Putin, desencadenado: cómo Rusia puede usar la migración, el gas y su zona de influencia para presionar a la UE

Mapa de la frontera de Bielorrusia con Polonia, Letonia y Lituania.
Mapa de la frontera de Bielorrusia con Polonia, Letonia y Lituania.
Henar de Pedro
Mapa de la frontera de Bielorrusia con Polonia, Letonia y Lituania.

Detrás de la crisis humanitaria en la frontera de Bielorrusia con Polonia y detrás de la tensión con el gas en Europa parece haber una mano, que es la que mece de alguna manera estas cuestiones: la de Vladimir Putin. Rusia quiere seguir reforzándose estratégicamente y recurre a las armas con las que más rédito puede sacar. En el caso migratorio, aunque la cara visible sea la del líder bielorruso Alexandr Lukashenko la maniobra aparece orquestada por el Kremlin. 

Mientras, con el gas Putin se aprovecha de que el norte de la UE depende del suministro ruso. Y es que además el propio Gobierno bielorruso ha avisado de que puede frenar el suministro de energía hacia la UE si aumenta la tensión en la frontera. Bruselas no tardó en responder y fue bastante rotunda: "No nos vamos a dejar intimidar".

Carmen Claudín, investigadora de CIDOB, da algunas claves a 20minutos. "No hay base suficiente para saber si podemos decir que Putin está orquestando esta situación, pero sí está demostrado que Lukashenko no podría lanzarse a esto sin el permiso de Putin", comenta. No sabe lo que puede pasar en el futuro cercano. En este sentido, añade que "a lo mejor dentro de un tiempo podemos decir que la iniciativa era del Kremlin pero ahora mismo no. Sí es demostrable que si la idea es de Bielorrusia no se podría realizar sin que el Kremlin".

"Putin demuestra una vez más, como lo hizo con la anexión ilegal de Crimea, a occidente y sobre todo a la UE de qué es capaz y hasta dónde está dispuesto a llegar". En el caso de la UE, reconoce Claudín, "es más complicado porque más allá de sanciones por su propia naturaleza no puede contestar con la misma moneda a Rusia". Para Putin eso es más importante. 

Mapa de la frontera de Bielorrusia con Polonia, Letonia y Lituania.
Mapa de la frontera de Bielorrusia con Polonia, Letonia y Lituania.
Henar de Pedro

La experta da además otra pista de las intenciones de Moscú. "Estas acciones siempre ocurren en el espacio europeo que había sido soviético. En los países Bálticos tiene una capacidad limitada, no como en Bielorrusia, donde prácticamente puede hacer lo que quiera: ahí su influencia es directa, no es un poder blando".

La migración: instrumentalizar a personas para 'desnudar' a la UE

El asunto migratorio no tiene por qué ser una idea que haya salido de Vladimir Putin, pero el Kremlin sí ejerce como sostén de Lukashenko en esta crisis. La llegada de personas a la frontera ha resultado ser una vía para 'desnudar' las deficiencias que tiene la Unión Europea en política migratoria. 

No hay un pacto común entre los Estados miembros y ya se han visto discrepancias: algunos socios son partidarios de que la Unión financie la construcción de muros y vallas en su frontera, un planteamiento que no ve con malos ojos el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se niega: "Con dinero europeo no".

Lituania y Letonia también están en el foco, pero ahora el centro del conflicto está en Polonia: se da la circunstancia que se trata de un Estado miembro que lleva años con roces constantes con la Comisión por no respetar el estado de derecho. El mensaje, por tanto, puede ser que Bielorrusia y Rusia traten de castigar las debilidades de la UE.

El gas: el precio de la luz en Europa, en manos de Putin

Otro componente importante esta especie de "guerra híbrida" que se está librando es el gas. "Las dos cosas -migraciones y energía- van en paralelo, pero en el asunto del gas Rusia toma la decisión sola. En el caso de la frontera, aunque Lukashenko sea un hombre de Putin tienen que tener en cuenta lo que el líder bielorruso pueda querer", continúa Claudín. 

Hay que tener en cuenta además que el hecho de que Bielorrusia pueda frenar el suministro dejaría a buena parte de la UE en punto muerto, sobre todo porque el gasoducto Nord Stream 2, que se conecta por Alemania, está terminado pero todavía no ha entrado en funcionamiento. "Es evidente que el arma más importante de Rusia es la energía y están dispuestos a utilizarlo, y de hecho ya lo están haciendo", concluye Claudín.

Isabel Valverde, consultora en Kreab especializada en energía, explica que la influencia que ejerce Putin a través del gas "no se trata de si hay suministro o no, sino de costes o de precios porque el gas que nos llega a Europa desde Rusia es mucho más barato". Si no nos llega a Europa desde Rusia, comenta Valverde, "tenemos que irnos a los mercados internacionales que están muy tensionados". Rusia da suministro al norte de la UE, por lo que no conviene una crisis más agravada.

La conclusión es clara: "Si no nos da el gas Rusia tendremos que importar este gas desde otros lados y esto incrementará el precio del gas y por ende el de la electricidad por el sistema marginalista que rige el mercado en Europa".

La nueva batalla en el Ártico

En menor medida, Rusia también quiere apretar las tuercas en su zona de influencia. Una nueva batalla geopolítica puede darse a corto y medio plazo en el Ártico. Groenlandia acoge una de las mayores reservas del mundo -solo por detrás de China- de tierras raras, que son fundamentales para los dispositivos electrónicos y por tanto se convierten en un punto decisivo en la cadena de suministros mundial. Estados Unidos también se ha posicionado en este sentido y la UE está llegando y prevé abrir una oficina en la zona. En cambio, a nivel estratégico Moscú parece llevar ventaja.

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