Desaparecida ya la euforia por el histórico Acuerdo de París (2015), el planeta encara hasta el 12 de noviembre una de esas cumbres climáticas para las que habría que inventar nuevos adjetivos y que solo se pueden definir en términos de amenaza existencial.

La COP26, que arrancó formalmente este pasado domingo en Glasgow (Reino Unido), acoge las negociaciones entre casi 200 países por mantener viva la aspiración que se marcaron en París de limitar el calentamiento global en 1,5 grados centígrados sobre los niveles preindustriales.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, será el primer jefe de gobierno en intervenir este lunes en el plenario de alto nivel de la XXVI Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU. En el evento, el presidente estará acompañado por la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.

Moncloa considera que el hecho de que Sánchez sea el primero en intervenir en la sesión es un reconocimiento al liderazgo de España en materia de cambio climático y al papel decisivo e impresionante que hizo España al organizar la COP25, cuando asumió la organización y negociación de la cumbre del clima tras renunciar Chile a acoger el encuentro en su país por las revueltas sociales..