus SARS-CoV-2 para dar clases telemáticamente, ahora sobrevive infectada por este virus informático, que se ha bautizado irónicamente como Protect Your System Amigo (PYSA) -Protege tu sistema, amigo-.

Este nuevo virus, no biológico, sino tecnológico, de origen desconocido y sin vacuna, mantiene inutilizados los servicios corporativos del centro y obliga a profesores, alumnos, investigadores y trabajadores de la UAB a adaptarse a una nueva realidad alejada de la red interna.

De momento, han puesto una solución provisional con la instalación de una red wifi independiente y abierta para seguir con la actividad investigadora y la docencia.

El comisionado para las TIC de la UAB, Jordi Hernández, ha explicado a Efe que "los centros de investigación dependían de nuestra red y se quedaron sin conexión. Ahora con la red cable y wifi, tienen una vía de salida que, al final, es lo único que necesitan porque no usan nuestros servicios corporativos".

Hernández ha detallado que el ataque informático que ha afectado a los sistemas informáticos es un ransomware, un tipo de software malicioso que ha bloqueado los datos y ha inutilizado el sistema de virtualización, que aloja gran parte de los servicios corporativos.

Durante estas semanas, una decena de equipos de técnicos e informáticos de la universidad han estado implicados en la reconstrucción de los sistemas afectados para evitar las reinfecciones y las extensiones del problema.

El daño causado por el virus informático tardará en subsanarse

El centro empezó el pasado 15 de octubre a examinar y a verificar uno a uno el estado de los más de 10.000 equipos informáticos de las diferentes facultades y edificios para comprobar si estaban dañados, a partir de una prueba que se lleva a cabo con una memoria USB que almacena un kit de diagnóstico.

Hernández ha detallado que "de los 4.000 ordenadores de las aulas informáticas, los 4.000 que están en las mesas de despacho de profesores, técnicos o administrativos y los 2.000 ordenadores de pertenencia variada que se han priorizado esta semana para conectar a la red wifi, menos de 50 han resultado dañados".

El especialista afirma que aún no han podido cuantificar los daños causados por el virus y que preferirán hacerlo cuando hayan podido reparar los efectos de esta epidemia informática, aunque si han presentado denuncia ante los Mossos d'Esquadra.

Aunque las afectaciones son múltiples, el profesor de Historia Moderna en la UAB, Xevi Camprubí, ha afirmado que ha podido impartir las clases "con total normalidad" aunque se tiene que comunicar con sus alumnos a través de correos personales y móviles para enviar materiales o pedir entregas.

Ana Augusto, estudiante de periodismo que está haciendo sus prácticas curriculares en el Instituto de la Comunicación (InCom-UAB), ha reconocido: "para intentar salvar mis prácticas y poder publicar lo que escribo, he tenido que crear una página web provisional".

Daniel Rodríguez, estudiante de primero de Física en la UAB, señala que, a raíz del ciberataque, tiene que entregar sus trabajos "a través de otras plataformas o a mano".

Actualmente, la universidad está trabajando en la recuperación de todas las aplicaciones de Microsoft, como Microsoft Teams, Outlook o One Drive, para que, a principios de noviembre, se conviertan en las herramientas de trabajo que puedan suplir las funciones del campus virtual del centro hasta que se recupere.

La situación que está viviendo la UAB desde hace dos semanas ha aumentado la preocupación por parte del Govern y la ciberseguridad se ha convertido en una prioridad.

El vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, y la consellera de Investigación y Universidades, Gemma Geis, anunciaron el pasado 20 de octubre que se crearía un programa de ciberseguridad para que las universidades, tanto públicas como privadas, se pudieran adherir.

Mientras tanto, los técnicos prevén que el daño causado por el virus informático tardará en subsanarse y no se atreven a vaticinar cuándo se acabará esta infección, para la que no sirven las mascarillas que siguen llevando todos los alumnos y profesores en las clases presenciales.

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