La Policía Nacional ha entregado al Juzgado de Instrucción número 8 de A Coruña un vídeo en el que varios detenidos por el crimen de Samuel Luiz aparecen con armas.
"Hay armas y se escucha una música", han explicado estas fuentes sobre el contenido del vídeo, del que no han concretado cuándo fue grabado aunque sí que fue extraído del teléfono móvil de uno de los detenidos. En las imágenes, portan machetes y bates, han ratificado.
Sobre este extremo, el comisario jefe de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de la Jefatura Superior de Galicia, Pedro Agudo, se ha limitado a confirmar que se entregó al juzgado "un informe con material de los teléfonos".
Por otra parte, ha insistido, remitiéndose a los resultados de la autopsia, que Samuel Luiz "murió por un fallo multiorgánico" como resultado de "muchísimos golpes", descartando así el uso de armas o que falleciese "por un navajazo".
En estos momentos, la Policía está analizando el teléfono del último detenido, al que la Audiencia Provincial de A Coruña puso en libertad al no apreciar riesgo de fuga, aunque lo mantiene como investigado por un delito de asesinato.
Rap y machetes
El diario ABC, que ha tenido acceso a las diligencias policiales sobre el vídeo en cuestión, informa que las letras de la música "hacen referencia a la exaltación de la violencia contra las personas, amenazas, palizas, agresiones". En el atestado no se precisa la fecha en la que se grabó, agrega, y aparecen la mayoría de los detenidos, incluido el que quedó libre.
La pandilla se habría grabado en una zona con arbustos. Uno de los menores actúa como cantante del rap. Le acompañan otro de los detenidos, que lleva un machete de grandes dimensiones, así como el que, al parecer, inició el ataque a Samuel, que va tapado con un pasamontañas y porta una navaja y un machete.
En el caso hay cinco adultos, tres de los cuales están en prisión provisional, y dos menores investigados, aunque en total hubo siete detenciones.
Para diciembre han sido citados nuevos testigos en el juzgado, de los cuales dos supuestamente presenciaron los hechos -- ocurridos en la madrugada del 3 de julio en el paseo marítimo coruñés a la salida de un local de ocio--, mientras que las tres restantes han sido llamadas para testificar sobre aspectos puntuales de la investigación.
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