Gente

Pepe Navarro: "España siempre ha sido un país de crispación"

Pepe Navarro, en una imagen reciente.
GTRES

La voz de Pepe Navarro es inconfundible. Acaba de cumplir 70 otoños y escucharlo, tan sereno y seguro, es como asistir a una clase magistral de la vida. Han pasado más de 25 años desde que, cruzando el Mississippi, este cordobés de temperamento fuerte y sonrisa misteriosa conquistó a millones de espectadores. Desde entonces, y a pesar de que lleva años viviendo a otro ritmo, su nombre es un imprescindible en la historia de la televisión en España.

Parece que se te ha tragado el mundo. Me encanta el concepto del mundo. Efectivamente, hay tanto que ver, hacer, descubrir… que he sido engullido por el mundo. Y, además, ya me va quedando menos tiempo, por lo que, con el poco espacio temporal y físico que me queda, no tengo tiempo que perder. Y sí, dejo que el mundo me trague.

Eres uno de los grandes presentadores de este país, pero por lo que veo no tienes ganas de volver a la primera línea… Ninguna, salvo que el proyecto sea sugestivo y no pueda evitar sucumbir a la tentación de aceptar el reto que se me ofrezca.

Lo has presentado casi todo. La gente se olvida de que, además, fuiste uno de los primeros en estar en las teles por cable, ¿cansa ser el primero? Tener la suerte de que tu trabajo no sea una cuestión laboral, sino una forma de vida, te abastece de la suficiente energía como para que nunca puedas agotarte. Yo nunca he sido consciente de ese carácter pionero de mi trabajo. El tiempo es el que parece que le ha ido dando esa naturaleza. Lo único que puedo decir es que tanto mi equipo como yo, siempre que nos poníamos a trabajar, intentábamos mirar lo que pasaba desde una perspectiva distinta a la del resto.

pepe navarro

  • Palma del Río (Córdoba), 1951. Se crió en Cataluña. Periodista. Comenzó su trayectoria en la radio: pasó por La Ser, Los 40 y RNE, entre otras. A la televisión llegó en 1983 con 'La Tarde' (TVE). En los años 90 presentó los 'late night' de éxito 'Esta noche… cruzamos el Mississippi' y 'La sonrisa del pelícano'.

¿Hubo ventajas al abrir ventanas por primera vez? La ventaja de atreverte a entrar en terrenos donde, hasta ese momento, nadie lo ha hecho es que sin referencias disfrutas del vértigo de estar al borde del precipicio. Y no existe mayor placer para un artista o creador que vivir en ese territorio.

Dicen de ti que podrías no volver a trabajar nunca más, ¿tan rico eres? Las lenguas maledicentes siempre tienen trabajo. Celentano tiene una canción de título revelador: Chi non lavora non fa l’amore. Y Celentano es uno de los míos.

¿Un programa como el Mississippi se podría hacer hoy? ¿Tanto ha cambiado la sociedad? Claro que sí. Los contenidos del Mississippi obedecían a una actitud vital y periodística que se basaba en el escepticismo. Y esa actitud puede aplicarse en cualquier momento histórico. Cambia la forma, no el fondo.

Se han cumplido cinco años de la muerte de La Veneno, ¿como se sobrevive a la fama? No creyéndotela. La fama no existe, es un engañabobos que arrastra a los mas tontos.

¿Qué piensas de la crispación social? ¿De quién es culpa? España ha sido siempre un país de crispación, no conozco ningún momento sin crispación. Nuestros filósofos, poetas, dramaturgos llevan escribiendo sobre ello siglos. Somos un país demasiado individualista para aceptar olímpicamente la opinión del contrario.

¿La televisión debe servir para formar o solo para entretener? Es una suerte que la televisión no sirva para formar. La formación debe darse en las escuelas y en las universidades.

Se te conoce mucho, ¿crees que lo suficiente? Si eso de que se me conoce mucho es cierto, me encantaría que se me conociera menos.

¿Tienes tan mal carácter como parece? Siempre ha habido alguien que ha querido transmitir esa idea, especialmente desde Antena 3. No se cansaron de pasar una grabación de una pausa de publicidad, que no directo; así se construyen las leyendas negras. Conmigo es difícil discutir. Soy muy exigente, mucho, en el trabajo. Y cuando se este acaba el mundo es nuestro.

Dices que la televisión te dejó a ti, ¿a qué te refieres? Pues que no soy necesario, y me tuve que ir a jugar a otro patio.

Al menos te pedirán consejo, ¿no? Aquí nadie pregunta nada. Sin embargo, sí son los universitarios quienes más se acercan a charlar e indagar.

¿Es la retirada a tiempo una victoria? ¿Y cuándo se hace algo a tiempo? Es uno de los grandes dilemas de la existencia, manejar adecuadamente el tiempo. Y, en la mayoría de los casos, eso a mí no se me hado demasiado bien. Creo que a nadie. Nos pasamos o nos quedamos cortos, pero lo seguimos intentando. Eso es lo que importa.

¿Qué haces en tu tiempo libre? Lo malo o extraordinario de un trabajo como el mío –que es una forma de vida– es que los márgenes que lo separan del ocio son muy, muy, endebles .Y se da la paradoja de que cuando estás de ocio estas trabajando, y cuando estas trabajando también estas de ocio, algo así como el gato de Schrödinger.

"Me siento muy bien conmigo mismo. No sé si a eso se le puede llamar felicidad, quizás sea lo que más se le parece"

¿Eres feliz o necesitas refugio? A estas alturas de mi vida me siento muy bien conmigo mismo. No sé si a eso se le puede llamar felicidad, quizás sea lo que más se le parece. La última vez que utilicé un refugio fue en la mili, en una marcha por el Pirineo, a casi 3.000 metros de altitud.

Defiendes que no eres el padre del hijo de Ivonne Reyes, ¿la justicia es caprichosa? Lo de Ivonne es incomprensible. Demuestra a cada minuto, mientras no rectifique, que es una cobarde. Y a la vez arrastra a su hijo. Podrían recuperar su dignidad enfrentándose a la realidad y admitiendo la única verdad biológica existente: Pepe Navarro no es el padre del hijo de Ivonne Reyes. Yo me equivoqué no haciéndome la prueba, pero rectifiqué y le ofrecí hace ya siete años someterme a ella. Sigo dispuesto. No pasa nada por reconocer un error y rectificar, todo el mundo lo entiende. Ivonne Reyes y su hijo, Alejandro Reyes, deberían darse una oportunidad, rectificar y empezar a vivir en paz.

Es difícil de entender que el joven no quiera someterse a las pruebas. Supongo que es una cuestión de solidaridad con la madre. O, lo que sería peor, que la madre no se lo haya dicho. La verdad es que queda un poco feo no decirle a un hijo quién fue el hombre que, junto a ella, lo engendró. Pero Alejandro Reyes debería reaccionar, es muy joven y no debe andar con esa porquería a sus espaldas. No debe ser nada sano.

Ahora que están tan de moda los 'biopics' y los libros de memorias, ¿has pensado alguna vez escribir sobre ti? Y, lo más importante, ¿guardas algún secreto inconfesable? Seguro que sí, debe haber alguno por ahí, pero todavía no ha llegado el momento de contarlo. Hay varias productoras interesadas en lo del biopic, pero yo les digo que esto todavía no se ha acabado, que todavía tengo mucha guerra por dar. Y sobre mí y mi trabajo algo he escrito ya en un libro publicado hará unos cuatro años, La leyenda del Mississippi.

loading...