La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, aseguró este sábado en el encuentro Nuevas políticas de Valencia que esta convocatoria era sólo "un humilde acto", pero iba a ser "el comienzo de algo maravilloso". "Tenemos un proyecto de país para cambiar la vida de las personas".
Díaz, recibida a gritos de “presidenta, presidenta” por el auditorio que llenó el Teatro Olympia en cuanto tomó la palabra y también despedida con ese cántico al terminar, se declaró “ilusionadísima” por estar con mujeres a las que quiere.
Se refería así a la anfitriona y vicepresidenta de la Generalitat valenciana, Mónica Oltra; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la portavoz de Más Madrid en la Asamblea regional, Mónica García; y la portavoz del Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía de Ceuta, Fátima Hosain.
En la expectación creada por el acto Díaz dijo percibir la de "un país que quiere caminar, avanzar, y hacer algo maravilloso, que es garantizar la igualdad", porque "la gente está esperando cosas diferentes". "No hemos hecho nada, nada más que un humilde acto que ha creado muchísima expectación", rebajó, para a continuación atisbar que "va a ser el comienzo de algo maravilloso".
"Pero no somos nosotras, sois vosotras", remató quitando el protagonismo de las políticas participantes para trasladárselo a la sociedad, a la que repetidamente dice que quiere hacer protagonista de su "proyecto de país", sobre el que, como ya había anunciado, no dio más detalles.
"Todas las que estamos"
Precisamente por las especulaciones periodísticas sobre si el acto de hoy podría deparar el anuncio de una plataforma o candidatura electoral, los medios de comunicación resaltaron la ausencia en el mismo de todas las mujeres que dirigen Podemos, comenzando por su secretaria general, Ione Belarra.
Conocedora de la polémica, Oltra, como organizadora, quiso disipar todas las sospechas en su primera intervención. "Somos todas las que estamos, no están todas las que son", reconoció la anfitriona en referencia a las líderes de Podemos. Ya el pasado jueves trató de neutralizar la controversia divulgando un encuentro en el Senado con la ministra de Igualdad, Irene Montero.
Las cinco intervinientes quisieron hacer bandera del protagonismo de las mujeres y de la política "normal" y "para la gente". Díaz, por ejemplo, resaltó que "a la gente le preocupa la vida, y la vida es política". "En política han de estar personas normales y las personas normales hacen vidas normales", estableció, convencida de que eso permitirá "practicar la res publica de otra manera".
Desde luego, aun sin concretar nada de candidaturas electorales, todas ellas, que el viernes por la noche cenaron juntas en Valencia, quisieron plantear el acto como el inicio de algo más y con algún tipo de alianza.
La vicepresidenta, además de su inicial evocación al "comienzo de algo maravilloso", concluyó a instancias de la moderadora que para ella el titular del acto sería: "Hagamos cosas pequeñas, soñemos en grande y caminemos juntas con vosotras delante abriéndonos camino".
Colau, por su parte, respondió que "ilusión, futuro y esperanza"; García que "se abre un nuevo tiempo en el que las mujeres somos protagonistas" y “vamos a hacer política bonita"; Oltra apeló a que "caminemos juntas desde la diferencia, desde la escucha y desde el amor". Finalmente, Hosain defendió "la política de gente normal y corriente para gente normal y corriente con mucha esperanza y con mucha fuerza por el cambio".
Menciones al PSOE
También tuvieron menciones al PSOE y a las contradicciones que a sus respectivos partidos les supone gobernar con los socialistas. "El PSOE llega hasta donde llega", sintetizó Oltra, en una frase muy aplaudida por el público y a la que sus compañeras de diálogo añadieron que "hasta donde se le arrastra".
En este sentido, la mención más sustanciosa a la actualidad la hizo la propia Díaz, cuando, en tácita referencia a la polémica propuesta del ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, de ampliar el período laboral sobre el que se computaría la cuantía de la pensión, recordó que "el mandato constitucional que dice que nuestras pensiones han de ser suficientes" y que "la voluntad del constituyente, si no gusta cámbiese", fue instituir "un sistema solidario basado en el reparto" entre generaciones. Desde ese enfoque, juzgó: "Las fórmulas de las que se está hablando son extrañas al mandato constitucional. Lo digo alto y claro".
El evento no estuvo exento de incidencias. Antes de comenzar, a la entrada del teatro, además de la gente que no pudo entrar por falta de aforo, se agolparon transportistas que personificaron en Díaz, como única representante del Gobierno central en el acto, su ira por el futuro pago del tránsito por autovías.
"No nos representan", le gritaron, volviendo contra ella el viejo lema del 15-M del que Unidas Podemos debería ser heredero.
Incidente con una joven
Ya a mitad del diálogo, una joven que dijo pertenecer a Frente Obrero, una organización de izquierdas muy crítica con el espacio confederal por priorizar, a su juicio, banderas identitarias sobre las de clase, gritó desde la sala de butacas que "las mujeres no somos homogéneas" y que "algunas tenemos más en común con un hombre en paro que con reaccionarias como vosotras".
El auditorio la silenció con el cántico de "que viva la lucha de la clase obrera", para tratar de demostrarla que los simpatizantes de las intervinientes también la sienten como propia. Díaz defendió el derecho a movilizarse y expresarse como forma de "ensanchar la democracia", pero fue Colau quien respondió a la incidencia desde la tribuna. Desmintió que "todo el que se meta en política sea una vendida", alertó de que hay "lobbies organizados que hasta han financiado medios digitales para alentar la antipolítica" y preguntó: "¿A quién le interesa que pensemos que todos somos iguales?".
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